Realizada en la edición digital del Diario Lanza.
Fernando Murillo es el nuevo presidente de Minas de Almadén y Arrayanes S.A. (Mayasa). Nacido en Madrid hace 65 años proviene del mundo financiero y de Paradores Nacionales. Quiere sacarle el máximo rendimiento a las potencialidades que tiene la compañía, una vez que, el año pasado, la UE prohibió la comercialización del mercurio. Sobre la declaración como Patrimonio de la Humanidad se muestra convencido de que es una labor de siembra y que puede ser positivo con la colaboración de todos.
P. Lleva apenas unos diez días como presidente de Minas de Almadén, ¿cuál es la primera impresión que le ha causado la situación de la empresa?
R.- La empresa ha sufrido un cambio sustancial desde el momento en el que la Unión Europea prohibió la comercialización del mercurio. Ha perdido, casi, su objeto social y ahora se trata de mantener la empresa por la significación que tiene su historia en Almadén y por lo que puede aportar.
P.- ¿Por dónde habría que caminar?
R.- Hay colaterales en la empresa donde pretendemos desarrollar una actividad. Tenemos la Dehesa de Castilseras para desarrollos agrícolas, ganaderos y cinegéticos. Otro punto que es importante, con la nominación de Patrimonio de la Humanidad, es el impulsar el Parque Minero. El tercero es el Centro Nacional de Descontaminación del Mercurio y su potenciación. Un cuarto aspecto es la posibilitad de ubicación en Almadén del almacenamiento temporal del mercurio de la Unión Europea.
P.- ¿Cuántos trabajadores hay ahora en Mayasa?
R.- Hay 68 personas. Parte está en Madrid, donde hay 12, y el resto está distribuido en el Centro Tecnológico, el Museo del Mercurio y Parque Minero y la Dehesa de Castilseras.
P.- Se lleva hablando de que Mayasa caminaba a la desaparición, no sé si con la declaración de Patrimonio de la Humanidad la situación puede haber dado un giro...
R.- No creo que haya intención de que desaparezca, bajo ningún aspecto. La mina actualmente es museo, está abierta al público, se muestra y aporta a la historia de nuestro país un acerbo que no hay que desdeñar. La intención es potencial toda nuestra historia en el desarrollo minero y lo que ha aportado social, económica y culturalmente al país. Insisto, intento potenciarla al máximo.
P.- ¿Cuál es el futuro de la actividad agrícola, ganadera y cinegética?
R.- Quiero consolidar esa actividad, no solo porque ocupa mano de obra, si no porque es
una actividad que da ingresos que la empresa necesita para mantener la actividad una vez que ha desaparecido la comercialización del mercurio. En pocos días quiero acercame a Almadén para hablar con el responsable de la Dehesa y centrame en lo que hay, los problemas que existan y cómo podemos solucionarlos.
P.- En la Dehesa de Castilseras hay pendiente, desde hace años, un proyecto para desarrollar suelo industrial, ¿cómo está el mismo?
R.- Ese asunto está parado. De momento, digamos que no es mi prioridad.
P.- Ha hablado de impulsar el Centro Tecnológico de Descontaminación del Mercurio, ¿cuáles son sus planteamientos para ello?
R.- En investigación sobre mercurio, Almadén es líder. Potenciar la investigación, el tratamiento para la estabilización del mercurio, ahí podemos aportar mucho para el resto de Europa. También pienso que se puede utilizar para análisis y valoración de otros elementos, si estamos en condiciones de ello. En estos momentos tenemos un equipo preparado para el mercurio, pero, si la demanda lo requiere, podemos investigar sobre otros metales.
P.- Ha hablado antes del almacenamiento temporal de mercurio como un elemento en el que trabajar, de este tema se habló hace unos años, ahora parece más parado, ¿En qué momento se encuentra?
R.- La ubicación en Almadén del almacén temporal es una posibilidad. Es un tema que, para mediados del año que viene, la Unión Europea tiene que decidir las directrices y, en este sentido, Mayasa y la comarca de Almadén están en condiciones de ofrecer un servicio a la Unión Europea.
P.- Este tipo de proyectos siempre llevan una contestación ecologista, la historia de Almadén ¿facilita la seguridad de este tipo de instalaciones?
R.- Facilita las cosas nuestra capacitación técnica. Sin duda alguna, como se puede imaginar, la potencialidad del almacenamiento temporal está condicionada por la seguridad, en relación con la contestación de pudiera haber por la posible contaminación. Eso está bastante estudiado y, sin duda alguna, no haremos nada que signifique inseguridad o inestabilidad.
P.- La extracción del cinabrio y la producción de mercurio acabaron en 2003, dos años después vino la decisión de la UE de prohibir la comercialización, ¿me imagino que este aspecto es actualmente inexistente?
R.- La comercialización acabó en marzo del año pasado. Desde entonces no hay actividad.
P.- ¿En este contexto, que puede aportar la declaración de las minas y de Almadén como Patrimonio de la Humanidad?
R.- Hasta donde yo veo, la declaración lo que puede aportar es mejor conocimiento y mayor interés a nivel nacional e internacional sobre Almadén y sus minas. El reclamo de ser Patrimonio de la Humanidad es algo que debemos vender para incrementar la afluencia a Almadén, de tal forma que le dé riqueza, conseguir que el turista se quede. Con ello se potenciaría el sector hotelero, el gastronómico, etc. De esta forma, dinamizaríamos la actividad económica de la localidad y su entorno.
P.- Siempre se ha dicho que uno de los problemas de Almadén son las comunicaciones, llegar allí y salir de allí, ¿sería un buen momento para acercar la población al resto del país?
R.- Yo le cuento mi experiencia. La carretera que va de Ciudad Real a Almadén yo la veo muy bien, en un estado excelente, aunque bien es cierto que está fuera de las redes de autovía. Entiendo que está suficientemente bien para excursiones. Hay un montón de colectivos que tienen mucha actividad cultural y turística, como las universidades de mayores. A su vez, las grandes multinacionales también tienen sus colectivos de prejubilados y jubilados, que también tienen muchas actividades de este tipo. A mi juicio, deberíamos incidir en estos grandes colectivos para potenciar las visitas, dado que con la nominación se hace más atractivas.
P.- La nominación debe conllevar una colaboración entre administraciones, la propia Mayasa, propietaria de las minas, ¿cómo se debe articular esa colaboración?
R.- Mi idea, en principio, es hablar con el Ayuntamiento para hacer una labor conjunta y, luego, con la Junta de Comunidades, sin duda alguna, para ver hasta dónde puede colaborar y, a nivel nacional, con el Ministerio de Cultura.
P.- ¿Cómo se ha recibido la noticia en el Gobierno central?
R.- En los momentos que corren, una noticia como ésta se ha recibido muy bien. Además de en la prensa provincial y regional, en la prensa nacional también ha habido mucho eco. Eso es algo que forma parte de nuestra tarea, el potenciarlo y empujar a los agentes que pueden ayudarnos a dinamizar el tema para que entremos en los circuitos turísticos.
P.- ¿Si todo rueda bien, cuándo podrían empezar a verse los resultados del nombramiento como Patrimonio de la Humanidad en su opinión?
R.- Esta es la típica labor de siembra, de estar ahí y esperar resultados. Ver cómo evolucionan los resultados para decidir si hay que llevar a cabo otro tipo de iniciativas. Nos ha pillado en plena temporada turística, con lo cual, por mucha prisa que nos demos, la cosa este año está complicada. A partir de septiembre, el tema hay que dinamizarlo y, quizá tengamos algún reflejo y nos pueda dar alguna pista de cómo se va a desarrollar el tema a partir del segundo semestre del año que viene, cuando pase el invierno y los fríos que es más complicado a nivel de visitas.
Fuente: lanzadigital.comFotografia: J. M. Sanchis