Esta práctica es conocida por los ciclistas que desean perder peso, o aumentar el entrenamiento de los sistemas que aportan energía a partir de la combustión de grasas. Pero ¿qué dicen los estudios al respecto? ¿realmente funciona? Conoce más al respecto.
¿A qué llamamos entrenamiento en ayunas?
El entrenamiento en ayunas se refiere al que se realiza tras pasar entre 8 a 10 horas sin ingerir alimentos de ningún tipo, por supuesto tras el descanso por la noche. Y se ha pensado que sus ventajas podrían ser dos principales.
Comenzando por una mayor estimulación en el metabolismo de grasas que significarían una fuente de energía muscular, esto significa que para el entrenamiento en ciclismo se busca ganar energía a través de la oxidación de las grasas, lo que permite retrasar la fatiga al ahorrar el glucógeno muscular.
Otra de las ventajas sería la pérdida de peso por el consumo de grasas en los entrenamientos en ayunas.
Muchos entrenadores se suben a la bicicleta estática o a realizar una hora de rodillo en ayunas con este fin de perder peso y terminar de afinar el cuerpo para cumplir con un objetivo.
Esto, al igual que la mayoría de las prácticas algo estrictas tiene tanto sus beneficios como inconvenientes que podrían poner en riesgo la salud.
Beneficios del entrenamiento en ayunas
- Acelerar el metabolismo: Esta práctica obliga a los más disciplinado a activar el cuerpo a la primera hora de la mañana, lo que brinda el beneficio psicológico de estar receptivos y despertarnos para el resto del día, así como aumentar el gasto calórico que se alarga después de realizada la actividad física.
- Utilizar grasas como combustible: Este es uno de los principales beneficios y por cuál los ciclistas recurren a esta práctica, ya que esa mejora permite efectuar eficazmente el consumo energético y aprovechar las grasas ahorrando glucógeno dentro de lo que es posible. La ventaja se hace presente al andar realizando actividades de intensidad y larga duración.
- Perder peso: De esto ya hemos hablado un poco, la mayoría busca una pérdida de peso.
Riesgos del entrenamiento en ayunas
- Menor potencia y fuerza: Al realizar ejercicio en ayunas es posible que la fuerza vaya faltando cada vez más y que invada una sensación de debilidad en el cuerpo, por ello se recomienda realizar esta práctica con ejercicio de baja intensidad que no superen los límites ni impongan demasiada intensidad, no debe pasar el umbral aeróbico.
- Perder masa muscular: Esto se basa en el proceso que lleva a cabo el cuerpo para obtener combustible ante la ausencia de glucógeno, ya que usa las grasas como fuente de obtención de energía, pero a su vez consume masa muscular. Por lo tanto, la pérdida de peso puede mostrarse no sólo como pérdida de grasa sino como pérdida de músculo y es importante no caer en ese error, la báscula no lo dice todo y las actividades en ayunas demasiado intensas pueden resultar para peor.
- Hipoglucemia o deshidratación: Nuevamente si se realizan ejercicios de alta intensidad en ayunas esto resulta negativo, puede provocar en este caso problemas físicos de deshidratación e hipoglucemia por el nivel bajo de azúcar en la sangre que afecta al organismo. Se refleja en sudor frío, mareos y temblores.
¿Son buenos los quemadores de grasa?
En algunos estudios realizados en años posteriores se ha tomado un grupo de personas para medir su rendimiento y estos factores de los cuáles el ejercicio en ayunas deberías funcionar mejor. Los grupos se dividían en dos, uno de entrenamiento en ayunas y otro que no.
En uno de los estudios, el de Schoenfield, BJ y colaboradores en el cual 20 mujeres siguieron una dieta hipocalórica y entrenaron 3 veces a la semana en sesiones de 1 hora de ejercicio de intensidad, cuyos resultados se recogieron por seis semanas, finalmente la pérdida de grasa y peso de ambos grupos terminó siendo igual.
De igual forma para los que entrenaron a un grupo de 16 personas de las cuáles 8 estuvo en ayunas y 8 no, llevando a cabo sesiones de entrenamiento interválico de alta intensidad durante seis semanas.
En sus resultados no hubo diferencia entre ambos grupos, ya que ocurrió la misma reducción en el porcentaje de grasa y la actividad mitocondrial.
Se compararon estos con otros tres estudios que arrojaron resultados similares, aún cuando se variaron los entrenamientos y la cantidad de personas participantes del estudio, así como la intensidad en los ejercicios.
Esto permite concluir que no existe realmente suficiente evidencia científica que permita reconocer la utilidad del entrenamiento en ayunas como una práctica útil para perder peso, o como ayudante en la oxidación de la grasa para obtener energía.
Por otro lado, los entrenamientos que se realizan con cierto vaciado de glucógeno pueden funcionar mientras no se realicen a gran intensidad ni por una duración demasiado larga, todo es cuestión de cuidar el cuerpo.
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