Por Sergio Marcano.
Desde su nacimiento, en 1976, El Cine Club Charles Chaplin, ha demostrado un profundo amor y respeto por el espectador barquisimetano, y bajo el lema “TODO EL BUEN CINE, EL BUEN CINE DEL MUNDO, SIN FRONTERAS, SIN MIEDOS”, han proyectado en su sala, grandes películas de muchas cinematografías.
El Cine Club Charles Chaplin también se ha caracterizado por apoyar amplia y desinteresadamente al cine venezolano, proyectando largometrajes de ficción, documentales, mediometrajes, cortometrajes; brindándole la posibilidad real a los cineastas criollos –tanto a los noveles como a los más experimentados- y al público venezolano, de encontrarse frente a frente en un espacio común, en el cual se les brinda la posibilidad de dialogar, analizar, reflexionar, franca y abiertamente en torno al hecho fílmico, ello a través de cineforos, charlas, conversatorios, e incluso a través de cursos de apreciación cinematográfica. Un espacio de encuentro necesario, que sin duda alguna ha ayudado al entendimiento y a la formación de no pocas generaciones de estudiantes de cine, comunicadores sociales, realizadores y espectadores interesados.
Todo esto por supuesto implica día a día una ardua labor organizativa, de completa dedicación, compromiso y entrega. Una forma de vida llamada cineclubismo y que hoy por hoy, lamentablemente, eligen o continúan muy pocas personas en nuestro país. Juan Luis Rodríguez Camacho, es uno de esos personajes que aún resisten y se mantienen ejerciendo el oficio. Él es un hombre sencillo, lleno de buena energía, amante del buen cine y por supuesto un luchador incansable a favor de la cultura audiovisual y cinematográfica venezolana. Esta entrevista no es más que una forma de reconocimiento a la labor que desempeña todos los días, un trabajo al que de manera personal respeto y admiro profundamente.
¿Qué le ofrece el cine club Charles Chaplin a la gente?
Esto a diferencia de los complejos cinematográficos del cine norteamericano, de la piratería y de las películas que se pueden bajar por Internet.
A pesar de la gran competencia de las salas comerciales, la piratería y la globalización, es de vital importancia para la ciudad y para el desarrollo de su cultura cinematográfica mantener abiertas las puertas de esta sala alternativa e independiente que es nuestro cine club.
Gracias al cine club el público barquisimetano y en general de todo el estado, tiene la oportunidad de ver a un precio solidario, prácticamente simbólico, las temáticas que abordan, formas y estilo de narración de algunos países latinoamericanos y europeos de muy escasa o conocida producción cinematográfica como por ejemplo Bolivia, Panamá, Republica Dominicana, Republica Checa o Irlanda entre otros (digamos que estas cinematografías representan el 75% de nuestra parrilla de programación) así como también cine asiático y norteamericano independiente en un 20%. Además de los mejores cortometrajes, mediometrajes y documentales de los realizadores con mayor trayectoria y experiencia a nivel mundial, así como también las realizaciones cinematográficas de los directores venezolanos. Un tipo de cine que no se ve casi nunca en las salas comerciales de Barquisimeto, y que sólo llega a exhibirse con cierta constancia en algunas salas Independientes o de Arte y Ensayo de Caracas.
Además de eso el cine club Charles Chaplin es la UNICA sala que exhibe los cuatro o grandes festivales de cine que organiza la gente del Circuito Gran Cine, estos vienen a ser: Festival de cine Español, Festival de cine Francés, Festival de cine Latinoamericano, Euroscopia y los ciclos de grandes actores y directores a lo largo de todo el año.
¿Cómo es la dinámica del cineclub, cuándo son las funciones, quienes se encargan de realizarlas?
Las funciones de nuestra sala se realizan periódicamente, o de manera religiosa, como decía su fundador Juan Arcadio Rodríguez, todos los días miércoles a las 7 y 30 de la noche, sábado y domingos a las 6:30 p.m, desde hace más de 34 años. De manera regular hacemos los ya tradicionales cineforos y conversatorios al finalizar las funciones con la idea de compartir puntos de vistas y opiniones sobre los filmes visionados.
Los encargados de realizar las proyecciones y cine foros somos un grupo de 6 o 7 personas, Alexei Guerra, Cesar Araujo Torres, Douglas Jiménez, Luis Steelheart, Dhegar Cordero, Alberto Torres. Un equipo profesional, muy compenetrado, con una alta vocación de servicio, personas que aman profundamente al cine.
¿Cómo es el público que asiste a la sala del cine club?
El público que asiste es en general heterogéneo, ya que no solo asisten a las funciones estudiantes y profesionales universitarios, si no también amas de casa, jóvenes adolescentes y sobre todo cinéfilos de todas las edades.
En nuestra sala no existen exclusiones de ningún tipo y es por ello que asisten personas pertenecientes a cualquier credo, raza, clase social o religión. De hecho se exhiben películas para prácticamente toda esta amplia diversidad de público que sabe apreciar el buen cine del mundo.
¿Cómo reacciona la gente comúnmente ante el cine venezolano?
Una pregunta difícil y compleja de responder.
La gente le saca un poco el cuerpo y le llama poca la atención el cine nuestro, es decir la gente no le da todo el apoyo que quisiéramos y que se merece. A lo largo de los últimos años hemos tenido que desarrollar ciertas estrategias (o trucos) para atraer o enganchar a nuestro público para que vea un corto, un documental o un largometraje de ficción nacional.
La generalidad de las veces sólo vienen a ver una película venezolana más porque ella ha tenido éxito comercial, que por el reconocimiento que ha recibido de la critica especializada a nivel nacional o internacional o sus auténticos valores culturales y artísticos. La gente se acerca a la sala regularmente si la película venezolana tiene mucha publicidad en medios como prensa, radio y TV, o si en ella actúan el actor y la actriz que están de moda en el momento.
Uno de los trucos para engancharlos es hablar o comentarles mucho antes de exhibir las películas nacionales sobre la temática que abarcan, su importancia histórica, sus valores estéticos y artísticos, si los tiene, y su calidad como obra audiovisual. Para esto utilizamos todos los medios posibles que tenemos a la mano, como el blog del cine club, los emails, el grupo facebook, las visitas periódicas en prensa escrita, entrevistas en radios FM y comunitarias así como el gran apoyo que nos da el canal de televisión regional Promar TV.
Cabe destacar que de vez cuando enviamos mensajitos de texto por celular y email para motivar y estimular la curiosidad del espectador barquisimetano por el buen cine documental, de cortometrajes y mediometrajes hecho en Venezuela. Alguna que otra vez un regañito vía email no es mala idea para que asistan a ver nuestro cine.
La otra estrategia es invitar con cierta frecuencia a los nuevos y no tan jóvenes directores, y a aquellos de mayor trayectoria a nivel nacional a visitar nuestra sala para la realización de cineforos, charlas y conversatorios con el público larense. La idea de hacer estos encuentros cara a cara con los realizadores, actores productores y guionistas criollos es conocer por dentro cómo se hace, lo que cuesta realizar, y lo que se sufre haciendo cine nacional con dificultades de todo tipo, desde presupuestarias, de promoción y publicidad, hasta en el desarrollo de historias coherentes.
Los documentalistas y cortometrajistas nacionales a mi parecer son en la generalidad de los casos, muy buenos y talentosos, de verdad siempre tienen un material muy valioso que mostrar al público local.
¿Qué representa el cine club Charles Chaplin para los barquisimetanos? ¿Para su cultura audiovisual y cinematográfica?
Bueno, esa es una pregunta que habría que hacérsela a las distintas personas que comúnmente van al cine club.
Pero, creo a mi manera muy personal de ver, modestia aparte, el cine club ha representado algo muy importante para el desarrollo y evolución de la cultura cinematográfica de los barquisimetanos en las últimas tres décadas. Considero que hemos hecho historia y hemos aportado un grano de arena en el crecimiento cultural de la ciudad… Ya que prácticamente es el único sitio donde se pueden exhibir películas de alta calidad a muy bajo costo y por demás discutir y analizar filmes que van desde los grandes clásicos del cine mundial hasta el mejor cine contemporáneo de cualquier procedencia del mundo.
El cine club se ha convertido con el paso del tiempo en el sitio por excelencia de reunión, de sano esparcimiento, de debate de ideas, convivencia, enriquecimiento y crecimiento intelectual de todos los amante del buen cine. Podemos concluir que hemos hecho un aporte importante en el progreso cultural y en la modernización de la ciudad.
¿Cómo se financia el cine club Charles Chaplin?
Se financia básica y casi exclusivamente de los incentivos económicos y mecanismos anuales de financiamiento del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) y de unos pequeños aportes de pequeñas empresas privadas e instituciones publicas del estado Lara. Además del apoyo del Colegio de Abogados, en cuanto a aspectos de logística, lo que implica el aporte de una oficina y un moderno auditórium para realizar las funciones del cine los días miércoles y los fines de semana. Lugar donde llevamos a cabo todos los foros, conferencias, talleres y cursos con los cineastas nacionales.
¿Cómo te acercas al cineclubismo?
A raíz de la desaparición física de mi padre, Juan Arcadio Rodríguez, un grupo de personas allegadas a la familia me proponen tomar el mando de esta gran empresa cultural. Luego, un amigo de mis padres, el crítico de arte Willy Aranguren escribió un hermoso artículo sobre la labor cultural de mi padre como cineclubista y en la última frase de ese artículo decía algo así como: “… y que su hijo continúe esa larga y dilatada labor cultural para que ahora tome el mando de ese barco.” Y esa frase fue practicante la que me hizo tomar la decisión definitiva, sin titubear y sin pensarlo mucho. Eso sí, contando con el apoyo de personas amigas y compañeros de trabajo de mi padre que me ayudaron y aconsejaron en un principio para ir aprendiendo cosas básicas como hacer la programación y los detalles de logística del cine club.
Y bueno aquí estamos luego de casi 11 años de haber tomado las riendas del cine club.
¿Qué te impulsa día a día a realizar esta labor?
Gracias al cine club me reencuentro cada instante con mi padre, sintiendo su respiración, sus latidos, como si aún estuviera vivo físicamente, aunque el no ha muerto realmente, porque sigue aquí latiendo intensamente en los corazones en todos nosotros que lo seguimos con pasión y en cada fotograma de las películas que vemos gracias a la magia del cine.
Viendo el mejor cine del mundo (el cine que realmente le gustaba al maestro Juan Arcadio) aprendo todos los días a conocerlo más, a seguir compartiendo con él muchas cosas, a entender mejor como era su filosofía de vida, su visión del mundo y acercarme un poco más al gran ser humano que fue.
Me hace recordar y sentir mucha nostalgia y también alegría por el pasado cuando veíamos tantas películas juntos, tanto en el Charles Chaplin, como en los muchos otros cine clubes que el fundó. Tanto celuloide grabado para siempre en nuestras mentes. Por que nuestras vidas se asemejan mucho a las vivencias de los personajes inolvidables de Toto (o Salvatore) y Alfredo de Cinema Paraíso.
Tengo tantos hermosos recuerdos de infancia y juventud en los que se mezclan la vida de nosotros como los buenos amigos y compañeros que siempre fuimos con el mundo del cine, y recordarlos con tanto cariño, alegría y pasión, hasta los más fuertes y duros regaños que con cierta frecuencia me daba cuando no estaba haciendo bien el trabajo, cuando me corregía, o se me olvidaban las cosas producto de mis despiste natural, o como cuando tomaba las cosas en broma y no hacia mis tareas cineclubisticas con seriedad y responsabilidad. El cine me hizo vivir plenamente junto a él, viviendo la vida con una amplia visión, con una mente mucho más abierta, democrática y tolerante de lo que el común de las personas la ve.
Te confieso que yo puedo estar enfermo, sentirme muy mal, estar deprimido, desmotivado por algo, pero el sólo hecho de ver mi gente, a mis mejores amigos en la sala antes de cada función, automáticamente me quita todo. Me hace vivir, me da una fuerza espiritual tremenda y me quita todas las enfermedades que pueda tener. Siento que gracias al cine he vivido plenamente y me siento muy útil para el mundo cultural de la ciudad, al lograr que día tras día más gente aprecie ese otro tipo de cine, ganando a un espectador con un ojo educado y con una alta sensibilidad por el cine realmente artístico y cultural de cualquier parte del mundo, distinto a aquel que sólo tiene fines comerciales y de entretenimiento.
¿Qué representa El Cine Club Charles Chaplin en tu vida?
En pocas palabras: PASION Y AMOR POR EL CINE.
Representa la misión más importante que yo tengo en el plano terrenal. Es mi proyecto de vida, además de tener una buena familia e hijos por supuesto. La razón básica de mi existencia. Espero que podamos mantenerlo abierto por muchos años mas, siempre y cuando se den las condiciones básicas de financiamiento y seguir teniendo un auditórium como el del Colegio de Abogados.
Esto es mucho más que un hobby, es un trabajo, y que se hace con mucha pasión, esmero, dedicación, AMOR (palabra que hay que resaltarla en letras mayúsculas y negrita) y con el mayor de los profesionalismos posibles, para prestarle un servicio cultural al público larense con alto sentido de responsabilidad y calidad.
El cine club es muchas cosas al mismo tiempo: el lugar donde se aprenden tantas cosas sobre la vida a un ritmo impresionante, la mejor escuela que he tenido sobre la condición humana, una gran ventana donde podemos conocer nuestra historia pasada, nuestra realidad cotidiana y hasta la futura, la mejor universidad, donde he apreciado con una amplia visión las distintas facetas de los seres humanos.
El lugar donde crezco y me nutro como ser humano segundo a segundo, día a día, donde he logrado hacer y disfrutar de mis mejores amigos, el trabajo más placentero y agradable que jamás he tenido, pero también el que más preocupaciones, tensiones y stress me produce, (pero como sarna con gusto no pica, bienvenido sea).
Un lugar ideal para vivir plenamente. Creo que vivo casi al 100% gracias al cine club, con la mejor felicidad posible haciendo cineclubismo, y de verdad no me veo a corto y mediano plazo haciendo otra actividad distinta a esta, al menos no quisiera estar vivo cuando algún día por distintos motivos ya no podamos mantener el cine club abierto y tengamos que irremediablemente bajar la Santamaría… Ese día espero no llegue nunca. Ese momento seria la verdadera muerte de Juan Arcadio y de sus más fieles seguidores cinéfilos.
Bueno, eso es básicamente lo que siento y pienso. Lo que representa el cine club para este servidor.