Revista Fútbol

Entrenadores, padres y fútbol base (capítulo 900)

Publicado el 15 marzo 2012 por Jmporense @futbolbaseymas
ENTRENADORES, PADRES Y FÚTBOL BASE (CAPÍTULO 900)Continuando con el curso gratuito a distancia de la asignatura que mas suspensos produce con diferencia, os dejo un artículo publicado en NoveldaDigital, una opinión mas de las que continuamente os traslado, pero es que noto que muchos no os esforzáis lo mas mínimo en estudiar, luego lo dejamos para Septiembre y vuelta a lo mismo. Al mismo tiempo y dando un ejemplo de padrazos castigáis sin fútbol al niño, cuando debiera ser al revés. Antes de que al menos le echéis un vistazo al artículo os traslado una vivencia personal muy reciente que deja claro lo antes expuesto:ENTRENAMIENTO: Partido de fútbol 7 entre dos equipos del mismo Club (repito, entrenamiento) con un equipo benjamín y otro alevín. Un grupo de padres de los mayores en la grada animaban a los suyos hasta el punto de que alguno se levanta del asiento para cantar un gol, pero la cosa no queda ahí ya que al final se me acerca un niño visiblemente nervioso para confesarme algo grave que yo no había presenciado... "le hice un corte de mangas a los de la grada". Esperando un severo castigo por el hecho en cuestión me cuenta que no aguantaba mas, le pudo la "presión" ya que su marcador recibía ordenes de sus fieles : !!dale fuerte!! y expresiones semejantes con las consecuencias relatadas. Como se me rompió el cristal de las gafas de lejos no pude ver los rostros de tan apasionados seguidores. Suerte que los seguidores del "rival" no estaban cerca, se podría montar un altercado... en un simple entrenamiento. Estos detalles que pueden asombrar a algunos son los que hacen pensar que todavía falta mucho en la educación, la de los padres por supuesto, con los niños se va haciendo lo que se puede... pero viendo estos ejemplos la tarea es complicada. ¿Y aun os preguntáis por que escribo tanto sobre este tema?. Vamos a la opinión, también sobre entrenadores o formadores. ENTRENADORES, PADRES Y FÚTBOL BASE (CAPÍTULO 900)"Me gustaría escribir sobre fútbol, sobre tácticas y estrategias deportivas, pero eso no es lo que me mueve a escribir estas reflexiones. Por eso no voy contarles ahora nada de fútbol profesional, que me interesa relativamente poco, ni de fútbol amateur, ni siquiera de fútbol aficionado. Mi intención es expresar en voz alta algunas consideraciones acerca del fútbol base. Pero no de los niños y jóvenes que practican el fútbol con mayor o menor interés, o con mejores o peores condiciones físicas y técnicas.
Si me lo permiten, les voy a hablar de dos colectivos, tan directamente relacionados con los niños y jóvenes, que dependen de ellos para poder practicar el fútbol. A la sazón, entrenadores y padres.
Por razones totalmente voluntarias, presencio cada fin de semana dos o más partidos de fútbol de cantera. Asisto en contadas ocasiones, afortunadamente, entre sorprendido y avergonzado al espectáculo dantesco con que nos ilustra una minoritaria parte del colectivo de entrenadores. La actitud más desalentadora para mí, es la incitación a los chavales a la falta de respeto hacia el rival y hacia el árbitro, e incluso hacia el balón (“¡Pégale una hostia y rómpelo!”); siendo el propio entrenador el que desde el principio del partido protagoniza todo tipo de actitudes absolutamente reprobables, actitudes que lógicamente acaban con él en la grada, expulsado. Desgraciadamente esos pocos se hacen notar mucho, ensuciando de manera irreparable por el tiempo en que permanezcan en el equipo, la imagen del club para el que trabajan.

Cierto es, y los felicito por ello, que la inmensa mayoría se comporta correctamente, y además, transmite a sus jugadores conocimientos técnicos y tácticos, amén de valores positivos como la humildad y el respeto, no exento todo ello de una exigente competitividad.
Mención especial me merecen aquellos padres, excesivamente exasperados, que insultan, vociferan y menosprecian a todo lo que se mueve dentro de un campo de fútbol. A excepción, claro está, de los jugadores que llevan la camiseta del mismo color que la que lleva su hijo, porque eso sí que lo entienden, que juegan los de un color contra los de otro. De ese modo, se erigen en transmisores de la elevación de la condición humana al altar más prominente de la indecencia moral. Con su comportamiento, no sólo se ensucian ellos, sino que contribuyen también a desprestigiar la imagen social del club, siendo un ejemplo imperfecto para sus propios hijos. Afortunadamente también, son una minoría.
La inmensa mayoría son padres respetuosos que actúan como tales y educan a sus hijos dentro de normas cívicas y valores honestos, respetuosos y humildes, limitándose su actuación durante el partido a dar ánimo y confianza a sus hijos y en algunos casos pasar desapercibidos.
La paradoja es que la parte minoritaria, es tomada siempre por jugadores rivales, padres de jugadores rivales y público en general, como el todo.
Por un deporte sano y por unos futuros adultos educados, hagamos reflexionar a aquellos entrenadores y padres que no contribuyen más que a maleducar a los niños. La imagen del club, da casi igual, las personas se irán y la entidad quedará."  
Art. de opinión de Luis Fernando Berenguer Sánchez.

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