Los términos entrenamiento complejo, simultáneo, de contraste o cruzado se utilizan para describir la necesidad de entrenar las tres vías metabólicas energéticas de manera simultánea. Esto es necesario en varios deportes que se basan en vías metabólicas diferentes, como velocidad-fuerza, tolerancia muscular o potencia. De acuerdo con los requerimientos del entrenamiento individual, los objetivos del entrenamiento simultáneo pueden discrepar entre sí o no. Por ejemplo, se ha demostrado que los entrenamientos aeróbicos pueden afectar los aumentos de fuerza máxima.
Al parecer el entrenamiento aeróbico hasta un umbral específico no tiene efecto alguno sobre el aumento de la fuerza (un umbral de alrededor del 75% de la frecuencia cardíaca máxima durante 20 a 30 minutos, dos o tres veces por semana) pero algo más que eso puede afectar de manera negativa ese aumento. Aunque el entrenamiento de fuerza pesado, como el que realiza un culturista, puede llevar a adaptaciones musculares que normalmente serían desventajosas para un deportista aeróbico, según lo demostrado por los estudios realizados el entrenamiento de fuerza (“normal”) no afecta el consumo máximo de oxígeno.
Los entrenamientos simultáneos pueden ser mutuamente beneficiosos para objetivos diferentes. Por ejemplo, el entrenamiento simultáneo de fuerza y potencia aumenta las mediciones de potencia, como velocidad de lanzamiento y altura del salto vertical. A menudo estas dos variables se entrenan juntas en una sesión (a veces con el nombre de método de contraste). Mediante la alternancia de cargas pesadas con cargas más livianas a la velocidad máxima se pueden desarrollar fuerza y potencia máximas.
Este tipo de entrenamiento se ajusta muy bien a un esquema de entrenamiento periodizado. Una vez establecidos los objetivos es posible desarrollar mesociclos y microciclos para obtener los objetivos primarios. Luego pueden agregarse al programa existente los objetivos secundarios para ejecutar un programa de entrenamiento completo y polifacético. Por ejemplo, la velocidad y la potencia pueden ser los objetivos primarios de un defensa en fútbol americano pero la fuerza máxima puede ser un objetivo secundario.
Por ende, el método de contraste podría ser beneficioso para este deportista.
Bibliografía:
- Brown, L. E. (2008). Entrenamiento de la fuerza. Ed. Médica Panamericana.