Siempre me ha encantado la cerámica, por eso cuando vi lo que hacía Bal Lab, o mejor dicho Balbina con su manos, me quede totalmente prendada, por su finura y sencillez de líneas, sus creaciones son limpias y bellas.
Sus diseños son claros, pulcros y depurados por ello, deseas adquirir una de sus piezas únicas sin dudarlo. Bal bebe de las fuentes orientales y nórdicas; la geometría, el constructivismo o el dadaísmo son movimientos artísticos en los que encuentra su inspiración, al igual que en mujeres adelantadas a su época como Sophie Taeuber-Arp o Beatrice Wood, todas estas influencias tan interesantes pasan por su filtro y crea objetos de cerámica realmente impecables.
Te dejo con ella, vas a descubrir a una verdadera artista
Presentación, cuenta quien eres y a qué te dedicas. Mi nombre es Balbina (aunque me acostumbran a llamar Bal), nací en Palma de Mallorca en el 83 y soy creativa y emprendedora por naturaleza. Mi gran pasión y proyecto profesional en estos momentos es sin duda la cerámica, con la que aprendo y disfruto cada día. Pero antes fui fotógrafa, diseñadora e incluso CEO de mi tienda online de mobiliario nórdico, esto último durante algo más 7 años. La carrera en Bellas Artes, y mis estudios posteriores en audiovisuales y en marketing digital me han ayudado a llegar donde estoy. Pero también rodearme de gente interesante a la que valoro y con la que he aprendido mucho. El diseño y la arquitectura han estado siempre presentes en mi vida. Crecí junto a la carpintería de mi padre y mi tío (antes de ellos de mi abuelo). A mi madre siempre le ha gustado trabajar con las manos y se dedicó durante un tiempo a la cerámica, a hacer mosaicos y otras creaciones artesanales, y mi hermana trabaja como arquitecta. Además, mi pareja es ingeniero de la edificación, así que en conjunto me siento rodeada de variedad de mentes creativas que piensan y trabajan con volúmenes, formas y materias cada una con las particularidades de sus distintos campos.
¿Cuando eras pequeña cuál era tu sueño? De pequeña, sin duda quería ser Astronauta, contaba los días que me quedaban para ir a Marte y leía revistas de ciencia (cosa poco popular entre mis compañeros de clase). La arqueología o la paleontología también me atraían, encajaban mucho en mis ganas de descubrir e investigar: recolectaba insectos, piedras o huesos y los estudiaba con un microscopio que me regalaron. Más adelante me di cuenta que lo que más disfrutaba era pintando y dibujando. A los 13 años ya tenía bastante claro que quería cursar estudios artísticos y de un modo u otro montármelo para viajar mucho y conocer mundo.
Algo que te encante de tu trabajo Que lo que creo y diseño lo hago además de con mis ideas, con mis propias manos. No hay nada más satisfactorio que crear un objeto de principio a fin, disfrutando de todos y cada uno de los aspectos de su proceso.
Algo que no te guste tanto A nivel más íntimo, y como muchos otros artistas o artesanos, tengo el defecto de no saberme vender lo bien que debiera, también porque soy algo introvertida (aunque este año estoy trabajando más en ello). A nivel más físico, el tema del reciclaje del barro, que es una faceta de la cerámica que no siempre se ve pero que debe hacerse cada cierto tiempo. Consiste en poner a remojo el barro seco para luego recogerlo y dejar secar hasta un punto para su posterior amasado. Todo ello antes de poder utilizar la arcilla de nuevo para hacer nuevas piezas. Aunque me he acostumbrado a ensuciar, éste es un proceso un poco tedioso y en el que hay que pringarse mucho, por lo que quizás sea el que menos me agrada. Aun así, siempre encuentro la forma de hacerlo más entretenido, poniendo música o escuchando algún podcast.
¿Te hubiera gustado dedicarte a otra cosa? No, ahora mismo me estoy dedicando a lo que realmente quiero sin ninguna duda, en parte porque me conozco más que hace unos años. Creo firmemente que si todos nos dedicáramos a algo que nos llena (aunque varíe en cada momento de nuestra vida), todo, absolutamente todo iría mucho mejor en el mundo. Hay una gran diferencia en contratar un profesional que ama y disfruta de su trabajo y otro que por el contrario vive frustrado porque lo que hace no encaja en su forma de ser.
¿Cuál es la formula de tu éxito? Supongo que la búsqueda de la autenticidad y sobretodo creer en una misma, esto último es esencial.
El mundo online ahora es fundamental, ¿cuando llegaste a él y qué te hizo despegar? Aunque mi faceta de ceramista es bastante reciente, llegué a él hace bastante tiempo. La tecnología y el mundo digital siempre me interesaron y es algo con lo que me he sentido cómoda. Debido a mis anteriores trabajos he tenido que estar al día en marketing y ecommerce. Actualmente, con la gran cantidad de información (y sobreinformación) que nos invade intento mantenerme algo más al margen, principalmente para no saturarme y estar más en contacto con mi trabajo creativo y en definitiva en contacto con la tierra, que es la materia con la que trabajo. No obstante, no me cabe duda que internet y las redes sociales son indispensables para cualquier negocio actual. Para mí Instagram o Pinterest son herramientas clave para darme a conocer en estos momentos.
Cómo te inspiras, referentes, influencias... Me inspira mi entorno, el mediterráneo, la isla. Aquí hay una tradición de realizar piezas cerámicas que se remonta a tiempos lejanos y que no puedo obviar. Pero también me siento atraída por la filosofía nórdica (el hygge de los daneses) y la japonesa (el wabi sabi). Las geometrías de la arquitectura Bauhaus, el constructivismo y también el movimiento dadá son corrientes que me atraen. Mujeres como Sophie Taeuber-Arp (la mujer aún poco conocida de Jean Arp) o la “madre” del dadaísmo Beatrice Wood, que fue ceramista, son algunos ejemplos de mujeres artistas y feministas que me interesan.
¿Cuándo te enamoraste o cómo descubriste que a lo que te dedicas es lo tuyo? Si me dijesen hace 10 o 15 años que hoy estaría haciendo cerámica, no me lo creería. Pienso que he llegado hasta aquí gracias a un proceso de madurez. Es cierto que el arte y la creatividad es algo que ha estado ligado a mi de un modo u otro, pero antes me interesaban más las técnicas de lo inmediato, lo casi instantáneo. Pese a que tuve gran interés por la escultura durante mis años de facultad y estuve tocando barro durante algún tiempo, finalmente me especialicé en fotografía y vídeo porque podía plasmar lo que veía y como lo quería rápidamente. Hoy ya no pienso exactamente igual, ahora disfruto del proceso, tengo mucha más paciencia que antes, y eso me ayuda porque la cerámica si requiere de algo es de muchísima paciencia y lentitud. No le gustan las prisas. Si tuviera que escoger un momento concreto, fué hace un par de años cuando le pregunté por casualidad a mi madre si podía probar el torno de alfarero que tenía algo olvidado al fondo de su taller (nunca antes lo había probado de utilizar). En esos momentos hacía poco que había cerrado mi tienda online de muebles nórdicos y no sabía muy bien hacia dónde tiraría. La primera pieza que torneé con mis manos me produjo una sensación de conexión y de contacto con la matéria difícil de describir. Al poco tiempo le pedí prestado el torno para llevármelo a casa y continuar experimentando esa misma sensación.
¿Cómo es tu espacio de trabajo ideal? Mi espacio de trabajo ideal es el que espero tener en unos meses. Estamos rehabilitando una vivienda preciosa y muy antigua en un pequeño pueblo de la isla (Lloseta) y en frente de la casa hay un almacén separado que es el que se convertirá en mi futuro estudio. Ahora mismo dispongo de poco espacio, porque trabajo desde casa y a menudo no me bastan los metros cuadrados para todo. A veces el barro llega hasta habitaciones donde no debería de estar, pero me las voy apañando. Tengo la suerte de que mi pareja es alguien que me comprende y hace la vista gorda en la mayoría de ocasiones. Está proyectado que mi nuevo taller tenga un espacio para el horno, una zona para tornear, estanterías amplias y una mesa de trabajo alta. Todo esto es esencial, pero también hay dos cosas más que quiero sí o sí en mi nuevo espacio: una es tener algunas plantas, me he acostumbrado a vivir estando cerca de ellas y son importantes para mí en muchos aspectos. La otra es el orden, algo que valoro mucho últimamente. El imaginar el tener un lugar para cada cosa y que esté lo máximo de ordenado posible ya me ilusiona. Estoy pensando también en poner un pequeño showroom, pero ya se verá.
¿Cuál es tu filosofía de trabajo? Uno de los valores que intento transmitir es mi consciencia ecológica. Mis jaboneras para jabón sólido son un ejemplo de ello. Reutilizar una y otra vez los mismos objetos (como ya hacían nuestras abuelas) y evitar a toda costa los materiales de un solo uso me mueve a crear piezas para las personas que valoran esto mismo. No es lo mismo un objeto que durará segundos o días, hecho de forma industrial, que un objeto que puede durarte toda una vida y con una historia detrás. Si además conoces a la persona que lo ha creado y encima es útil y te atrae estéticamente, entonces es una pasada. El conjunto de todo esto es lo que te ayuda también a preservarlo el máximo tiempo posible, y en consecuencia a generar menos residuos. Para mi esto es un win win entre los valores humanos y nuestro planeta.
¿Cómo ha sido tu evolución? Como antes mencioné, ha sido el proceso de madurez y de crecimiento personal el que en definitiva me ha llevado hasta aquí. Creo que me queda mucho aún por evolucionar y crecer, técnicas por aprender y procesos en los que experimentar. Es muy importante formarte y sobretodo no parar nunca de investigar.
Proyectos actuales Ahora mismo estoy sacando una colección de lámparas que espero mostrar en las próximas semanas, y con las que estoy bastante satisfecha.
Proyectos futuros Por un lado estoy diseñando varios productos nuevos para la casa (no sólo jarrones o vajilla). Por otro, el tema de dar algún curso o monográfico es algo que me piden y que quizás de cara al año que viene pueda organizar.
Una reflexión sobre tú mundo Hablar de la cerámica hoy implica hablar del mundo 2.0. Personalmente creo que estamos en un buen momento para los creadores. A muchos makers se nos está reconociendo gracias a las redes sociales. Antes solo podías encontrar información en museos, bibliotecas o yendo directamente al taller del artista, ahora puedes ver las creaciones y el trabajo de forma instantánea y gratuita, incluso comprar o comunicarte directamente con el creador a distancia. Yo esto me lo tomo como algo interesante y positivo. Por otro lado, la cerámica nunca antes había sido tan viral, y eso se ve claramente por el interés que suscitan algunas cuentas de Instagram con miles de seguidores (Tortus, Helen Levi, Jon Almeda...). Como también pasa en otros campos, con la llegada de las redes sociales se genera mucho ruido y hay que aprender a distinguir. Nos hemos acostumbrado a estar bombardeados de belleza superficial, imágenes simplificadas e idealizadas, y eso está lejos de la realidad. Muchas veces falta contexto y mirar bajo las capas de purpurina que nos han puesto delante.
Cuestionario Expres
Cómo serían tus vacaciones perfectas. He tenido la oportunidad de haber vivido varias vacaciones fantásticas fuera de mi hogar: Islandia, Bali, Japón, Nueva Zelanda... Me quedo con un lugar sosegado, alejado de multitudes y en contacto con la naturaleza.
Último libro. Estoy terminando Wabi-sabi, nuevas consideraciones de Leonard koren y El universo en tu mano, de Christophe Galfard, uno de los discípulos de Stephen Hockins.
Un personaje literario. Mafalda, de pequeña mi padre me llamaba así porque llevaba el pelo igual (xD). Pero siempre me ha gustado por su personalidad crítica e inconformista a la vez que ingenua.
En qué te fijas cuando conoces a alguien. En si la persona es auténtica o genuina. Me suscita interés la gente que tiene sus propias ideas.
Qué 2 cualidades aprecias de una persona. Que sea positiva y con sentido del humor.
Algo en lo que no dejas de pensar últimamente. La crisis climática, es el desafío más importante al que nos enfrentamos todos los seres del planeta.
¿Qué es lo que más te gusta en el mundo? Sería más bien una sensación. Como me fascina el hygge (palabra danesa que describe felicidad o una experiencia muy confortable), sería algo así como estar en un interior agradable, con una taza de chocolate o té, escuchando música o el sonido de la lluvia. Es lo que más disfruto.
Una canción que siempre te hace bailar. Difícil, me viene a la mente Praise you, de Fatboy slim (el videoclip es simplemente genial), pero casi cualquiera de Daft punk, Justice o OK GO pueden servir.
Una palabra que te guste. Flow (o fluir)
Una máxima. Menos es más
Un deporte. Siempre he sido negada para los deportes. Me quedo (no se si valdrá) con mis clases semanales de Lindy hop, un baile social que parte de la música swing y que se remonta a los años 30. Lo practico desde hace años y pese a que soy bastante patosa lo disfruto mucho.
Qué película no soportas. Caótica Ana, recuerdo que me decepcionó mucho al verla en el cine, porque hay varias pelis de J.Médem que me encantan.
Un aroma. A mar o hierba recién cortada.
Un recuerdo. Con mi hermana cantando y saltando como locas viendo videoclips en la MTV de los 90.
Un deseo. Que todo el mundo tomase conciencia del mundo que les rodea, menos egoísmo y más educación.
Muchas gracias a ti, por contactarme y por hacer una sección que da a conocer personas creativas y emprendedoras tan interesante. Te agradezco tu palabras Bal, es un placer hacer estos post.
Si no quieres perderte nada de lo que hace Bal te dejo su Instagram y la tienda online