Revista Ciclismo

Entrenamiento en rodillo, ¿cuáles son sus ventajas y desventajas?

Por Rafael @merkabici
Entrenamiento en rodillo, ¿cuáles son sus ventajas y desventajas?

Los ciclistas y cicloturistas prefieren entrenar siempre outdoor, porque es el modo de conocer más rutas, medir su rendimiento en situaciones reales con la incidencia meteorológica y hasta fusionarse con la naturaleza, pues es importante no olvidar que uno de los atractivos del deporte de las dos ruedas es descubrir nuevos destinos.

No obstante, esto a veces no es posible, ya sea porque las situaciones meteorológicas no son aptas para salir a rodar, por falta de tiempo o por, como vimos durante el confinamiento, por las restricciones de movilidad.

Por estos motivos se ha popularizado mucho en los últimos años la práctica de rodillo y de ciclismo indoor. De hecho se pueden utilizar rodillos, simuladores y bicicletas de spinning que ayudan a no perder la forma física. Estos dispositivos presentan ventajas y desventajas, las conocemos con detalle.

¿Qué ventajas ofrece el uso de rodillos?

A pesar de que han atraído mucho interés desde la llegada de la pandemia, el uso de rodillos es muy habitual entre ciclistas profesionales y muchos cicloturistas. De hecho, los ciclistas entrenan con rodillos incluso durante la competición, tras las etapas, para soltar músculos.

Su utilización en casa o en centros deportivos es mucho más segura que salir a rodar a carretera o en ciclismo de montaña y gravel. Todavía hoy, y es algo que denuncian muchos clubes ciclistas, federaciones y aficionados en general, resulta muy peligroso salir a montar en bici porque se comparte espacio con vehículos.

Por otra parte, montar en bici sobre un rodillo supone llevar un mejor control del esfuerzo. Se eliminan por completo aspectos como la inclinación, el viento, la rugosidad del terreno... Esto permite saber cuál es el grado máximo de esfuerzo que puede soportar el ciclista, y a su vez se le puede añadir dificultad colocando más fricción.

El punto anterior es muy relevante porque ayuda a mejorar la técnica de pedaleo, la cadencia, los movimientos de cadera. A nivel de adquirir mejores posturas sobre la bici el rodillo puede resultar de gran ayuda, pues reduce las posibilidades de lesiones.

Finalmente, la disponibilidad y el tiempo. El ciclismo indoor se puede practicar en cualquier momento, sin necesidad de desplazarse al punto en concreto y sin depender de condiciones meteorológicas adversas.

¿Cuáles son los inconvenientes de los rodillos?

Los aspectos positivos de estos aparatos que permiten el ciclismo indoor tienen también su contrapartida. Un aspecto a considerar es la temperatura corporal, que se puede elevar en exceso y sin una correcta ventilación, esto puede revertir en rápido agotamiento y deshidratación. La solución pasa por ventilar el espacio e hidratarse de forma suficiente.

Junto a la pobre climatización aparece el tema de los ruidos, especialmente cuando se vive con vecinos cerca, pues los rodillos, al menos los que no son muy avanzados, suelen hacer mucho ruido. Una fórmula para evitar esto es colocar espuma aislante en el suelo o una colchoneta.

El tercer aspecto negativo es el aislamiento, la monotonía. Entrenar sobre un rodillo puede resultar aburrido, pues no ocurre como en terrenos outdoor, donde el paisaje va cambiando todo el tiempo. Esto se puede solventar e scuchando música, viendo televisión o utilizando simuladores con pantalla.

Finalmente, está el tema del desgaste de material, especialmente en la rueda trasera. Con bicicletas de spinning no sucede eso, ni tampoco con simulares, pues la fricción puede ser por aceite o magnética.

¿Qué tipos de rodillos son los más populares?

La práctica de ciclismo indoor con rodillos es posible porque existen distintos dispositivos que así lo permiten. Estos son los rodillos de equilibrio, los magnéticos, los fluidos y los de transmisión directa.

Los de equilibrio son los más económicos, pero también los que más desgastan la rueda trasera. Además, su uso requiere mucha práctica y dominio del equilibrio. Con ellos se puede mover la bicicleta de lado a lado y realizar sprints, pero no se puede regular la resistencia.

Una segunda opción, también muy económica, son los rodillos magnéticos, que sí presentan resistencia regulable y son fáciles de almacenar. Generan mucho ruido pero se pueden usar con entornos virtuales, con sistemas de conexión Bluetooth y +ANT.

Los rodillos fluidos son muy similares a los magnéticos en cuanto a estructura, pero su pedaleo es más realista. No regulan la resistencia, son poco espaciosos y cuentan con entornos virtuales, pero son menos económicos y generan mucho desgaste en la rueda trasera.

La última posibilidad son los de transmisión directa, que son los más silenciosos y con un pedaleo más realista. No desgastan la rueda trasera pero esto implica desmontarla. Además, tampoco se pueden plegar y son más caros que el resto.


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