Ayer tocó otro día de entreno de calidad, pero tengo que contar que ya el día anterior tuvimos series a umbral anaérobico bastante subiditas de tono, y evidentemente de un día para otro la recuperación todavía no ha llegado a nuestra patas.
Salimos tranquilos, oxigenando un poco las piernas, buscando la tendida rampa que nos llevará desde las afueras de Alcobendas hasta el carril bici que nos llevará hacia Soto. El ritmo va subiendo paulatinamente hasta alcanzar en mi caso las 155 pulsaciones por minuto e intentando no superar las 160, haciendo siempre un trabajo de calidad importante que va quemandote las piernas según pasan los kilómetros, permitiéndonos rodar, en las partes llanas, a una velocidad de unos 37km/h.
Según pasa el tiempo, el quemazón en las piernas se va haciendo más duro aunque el ritmo intentamos mantenerlo en todo momento hasta volver de nuevo a las inmediacioens del Goloso donde volvemos a bajar el ritmo para soltar un poco las patas.
Al final, contando el calentamiento y la vuelta a la calma, hemos conseguido una media de 31,1km/h y la grata sensación de realizar un gran entreno.