Continuamos con la entrevista al autor andaluz, esta vez centrada en aspectos de las editoriales, y el papel del autor en las mismas. Si queréis leer la primera parte esta aquí.
- ¿Tienes libertad, ya sea en Marvel o en DC, para hacer alguna propuesta de serie (o proyecto)?
Sí, sí. Vamos, de hecho, antes de hacer X-Men, estaba trabajando en una cosa con Brubaker que al final quedó aplazada porque me pidieron que me uniera a
Uncanny y dije que sí. Dejamos aparcado ese trabajo con Ed, y eso que llevábamos muchos años queriendo trabajar juntos. Y la idea surgió de mí, quería meter al “Tea Party” de alguna manera en el
Universo Marvel, la presencia de esa nueva fuerza social en Norteamérica y como afecta eso al Universo Marvel. Tengo interés en trabajar en esa dirección, y creo que Ed es el autor idóneo para eso y bueno, pues quizás lo retomemos en algún momento.
- La editorial suele ser bastante exigente en tiempos de entregar, pero: ¿Un autor tiene oportunidad para rechazar los proyectos que le asignan, si no está a gusto o no quiere hacerlo?
Sí, claro. Si no puedes, no quieres, o lo que sea la editorial no te obliga. Nadie te obliga a tener que trabajar, aunque bueno, no lo sé, a mí no me obligan, pero bueno, cuando normalmente son editores amigos y te presenta un proyecto preparado para ti, te presentan el deadline y te dice: “mira, vas a tener dos páginas, tres páginas semanales para que estés cómodo”, te cuesta decirle que no. Es lo más difícil en esta profesión. Yo conservo todavía mi primer “no”, que me dolió mucho, y lo conservo en una cinta de contestador automático de aquella época. Fue a los
Sovereign Seven de Claremont, y aquello me fastidió muchísimo, porque era al principio de mi carrera, cuando Claremont aun estaba calentito de haber dejado los
X-Men recientemente. Que me pidieran trabajar en esa serie y tener que decir que no me dolió mucho.
- Entrando ya en temas específicos, ¿tras años alejado de Marvel, cómo has encontrado la editorial en tu regreso?
La encuentro mucho más parecida a la editorial con la que yo trabajaba que la editorial que yo dejé cuando me fui a DC. Salvo en circunstancias editoriales de fechas entregas inaplazables hoy día, donde como lo que te decía antes, hay tebeos hechos por dos o tres dibujantes. Salvo en eso, creo que se parece mas a la Marvel clásica que a la Marvel rompedora que yo dejé en el 2000. En ese sentido, Marvel ha renunciado a muchas premisas que en el 2000 parecían inamovibles, como el no querer tratar determinados temas, el cambio del superhéroe abandonando el traje de látex y el uniforme clásico, e irse mas por el cuero peliculero de los X-Men… Marvel ha renunciado a todo eso y eso la ha acercado más a la editorial clásica. Dicho de otra manera, en el año 2000, un proyecto como
Avengers vs X-Men, parecía imposible.
- Has trabajado con autores nuevos, que están surgiendo y teniendo mucho éxito, como Jonathan Hickman en Ultimate Thor. ¿Qué impresión te ha dado? ¿Qué tal fue la experiencia?
El trabajo con Jonathan es fabuloso, el guión es de los mejores con los que yo he trabajado y a mi me encantaría volver a trabajar con él. Me parece que fue inteligentísimo. La estructura del guión, ese movimiento del pasado… pasado remoto, pasado años cuarenta y pasado anterior a los
Ultimates… esa jugada de moverse en el tiempo me pareció muy inteligente. Jonathan me sorprendió muchísimo, pero mucho, mucho, mucho.
- Cuando te mandan un trabajo de autores como Hickman o Gillen, que acaban de aparecer y no has trabajado con ellos antes: ¿Sueles leer sus cómics anteriores?
No, no… Leo lo que tengo que hacer y trabajo en función de lo que recibo. No sé en qué me puede ayudar leer otras cosas de esos autores. Por ejemplo, en el caso de Jason Aaron, ya le conocía, ya era seguidor de su trabajo, y es uno de mis autores favoritos en la actualidad. En
Schism [
Cisma, el crossover mutante], el guion con el que yo trabajé me pareció soberbio. Conoce bien a los personajes, mueve bien los ritmos y Jason me parece uno de los grandes guionistas del presente. Y creo que lo próximo que voy a hacer, va a ser con el. Y Jonathan, ya te lo decía antes, me parece otro de los valores emergentes. En el caso de Kieron Gillen, creo que el arranque de Uncanny jugaba en su contra, él ha recibido una herencia envenenada, que es el celestial puñetero de
Neil Gaiman en
San Francisco. Y claro, una colección que arranca como
Uncanny X-Men y que en lugar de centrarse en los propios elementos de la propia colección, tiene que dedicarse a limpiar la casa… No sé si es que se dieron cuenta tarde de que había un Celestial plantado en San Francisco y había que quitarlo de en medio. Entonces claro, me parece que eso es una jugada que le ha fastidiado al arranque de Uncanny, no lo sé. Lo mismo resulta que estoy equivocado. Yo hubiera preferido que el arranque se hubiera centrado en las propias claves que surgieran del propio grupo, no un elemento tan accidental como es el hecho de que Neil Gaiman dejara un celestial abandonado en San Francisco.
- Respecto a tu trabajo en DC, muchos aficionados hemos tenido la sensación de que la editorial no ha sabido aprovechar los autores en exclusiva que ha tenido, tales como tú, Mark Bagley o Adam Kubert. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
No lo sé, yo… Mi etapa en DC, el recuerdo que tengo de ese tiempo es estupendo:
Superman es uno de mis trabajos favoritos. Arrowsmith, que también pertenece a DC; la
JLA/JSA… desde una manera personal, desde el punto de vista del aficionado no sé…
Lo que quiero decir es que el último par de años sí hubo un cierto desconcierto en el que no se sabía muy bien por donde iba a tirar DC, y yo creo que ya se estaba intentando establecer una nueva línea de salida, que al final ha acabado en los famosos 52 [Relanzamiento de toda la linea editorial en torno a cincuenta y dos series]. Se estaba planteando y se estaba gestando y se trabajaba más en ese futuro cercano que en el presente. Y en ese sentido, pues yo recuerdo que Dan DiDio me habló de un proyecto que tenia en mente, que era el proyecto de las novelas graficas, en el que el pretendía relanzar el universo DC, tipo Ultimate, pero distinto, en que iban a coexistir el Universo Clásico y el Universo Nuevo. En el Universo Clásico, los personajes iban a dejar de ser las personas que eran; quiero decir:
Bruce Wayne muere y su papel como Batman, lo ocupa Dick Grayson; Diana Prince también muere y su papel lo ocupa Donna Troy… y lo de Superman. Estaba en secreto quien iba a ocupar el papel de Superman. Se trataba de evolucionar el Universo Clásico, hacerlo crecer y crear un nuevo universo, en el presente, tipo Ultimate, donde
Clark Kent fuera Superman, Bruce Wayne fuera Batman, donde Diana Prince fuera Wonder Woman. Esos proyectos iban a arrancar en unas novelas graficas, con su origen, que fueran algo así como la Biblia de cada personaje, y después se continuaba la colección mensual. Yo iba a hacer Wonder Woman, con Grant Morrison, pero aquello se dilataba de una manera excesiva… Jim
Lee iba a hacer la Liga de la Justicia, Adam Kubert iba a hacer
Batman. El caso es que entre una cosa y otra, la cosa se iba dilatando, se iba dilatando y yo estaba en
Arrowsmith, haciendo la segunda parte. Me llama Dan, que me necesita para
Final Crisis, y yo tenía también esa sensación de estar en tierra de nadie. Pero no creo que fuera un desaprovechamiento de los autores, sino que la propia editorial estaba en un momento de transición buscando una nueva salida, hasta que ha encontrado el nuevo 52.
- Pero el proyecto que me estas mencionando me recuerda mucho al concepto de Tierra Uno. Superman Tierra Uno de Stranczinsky y Shane Davis.
¿Es eso? Es que hace mucho tiempo que no leo tebeos, no sé si al final eso ha salido. No sabia que al final había acabado reconvertido en
Tierra Uno.
- Si, pues al final salio Superman, mientras que Batman aun no ha salido.
Pues esa era la idea que había originalmente, tal y como te lo he contado; y después se habrá reconvertido, a consecuencia de los nuevos 52. En fin, no sé. Ya te digo que en los últimos momentos en DC tenia la impresión de que se estaba trabajando en proyectos, pero que se estaban viendo distintas posibilidades y en aquella época en la que yo estaba no había ninguna posibilidad concreta. Eso implicaba que tocaba, o bien asumirlo y esperarte, o bien trabajar en cositas puntuales, como estábamos haciendo la mayoría. O bien, irte a otra editorial y hacer otra cosa.
Redacción y transcripción: Moisés Hassan
Corrección: Tomás Sendarrubias Agradecimientos al autor por cederme su tiempo.
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