Revista Cultura y Ocio
“Este país siempre ha estado en continua transición. No debemos tenernos miedo a nosotros mismos”
El Museo Adolfo Suárez y la Transición conmemoró el famoso 23-F, el intento fallido de Golpe de Estado que apuntaló definitivamente la Democracia actual española con la visita del periodista Carlos Santos, que presentó su libro “333 Historias de la Transición”. Carlos Santos tiene un currículum tan amplio que parece imposible ofrecerlo aquí al completo, es el dueño de “La Libreta Colorá”, podemos escucharle en muchos programas de Radio Nacional de España, especialmente con Pepa Fernández en “No es un día cualquiera”, le podéis ver en La Sexta, en Al Rojo Vivo y es una de las voces radiofónicas de referencia de este país tan extraño que algunos seguimos llamando España.
¿Qué se van a encontrar los lectores de “333 Historias de la Transición”?
Se van a encontrar una historia escrita por alguien que no quería defender nada, solamente contar, simplemente recordar, simplemente poner más o menos en orden piezas de aquel mosaico de ilusiones colectivas, de miedos, de heroicidades grandes o pequeñas, de dolor, de ilusión… que hubo en los años 70, en la Transición. Contado por alguien que no tiene ningún interés personal. La mayor parte de los libros que se escriben sobre esa época los escriben los que fueron sus protagonistas, tiene entonces un valor documental muy importante para los historiadores pero siempre están pasados por el tamiz del propio interés, de querer quedar bien. Esta es la historia contada por un ciudadano que ha recurrido a las historias de medio centenar de otros ciudadanos.
¿Han dejado los políticos de escuchar a los ciudadanos?
Creo que han perdido hilo, se les ha endurecido el oído. Algo de eso sí que ha ocurrido. Si en lugar de discutirse unos a otros, que es algo que deben hacer, también escuchasen a los ciudadanos y mirasen a la sociedad, todo nos iría mucho mejor. Creo que todos los partidos en liza ahora mismo quieren lo mismo, pero no se escuchan y no se saben entender. Creo que hay cuatro o cinco ideas que nos pondrían de acuerdo a todos y que son muy importantes. Y deberían hacerse mirar los casos de corrupción, las cifras son escalofriantes, 7140 detenidos por asuntos relacionados con la corrupción de dinero público. Si escuchasen a la población sabrían que algo tiene que cambiar.
¿Cómo ves el panorama político actual?
No nos tenemos que tener miedo a nosotros. Hay países que hemos creído siempre que eran unos jardines paradisíacos en todos los sentidos, como Dinamarca por ejemplo, tiene unas trifulcas políticas impresionantes. Ya no decir Italia, donde viven con una continua contradicción entre ellos mismos y no por eso deja de progresar el país. Monarquías europeas como la belga es un país partido políticamente por la mitad y es un país que estuvo año y medio sin gobierno, y el país continuó funcionando. No pasa nada porque haya un tránsito político complicado, lo que pasa es que no estábamos acostumbrados. Hay que confiar en las personas que nos representan y en que tengan el sentido común suficiente como para poner todo en marcha.
¿Cómo fue la presentación en el MAST?
Estoy todavía emocionado, fue precioso. Solo había estado una vez antes en Cebreros y fue con Adolfo Suárez, fue una visita muy breve en la campaña electoral de 1982. Suárez ya no estaba en el gobierno y había formado el CDS. Yo estaba entonces en Diario 16 y como era el más joven me enviaron a mí, porque en aquel momento Suárez no le importaba a nadie. Después de dar el mitin de Madrid, la última noche de campaña electoral de 1982, estuve con Adolfo Suárez en Cebreros. Estar allí, rememorando el espíritu de Suárez, que es una manera de evocar lo mejor de nosotros mismos fue muy emotivo. Además había allí más de cien personas, aquello estaba abarrotado, no me podía creer que un martes de febrero por la noche se pueda reunir tanta gente para conversar y escuchar.
¿Qué me dices del Museo?
El Museo es una razón magnífica para visitar Cebreros. Si no se conoce hay que conocerlo ya. Tiene mucho mérito. Hay que agradecer a las instituciones que lo han puesto en marcha y a las personas que lo cuidan con mimo, a Cristina Blanco, su directora, a Cristina Recio, su colaboradora y a todas las instituciones, empezando por el ayuntamiento de Cebreros, que lo mantienen vivo. Aparte de que tiene mucho futuro, porque se podrá ir mejorando y añadiendo cosas, ya lo que hay es un motivo suficiente para viajar a Cebreros. Evocar a Suárez es un motivo para evocar lo mejor de nuestra historia, una parte que me estoy dando cuenta de que mucha gente no conoce. La gente habla de oídas de aquel periodo con una ignorancia preocupante.
Entrevista emitida en Castillos en el Aire
y publicada en la edición impresa Nº98 de A21