Libros en el petate: Alejandro darte las gracias por este libro. Un libro que me ha llenado de sentimientos que me ha dejado una cuenta pendiente conmigo mismo para recapacitar sobre mis sueños, sobre el momento por el que estoy pasando y creo que tengo muchas conversaciones pendientes con mi madre después de leer este libro.
Alejandro Palomas: ¿En serio?
L.P: Pasando a hablar de tu libro y dejando experiencias personales te recuerdo lo que dice uno de los personajes de tu novela “Y aunque no seamos familia, si somos una familia. Los que estuvieron, los que son, los que vienen, los que se quedan. Todos existen, todos habitan este país pequeño y viejo que soy yo en el que caben quienes buscamos un nombre para salvar sus propios sueños” Vuelves a hablar de familias, pero ¿cómo es embarcarse en una nueva?.
A.P: En este caso ha sido difícil por mis circunstancias personales y porque yo siempre he trabajado la familia como un núcleo de sangre y en este caso no es así porque los personajes del grueso de esta novela son personas que en un principio tu no te imaginas que vayan a confluir en algún momento de la vida y a formar una familia. Eso requiere un trabajo al que yo no estoy acostumbrado a hacer a nivel creativo. Esa exposición me daba mucho miedo porque no sabía si era capaz de hacerlo.
L.P: ¿En qué pensabas a la hora de crear una historia como esta porque digo yo que todo surge a raíz de un detonante?
A.P: Eso es lo que justamente me estoy preguntando una vez publicado (Risas) En mi caso por ese motivo escribo un libro, para responder esa pregunta. Lo que sí se, es que cuando decidí escribir una nueva novela aparecieron una serie de ingredientes que yo he ido acumulando en los últimos tiempos como pueden ser Susi, una elefanta, una niña que me ha ido rondando constantemente por mi cabeza, la aldea abandonada que se parece un poco bastante al pueblo donde vivo y yo tenía que hacer algo con todo esto, pero nunca imagine que iba a ser esto.
L.P: Si alguien viene ahora y te pregunta de qué va tu novela qué le dirías porque si me lo pregunta a mí, mi respuesta sería “Es una maravillosa caja de regalo donde cabe todo lo que quieras ver o creer de lo que está compuesta la vida”
A.P: Esta novela es complicada porque hay muchas cosas y es como un calidoscopio donde con cada paso vas descubriendo un nuevo episodio, un nuevo dibujo. Es la historia de donde empiezan los sueños y donde terminal. De como eres capaz de reconocer cual es el tuyo. Esta novela es un trayecto hacia una nueva etapa de uno mismo.
L.P: Una palabra que aparece casi con mayúsculas es “SUEÑOS”. ¿Te gustaría que quien leyera tu novela se parara a pensar en esos sueños?
A.P: Eso es básicamente lo que importa, pero eso lo he averiado después de escribirla. Ojalá todo aquel o aquella que termine la novela piense ¿y mi sueño cuál es? Eso es lo que más feliz me haría, pero yo no lo sabía, lo sé ahora, que es lo poco que puedo aportar al lector.
L.P: En un país con tu nombre tenemos a Edith, a Jon y a Susi entre otros personajes. Conocemos a los dos primeros en esos compases iniciales de la novela y yo te pregunto ¿Por qué se les coge tanto cariño a tus personajes casi al instante? Yo en las primeras páginas ya era fan de Jon.
A.P: Porque yo lo soy y mucho. Yo les adoro. Si algo tengo es que se transmitir el amor que siento por mis personajes a todos aquellos que se unen en mi viaje. Se me da bien comunicarlo porque es sincero y así lo siento y eso no se puede disimular.
L.P: Hemos hablado de Edith y de Jon, pero me da la sensación de que Susi es la verdadera protagonista de esta historial. ¿Me equivoco?
A.P: Esa es otra de las preguntas que me hago yo porque a medida que voy hablando de la novela, Susi va adquiriendo como más importancia y más presencia (volumen no porque ya lo tiene). Una de las cosas buenas que tiene esta novela es que se queda tanto en el cuerpo de uno, que a medida que va pasando el tiempo hay personajes que van perdiendo presencia y otros que la van ganando y eso es así porque están muy vivos. En el caso de Susi me gusta que sea así porque esa son mis ganas de que la Susi de la novela tenga cada vez más presencia hasta salir de la novela e invocar que pase algo con Susi real que esta en el zoo de Barcelona.
L.P: Me he dado cuenta que aun cuando no está, el lector la tiene muy presente.
A.P: Es que eso tiene que ocurrir porque yo quiero que este constantemente presente en el lector. Susi esta muy presente en mi y cada vez que estoy hablando de la novela, estoy pensando en que estará haciendo Susi en estos momentos.
L.P Estamos hablando de Susi y se nota que hay una historia detrás ¿Por qué un elefante?
A.P: Porque yo me quedo muy tocado con la historia de Susi. Ella es el único personaje de la novela que esta basado en un personaje real. Ella es el elefante del zoo de Barcelona que vive allí desde hace más de diez años y ella tendría que estar fuera de ese lugar desde hace dos años y sigue ahí a pesar del compromiso del Ayuntamiento de Barcelona de que iba a ser enviada a un santuario. La promesa de la liberación de Susi ha sido una estafa y cada día que pasa allí dentro para mi es un horror. No sé porque me ha tocado tanto esta historia, pero supongo que Susi es el compendio que siento de todo el maltrato animal.
L.P: He leído por ahí en algún artículo, que ha vuelto el Alejandro Palomas más animalista, pero yo creo que nunca se fue.
A.P: Efectivamente, no puedo volver porque nunca me fui.
L.P: Quizás lo que si es esta novela es más animalista.
A.P: Es más animalista porque hay muchos más animales presentes en la novela no porque yo sea más animalista. Yo he ido progresando en mi animalismo a medida que me he hecho mayor. Soy una persona sensible ante todo lo vulnerable y ahí entran tanto animales como personas.
L.P: Leyendo Un país con tu nombre no podía evitar que en mi mente apareciera la palabra “despoblación” ¿es una apreciación mía o es verdad que tenías ese interés?
A.P: No llego a entender ese termino de España despoblada, vaciada y cuando lo hago mi respuesta interior es que vaciada de personas significa repoblada de animales salvajes, repoblada de lo que es suyo y para mí eso es una alegría cada vez que yo oigo ese término. Yo vivo en un lugar muy poco poblado de esa famosa España vaciada y ojalá estuviera yo solo en ese núcleo.
L.P: ¿Entonces tu eres un poco Edith en la novela?
A.P: Totalmente
L.P: Te iba a preguntar si tu te verías en esa aldea que aparece en la novela y qué papel tendrías en ella.
A.P: Cuando yo he escrito la novela mi imaginación ha habitado esa aldea y yo he estado viviendo con ellos y he sido muy feliz. ¿Qué papel tendría yo en ese marco? Probablemente sería el tercer vecino entre ellos dos, quizás viviendo en la antigua estafeta haciendo de puente entre Edith y Jon.
L.P: Dices en tu libro de boca de uno de tus personajes “El humor siempre suma, siempre hace bien” Un país en con nombre no sería lo mismo sin ese humor ¿verdad?
A.P: Yo tenía un problema con eso porque en mis libros, sobre todo en los últimos suele haber mucha comicidad y aquí la comicidad esta, pero está bastante amortiguada. Tenía miedo de no haber sido demasiado humorista, pero es el que el libro no me lo pedía. Yo siempre los veo con cierto sentido del humor, que sean capaces de reírse de sí mismo porque de otra manera todos moriríamos si no somos capaces de reírnos de nosotros mismos.
L.P: En mi opinión tiene el punto justo.
A.P: Pues conseguir eso es muy difícil y es una de mis mayores preocupaciones.
L.P: Leyendo zoo y santuario me ha hecho pensar que no se les da mucha importancia a estos temas. ¿Tan difícil es acondicionar estos espacios para estos animales?
A.P: Es difícil por las dimensiones por eso se habla de Brasil porque como país tiene unas dimensiones estratosféricas. En Europa no es tan fácil para encontrar esas dimensiones ya que lo ideal sería devolverles a su habitar original, pero claro, ya no se puede porque ellos no están acostumbrados a esa forma de vivir. Tiene que existir esa voluntad de corregir un error que se ha cometido con los zoos y de recolocar. Pero si no se hacen con las personas que tenemos ahí en Grecia campos de refugiados llenos de seres humanos es difícil hacerlo con animales y es una lucha complicada, pero no tengo nada mejor que hacer.
L.P: Alejandro dime una frase que ilustre tu libro.
A.P: Una que no sea manida o que no este incluida en las muchas que hay dentro del libro es difícil, pero una que me interesa a mí y que el libro me ha redescubierto es “los sueños no tiene edad y eso es lo mágico de los sueños ya que soñamos hasta el último día de nuestras vidas”
L.P: Eso me recuerda a la que dice “Si no cumples tus sueños luego ellos van a venir a perseguirte”
A.P: Exactamente, es como un deber que tienes contigo mismo casi cósmico. Cumple con los sueños porque vienes de ellos.
L.P: Alejandro durante toda la conversación hemos hablado de novela, pero, ¿podría ser un cuento para adultos?
A.P: Es un cuento para adultos. Yo escribo cuentos para adultos. Esa es la sensación que tengo cuando lo hago de que me estoy contando un cuento al Alejandro adulto para recuperar al niño que hay en mí y escuche porque de otra manera ese niño se me duerme y la mirada del Alejandro adulto se le turbia la mirada.
L.P: Mi ilusión que todo aquel que lea esta lectura puede cambiar para mejor.
A.P: para eso escribo y esa es mi meta. Para mi es más importante la incidencia que pueda tener este libro en el lector que las ventas.
L.P: Alejandro me reitero en mi gratitud por este cuento y un placer charlar contigo.
A.P: Gracias a ti por este rato tan agradable.
Jon, cuidador de elefantes en el zoo, y Edith, viuda que vive con sus once gatos, son los únicos habitantes de una aldea abandonada. Vecinos solitarios primero y ahora buenos amigos, no imaginan que la noche en que la veleta del viejo campanario gira sobre sí misma, el ojo del tiempo se posa sobre la aldea y la vida de ambos está a punto de girar con ella.
La llegada de la primavera trae consigo una inesperada decisión por parte de la dirección del zoo, a la que se suma un perturbador anuncio: el Ayuntamiento al que pertenece la aldea restaurará la casona en ruinas del lago para convertirla en hotel rural. La doble noticia cambiará de golpe las vidas de Jon y Edith, empujándolos a dar un paso hasta entonces tímidamente contemplado.
La amistad entre Jon y una callada elefanta llamada Susi, la relación entre Edith y su hija Violeta, desencontradas durante décadas, y una hora de la noche —«la hora trémula»— en la que pasa todo y todo queda conforman Un país con tu nombre: una historia sobre el amor en mayúsculas, la honestidad con los propios sueños y sobre la libertad llevada a su expresión más pura.
Aquí puedes escuchar la entrevista completa con todo lujo de detalles.