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Entrevista a Joseba Alfaro

Publicado el 09 noviembre 2020 por Librosquevoyleyendo @librosqvleyendo

Y de repente me encuentro con una novedosa propuesta literaria de quien ha ocupado sus mejores años dando vida a personajes en excelentes guiones cinematográficos. El cine y quien escribe han estado unidos desde siempre. Ahora me relaciono con guiones y guionistas pero, sobre todo, con excelentes historias. Es por ello que me atrajo la idea de crowdfunding para dar forma a esta realidad cada vez más cercana que es la de crear un libro como fruto de un mecenazgo colectivo. Nos apuntamos, por supuesto, a hacer visible esta iniciativa en torno a una historia desarrollada en el Madrid de los años noventa cuyos tentáculos se extenderán por distintos puntos del país, y por extensión del globo, en una aventura digna de James Bond. Pero el trasfondo de la trama tendrá mucho de denuncia social y unos tintes políticos que no pasan desapercibidos para quien se deja seducir por el hilo conductor creado.

El protagonista, Jon, se verá implicado en una complicada trama en la que deberá ser más rápido que las circunstancias que le rodean con el propósito de conservar la vida y hasta la cordura. Novela noir con tintes de suspense y notas de realidad sin dosificar, promete esta peculiar Caza "cazarnos" a los que nos atrevamos a apuntarnos a esta aventura.

Mejor será sentar en un café a Joseba y preguntarle acerca de su proceso. Nos consta que algunas de las preguntas que le vamos a formular ya las ha contestado. Por ello, amigos suyos como nos consideramos, reproduciremos al principio respuestas que ya ha ofrecido a otros medios y que le sirven para presentar su proyecto para, a continuación, ponerlo en algunos aprietos.

Hola Joseba, bienvenido a Libros que voy leyendo, espero que el café esté a la temperatura que te gusta. Déjanos cortar y pegar tus credenciales y te esperamos cuando el lector ya las haya leído.

Entrevista a Joseba Alfaro
Es tu primera novela, pero ya has contado otras historias...

Vengo del mundo del cine y la televisión, donde trabajo principalmente como montador, y también he escrito tres guiones de película y dos proyectos de serie de televisión, además de haber escrito y dirigido varios cortometrajes que han sido proyectados y premiados internacionalmente. En su día estudié cinematografía, donde te enseñan a contar historias. Y así es como quiero vivir mi vida, contando historias.

¿Por qué una novela? ¿Por qué ahora?

"La caza" nació del proceso de documentación del que iba a ser mi próximo largometraje y que decidí desarrollar en una ficción literaria por dos motivos. El primero, debido a la cantidad de información que hubiera tenido que descartar en una película y que me parece esencial. El segundo, porque un guion cinematográfico es una obra inacabada creada para filmarse. Necesitaba sentir que podía terminar un proyecto por mí mismo sin depender de la búsqueda de financiación, actores y equipo, distribución...

Así que descartas una película. Pero, ahora que las series están de moda...

Sí, lo he pensado. Creo que podría ser una buena miniserie de seis u ocho capítulos. La propia estructura de la novela favorecería una narración audiovisual en varios capítulos.

¿Escribir un guion y una novela es muy diferente?

Son procesos diferentes, pero también tienen mucho en común. Por ejemplo, la parte de la documentación o la creación de la estructura son similares, al igual que la caracterización de los personajes, solo que cuando escribes un guion, los tiempos suelen estar más encorsetados y el componente visual lo tienes siempre presente porque el espectador lee imágenes en la pantalla, y en una novela te centras más en la imaginación del lector, que lee palabras y hace el esfuerzo de dotarlas de tridimensionalidad. A parte, en un guion audiovisual, además de estar escrito únicamente en tiempo presente, no te puedes permitir profundizar tanto en la psique de los personajes y describir lo que piensan o cómo ven el mundo.

A no ser que utilices un narrador.

Eso es, o una voz en off. Es decir, que el propio personaje te hable en primera persona o que un narrador omnisciente nos vaya contando la película. En el guion, todo lo que uno escribe es para la pantalla. Por ejemplo, no puedes escribir "Juan mira la fotografía de Marta y se siente roto, pues su mujer falleció el año anterior en un accidente de coche y, además, se culpa porque habían discutido unas horas antes y no pudieron reconciliarse". El espectador no sabe todo eso, y el ingenio del guionista debe centrarse en cómo y cuándo hacerle llegar esa información de manera visual: un diálogo, un flashback, una carta, una noticia de televisión... Todo lo que no se ve o no se dice, no existe. Esa es la parte más difícil del guionista.

Y esto no ocurre igual en una novela...

Bueno, en cierto modo sí, teniendo en cuenta que tu lector no ve; imagina. Pero en una novela tienes más libertad; puedes escribir en diferentes tiempos verbales, explayarte en las descripciones y reflexiones y en el mundo interior de los personajes durante páginas y páginas. Pero también es más peligroso, porque corres el riesgo de dar vueltas y más vueltas y desviarte del tema principal, y acabar con un manuscrito de mil páginas infumable. Siempre, siempre, tienes que pensar en la persona que está al otro lado, ya sea del libro o de la pantalla, y respetar su tiempo y su inteligencia. Y su dinero... Sí, sí, y su dinero, que también es importante, porque una persona que paga una entrada o compra tu libro, lo hace con una expectativa, y esta se basa en una promesa. Con una película es el tráiler, y en caso de que los actores o el director sean muy conocidos, ellos también pueden ejercer de guía sobre el tipo de película que vas a ver y lo que esperas de ella.

Y tú has hecho un tráiler para la novela...

Sí, es la ventaja de dominar el medio audiovisual. Esas herramientas me han permitido poder contarle al futuro lector lo que se va a encontrar y puede esperar en "La caza". Porque el mayor reclamo en una novela es el nombre del autor (si es conocido y está consagrado, que no es mi caso), y luego la portada y el resumen de la contraportada, que son un buen gancho. Y tienes que cumplir, no puedes defraudarles. Has hecho una promesa diciéndoles: esta historia va de esto y voy a llevarte por un viaje emocional (ya sea tenso, divertido, emocionante, fantástico...). Les dices: confía en mí, dame tu tiempo, y tu dinero [risas], y te prometo que merecerá la pena.

¿No es una visión muy comercial?

No, no, para nada. A ver, la narración es un arte. El cine y la literatura lo son, pero también son un negocio y, a fin de cuentas, para un productor cinematográfico (al igual que un distribuidor y las salas de cine) una película es un producto; y para una editorial y una librería, los libros son productos. Cuanto más guste, en teoría, más se venderá. Pero una cosa no quita la otra. No porque algo funcione muy bien entre el público significa que es meramente "comercial" y carece de valor artístico. Para el comprador/lector/espectador, no es solo un producto, es una experiencia. En mi caso, esta cuestión de tener tanto en cuenta al lector/espectador viene de mi trabajo como montador en cine y televisión, una profesión hermosa y muy importante en el proceso audiovisual (y que mucha gente desconoce) y que yo siempre he definido como "el defensor del espectador".

Suena un poco a superhéroe, a "vigilante".

Para nada [risas]. Aunque ahora que lo pienso... Como montador, por tus manos pasan miles y miles de fotogramas, decenas de horas de grabación y cientos de planos con sus diferentes tomas que descartas y seleccionas y mezclas dándoles sentido para que, finalmente, el espectador entienda la visión que el director ha tenido sobre un guion, y las instrucciones que ha compartido con todo su equipo técnico y artístico para hacer la mejor película posible. Y mi trabajo consiste en ser fiel a esa historia, en actuar como el traductor y consejero del director, y, como he dicho, en defender al futuro espectador, que es quien recibirá la obra terminada y deberá viajar por ella sin resultar defraudado.

¿Crees que tu trabajo como montador te ayuda a escribir?

Totalmente. Tanto para una novela como para un guion. Además, en novelas como en "La caza" (que cuenta con saltos temporales en el relato para mantener aún más el misterio y potenciar la emoción, las sorpresas y los puntos de giro), mi bagaje como montador ha sido clave para saber manejar la estructura y el ritmo del relato. Como montador, me gusta utilizar corchos y pizarras en la pared para ordenar la información y los puntos clave de una narración (ya sea con un documental, un programa de televisión o una película), y es algo que, como guionista, es fundamental, y en la novela me ha venido de perlas. Es tu guía, tu mapa de carretera para no perderte cuando empieces a desarrollar todas las tramas y los diálogos, para que el viaje de la escritura no acabe siendo una odisea infernal en la que te encuentres solo y perdido. Es una manera visual de saber siempre de dónde vienes y a dónde vas.

¿Y a dónde va Joseba Alfaro? ¿Cuál es el próximo punto en tu hoja de ruta?

De momento sigo desempeñando mi labor como montador, director y guionista en diferentes proyectos por encargo, pero quiero encontrar el tiempo para poder seguir presentado mis guiones de largometraje a productoras, con la esperanza de que los adquieran para transformarlos en película. También reunirme con algunas editoriales para que valoren "La caza" para su publicación, y así poder llegar a más lectores. A fin de cuentas, se trata de compartir historias, y el grado de felicidad aumenta exponencialmente por cada lector o espectador que disfrute de ellas.

"La caza" ¿tendrá continuación?

No, no lo creo. Estoy terminando mi segunda novela, "Balas ciegas", y esbozando una tercera, que tal vez sí podría convertirse en una serie de novelas. Pero "La caza" es conclusiva. Ahora que está terminada me encuentro muy centrado e ilusionado en poder compartirla con mis primeros lectores, cuidando con mimo la campaña de mecenazgo que termina el próximo 14 de noviembre.

Mucha suerte. Esperamos poder verte pronto en las librerías y en las carteleras. El 14 de noviembre es la fecha límite para que los interesados en esta edición limitada de "La caza" puedan adquirirla en precompra. Para ello, pueden visitar www.vkm.is/lacaza

Bueno, bueno, sinceramente creo que poco queda por decir de este proyecto, de tus ambiciones, de La caza. Pero aquí no estamos para dejar pasar el tiempo así que, te permitimos que des unos sorbos a tu taza y te pongas en modo trabajo.

Imagina por un momento que la novela sale a la luz, que triunfa y que te invitan a las ferias de libros para firmar ejemplares. Imagina, así mismo, que acudo a ti para que me dediques un ejemplar. ¿Qué me pondrías?

Que gracias por leer y por querer leerme, y que sigas luchando por tus derechos.

¿Con quién te gustaría compartir habitáculo en esa feria?

Son muchos los escritores a quien uno lee, y unos pocos a los que admira, ya sea por su estilo, por la temática o la estructura de sus narraciones... Paradójicamente, Arturo Pérez Reverte es alguien a quien todavía no conozco en persona pero del que me siento muy cercano, tal vez no tanto por sus novelas como por su actitud ante la vida y sus artículos. Así que creo que sería con él con quien me gustaría compartir habitáculo. Creo que la charla sería intensa y gratificante.

Ello nos lleva a interesarnos por tus influencias literarias.

Supongo que son muchas y variadas, pero, por no extenderme, los autores que más me han marcado recientemente han sido Michael Connelly o Don Winslow, aunque Milan Kundera o Paul Auster también han dejado su poso. En mi caso, que vengo del mundo del cine, siempre he pensado que las influencias están ahí desde el primer día en que tienes uso de razón, o incluso antes. Todo lo que a lo largo de tu vida te ha ido sucediendo, emocionando, marcando, o simplemente has visto, o te han contado, pasa a formar parte de ti y de tus influencias, aunque sea de forma totalmente inconsciente.

Joseba Alfaro comienza a escribir a la edad de...

Tendría once o doce años... Fue un relato inacabado sobre mi experiencia al comenzar el instituto. Sufrí lo que hoy llaman bullying (vamos, que me insultaban, me perseguían a la salida del instituto y me pegaban), y ya desde ese momento, sin saberlo, aprendí a canalizar la rabia y el miedo en palabras.

Y lo hacía con textos...

Pues eran reflexiones sobre lo que me ocurría, y también sobre sueños. Por alguna razón suelo recordar lo que sueño, e incluso tengo sueños lúcidos de vez en cuando. Así que los escribía. Me dio por la poesía durante un par de años y luego me fui pasando a la ficción con guiones de cortometraje, que luego han ido evolucionando en largometrajes y, ahora, en novelas.

¿Tienes alguna manía a la hora de ponerte a encadenar palabras?

No soporto "el ruido". Ya sea el motor del frigorífico, unos vecinos, el propio teléfono móvil y las notificaciones... Necesito mi "palacio mental". Así que mi manía es la música. Siempre escucho música mientras escribo. Por lo general bandas sonoras. También Mozart, o Beethoven, dependiendo del tipo de energía que necesite. Pero siempre música sin "letra". Y desactivo las notificaciones del teléfono. Siempre lo tengo silenciado, pero además le quito las notificaciones.

Y la bebida que se encuentra junto al ordenador es...

Agua o té. Intento rehuir del café, pero en ocasiones peco con alguna cocacola.

Alguna anécdota cinematográfica

Uf, a ver... Una de mis preferidas, aunque voy a resumir mucho, ocurrió rodando el cortometraje "Destroy Madrid", que tiene lugar en un Madrid postapocalíptico, en el que el protagonista camina sucio, ensangrentado y portando un fusil. Aunque pedimos todos los permisos necesarios para rodar en exteriores, el segundo día de rodaje, cuando llegué a mi casa, me rodearon varios agentes de la policía secreta que llevaban más de veinte horas esperándome. Resulta que un vecino había denunciado que, el día anterior, en mi portal habían entrado dos hombres (que éramos el actor y yo), uno de ellos herido y armado (maquillaje y atrezo). Y cuando le preguntaron a aquel vecino de qué vehículo habíamos salido (mi coche), comprobaron que estaba a nombre de un chico de Bilbao. Y saltaron las alarmas. Los agentes se portaron muy bien con nosotros y fueron muy profesionales, y una vez aclarado el asunto, quedó como una divertida anécdota que podría relatar con detalles a lo largo de veinte páginas.

¿Y literaria?

Las partes de documentación son las más "interesantes", ya que el resto eres tú en tu solitud. He podido visitar algún cuartel militar y entrar en los vehículos de transporte, lo cual impresiona más de lo que pueda parecer y te hace entender la perspectiva del soldado. También recuerdo una interesantísima conversación que tuve con un contratista privado de seguridad.

Hemos comprobado que los paquetes que tienes preparados para tus mecenas son muy interesantes y que incluyes una taza (muy atractiva) pero no incluyes bolígrafo o cualquier otro elemento de escritura ¿descartas la escritura manual para ejercitar este arte?

No, para nada. De hecho, si logramos el segundo objetivo, todos los mecenas recibirán un cuaderno de regalo. A mi siempre me acompañan pequeños blocs y libretas donde tomo nota de absolutamente todo, ya sea documentación o ideas, diálogos, personajes, localizaciones... Cualquier cosa que se te pueda ocurrir mientras viajas en el vagón del metro o durante un trabajo. Y también tomo notas en el teléfono. Creo que se trata de encontrar un equilibrio y de aprovechar las ventajas de la tecnología (que no deja de ser una herramienta más) para ayudarte en tu trabajo; en este caso, contar una historia.

Pero el papel ha demostrado ser más longevo que cualquier otra modalidad de almacenaje de palabras...

Puede ser. También es cierto que nos encontramos en un momento álgido en la evolución de la tecnología y, lo que nos pudiera resultar impensable hace tan solo veinte o treinta años, ahora forma parte de nuestras vidas. Lo que en los años ochenta o noventa se consideraba ciencia ficción, hoy son dispositivos que llevamos en nuestros bolsillos desde los que podemos hacer prácticamente todo, desde gestiones bancarias, pasando por noticias y enciclopedias, hasta ocio audiovisual. Yo sigo leyendo en formato físico, pero también he leído unos cuantos libros en formato electrónico y uno se acostumbra. Con el cine pasa algo parecido. Hay espectadores a los que no les importa ver "Juego de Tronos" o "Tenet" en el smartphone, pero, para mí, son experiencias para disfrutar con una imagen y un sonido de gran calidad. A fin de cuenta se tratan de ventanas a través de las cuales poder comunicarte con tus lectores o espectadores. Aunque nos pueda dar rabia que vean nuestra obra en una tableta digital y con auriculares, hay que aceptarlo.

¿A quién deseas cazar con tu novela?

Pues, por un lado, a los lectores. Espero que la historia les atrape y la disfruten tanto como yo he disfrutado documentándome y escribiéndola, y que se animan a leer la siguiente, que espero publicar durante el 2021. Y, por otro lado, hay un componente social a lo largo de todo el relato que, por pretencioso que suene, sería bonito que calara en algunos lectores y los animara a interesarse por casos ocurridos en la historia reciente de España que deberían haber sido portada, además de algunos derechos relativos a la seguridad online y la privacidad.

¿Qué une a Jon con Joseba?

La J del nombre, y, luego, muchas, muchas cosas. El pasado de Jon está lleno de acontecimientos y recuerdos de mi juventud. Yo tengo unos padres maravillosos y soy afortunado, sin embargo, Jon tiene una familia rota. Evidentemente no es una historia autobiográfica, aunque sí está repleta de vivencias compartidas. Pero Jon es un valiente, un tipo duro; yo no lo soy tanto. Eso sí, los dos buscamos serenidad y justicia, algo que parece incompatible en nuestra sociedad.

Este es el momento de que el autor convenza a sus futuros lectores:

En estos tiempos en los que nos encontramos constantemente conectados con cualquier parte del mundo a través de los dispositivos que portamos en nuestros bolsillos, es, sin embargo, cuando más solos y aislados estamos. Arrojamos nuestro estado de ánimo al océano de las redes sociales esperando que nuestro mensaje -contenido en una minúscula botellita repleta de caracteres y emoticonos- logre encontrar a otro náufrago en la red que nos corresponda. Y con todas las facilidades y oportunidades que nos brinda la tecnología y la ciber conectividad, es, irónicamente, el momento más difícil para que se escuche tu voz entre tanto ruido. Por trágico que resulte, es probable que tu mensaje se pierda o se distorsione entre tal cantidad ingente de rápidas "comunicaciones" y "contenidos" que nos impactan sin cesar.

Por todo esto, y aunque soy consciente de que la confianza es algo que se gana con el tiempo, me gustaría animar a los lectores a confiar en mí. Gracias a ellos, la historia de "La caza" estará viva, porque, cuando la lean, habrán abierto la botella y extraído el tesoro de su mensaje. Estarán manteniendo con vida mi relato. Y, eso, es lo más preciado para un narrador. En "La caza" encontrarán momentos de thriller y de novela negra, de suspense y de acción, de reflexiones y de aventura. Es una obra trabajada con mucho cariño y desde el respeto al futuro lector, para que pueda sumergirse de lleno en la trama, en sus giros y en sus sorpresas. Puedo prometerles que, si me dan la oportunidad, no les defraudará.

Querido Joseba, este café corre a nuestra cuenta. Espero que el próximo lo pagues tú con los beneficios de La Caza. Gracias por todo, suerte y ya sabes que aquí tienes a tus amigos.

Entrevista realizada por Francisco Javier Torres Gómez


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