El tener unos hombros grandes es señal de un poderoso físico, no importa si los cubres con la ropa. Si estás usando una sudadera, una camisa de vestir o incluso un esmoquin, podemos identificar al instante un hombre robusto y masculino. Aún más significativo es su papel si esta en alguna competición. Los atletas que llaman la atención no son los hombres y mujeres con los brazos grandes y por lo general no los monstruos del patio tampoco. Son los competidores con enormes deltoides esféricos y una cintura pequeña, que son visualmente los más impresionantes desde la distancia y donde brillarán en la ronda de simetría.