Javier Sánchez Zapatero y Àlex Martín Escribà son los fundadores, directores, creadores, factótum, en suma, del Congreso de Novela y Cine Negro que se celebra en Salamanca desde hace ya ¡¡trece!! ediciones. Esta testigo puede asegurar que estos muchachos tienen mucho mérito. No solo por su tenacidad, no solo porque han conseguido vincular a una universidad como la de Salamanca con un género “popular” como el género negro, sino también porque, cuando uno está allí, como participante o como oyente, siente una gratificación interior, por ser de los afortunados que gozamos con la novela policial.
La aportación de este congreso de Salamanca para dignificar y engrandecer al género es enorme y quizá solo seamos capaces de reconocerlo en el futuro. Mi manera de reconocerlo en el presente es esta pequeña entrevista.
Entrevista por Nines Salgado
Primera y obvia pregunta, cómo os conocisteis
Fuimos compañeros de clase en la Universidad. El Congreso nació como una iniciativa de dos amigos y así lo hemos visto siempre: del mismo modo que nos tomamos cervezas al salir de trabajar o quedamos para contarnos nuestras cosas, organizamos un Congreso.
Segunda y aún más obvia, cómo se os ocurrió la idea de organizar un congreso de novela negraA los dos nos gustaba la novela negra y nos dimos cuenta de que no existía ninguna actividad ni evento académico vinculado al género. Había festivales, como la Semana Negra de Gijón, pero desde el ámbito universitario no se hacía nada. De algún modo, lo que hicimos al crear un curso reuniendo a expertos y creadores del género fue intentar crear lo que la Universidad no nos podía dar. Nos parecía, y nos sigue pareciendo, que las estructuras universitarias y académicas son a veces muy rígidas y están muy ancladas en el pasado y que era necesario airearlas un poco, y algo así intentamos con el Congreso: aportar algo nuevo y muy apegado a la realidad y a los gustos contemporáneos a la Universidad.
¿Fue muy difícil conseguir el apoyo de la Universidad de Salamanca?Bueno, al principio costó. Éramos muy jóvenes y andábamos un poco perdidos, y realmente hasta conocer los entresijos de la estructura universitaria y saber cómo gestionar las cosas tardamos un poco… De todos modos, siempre hemos estado apoyados por departamentos, facultades y servicios de la Universidad, y no podemos más que sentirnos agradecidos por ello. Y, claro, tener detrás el respaldo de una Universidad tan legendaria y reconocida como la de Salamanca siempre ayuda.En vuestra página web, http://www.congresonegro.com/, veo el cartel del I Congreso del año 2005 y lo calificabais como Curso Extraordinario. ¿Respondía a alguna razón concreta?Por razones administrativas, toda actividad que se hiciera fuera de las clases en aquel momento respondía al nombre de Curso Extraordinario, fuese un Congreso, unas Jornadas, un Simposio, un Curso etc. De hecho, en aquel momento, a pesar de darle el nombre de Congreso, lo que hacíamos era más bien unas Jornadas, monotemáticas, con un programa cerrado y a las que solo acudían conferenciantes invitados.
El número de ponencias participantes ha crecido de manera espectacular desde ese primer congreso hasta el de este último año, celebrado del 2 al 5 de mayo, ¿pensasteis que llegaría a tener esta respuesta?
Comenzamos a abrir el Congreso a comunicantes a través de call for papers en el VI Congreso, en el año 2010. Ese primer año llegaron alrededor de 30 comunicaciones y a partir de ahí no hemos dejado de crecer: cada año viene más gente, hay más sesiones simultáneas… La verdad es que es algo que no deja de sorprendernos.Por otra parte, llama la atención no solo la variedad, sino el nivel de las comunicaciones…
El comité científico hace una labor de selección, con lo que no se acepta todo lo que llega. Intentamos que el Congreso tenga un buen nivel científico, para lo que siempre manejamos dos criterios: por un lado, que no haya ponencias que se salgan del tema y se ocupen de cosas que no tienen nada que ver con el género negro; por otro, que haya unos mínimos de rigor, coherencia, originalidad, redacción, y, en general, todo aquello que se le ha de pedir a una comunicación científica.
Ahora voy a cometer un pecado que detesto en los periodistas –aunque, bien pensado, yo no lo soy…- Pregunta con opinión personal incluida. Para los medios es muy fácil hablar de Semanas, Encuentros, etc. de novela negra en los que se reúnen los escritores a hablar sobre el género. No quiero decir que estos encuentros no estén bien. Al contrario, dan visibilidad al género y los autores pueden dar a conocer su obra. Pero ya son mediáticos de por sí, para el periodista no suponen ningún esfuerzo. Encuentro injusto que el Congreso de Novela y Cine Negro de Salamanca no salga más en los medios. Podéis explayaros, callaros o hablar solo en presencia de vuestro abogado…
Esto era algo que antes nos sorprendía e incluso nos molestaba mucho, pero que ya tenemos bastante asumido. Contamos con muchos inconvenientes: Salamanca no deja de ser una ciudad de provincias que apenas tiene repercusión; nuestro presupuesto es pequeño y no podemos gastar dinero en tener un jefe de prensa, en publicidad o en cualquier tipo de iniciativa que te permita salir más en los medios; el hecho de ser una actividad académica resta algo de interés al evento desde el punto de vista mediático… Hay que asumir todo eso y darse cuenta de que el éxito no está en aparecer en los medios, sino en haber logrado mantenernos a lo largo de trece años sin perder jamás el respaldo de los asistentes y los comunicantes, que se ha ido incrementando con los años.¿Podéis hacer un somero balance de los 12+1 congresos realizados hasta ahora? ¿ y avanzarnos algún proyecto de futuro?
El balance es inmejorable: en general, han salido bien y nos lo hemos pasado bien haciéndolos, así que poco más se puede decir. ¿Proyectos de futuro? Seguiremos dando guerra.Y ahí va la última y, cómo no, obvia última pregunta. ¿Cómo veis el panorama de la novela criminal española?
En franca decadencia. Se sigue publicando mucho y es cierto que sigue habiendo buenas novelas y autores muy recomendables, pero en líneas generales creemos que se tiende bastante a la estereotipación y a un tipo de novela negra que tiene más que ver con el “costumbrismo con policía protagonista” que con lo que nosotros creemos que tiene que ser una buena novela negra.