Entrevista a Koko Che Jota, una artista prometedora de la generación digital
Quedé con Caro para cenar en “No-Lugar The Art Company” (@nolugarsevilla), en el número 16 de la calle Trajano (Sevilla), donde aún puede verse su nuevo proyecto: una preciosa serie de grandes lienzos en técnica digital titulada “Gusanos del Lapso”.
Somos muy buenas amigas, por lo que resultaría obvio pensar que conozco bien su historia personal como “Carolina Häfner Jiménez” y su trayectoria como “Koko Che Jota”, la artista. Pero curiosamente nunca he tenido la oportunidad de preguntarle seriamente sobre qué opina de su propio trabajo y sobre el arte en general.
Así que, aprovechando el éxito que ha tenido su última expo, pensé que sería un buen momento para entrevistarla.
Nos sentamos en una mesa para compartir con más comensales, situada frente a una cristalera enorme con vistas a la calle, pedimos vino tinto, algo para picar y empezamos como si se tratara de otra de nuestras charlas pero con un carácter más formal, que no aburrido:
· Bueno, dime ¿quién es Koko Che Jota? Se considera a sí misma ¿una artesana, una artista, una diseñadora?
¡Yo creo que una artista loca y sedienta, todos los días! (Risas). Nunca sé qué voy a hacer cuando me levanto por la mañana o lo que voy a acabar haciendo durante el día. Puedo pegarme una racha pintando y noto por dentro que estoy sufriendo porque quiero coser algo, quiero diseñar algo diferente. ¡Creo que yo soy muy multidisciplinar!
· Entonces, ¿te considerarías una artista multidisciplinar? En proceso, en descubrimiento de otra área, en búsqueda…
Sí. Incluso lo que estoy haciendo ahora no lo he aprendido del todo. Estoy empezando con la serigrafía; estoy empezando con el diseño, aunque llevo ya un año cosiendo, eso es muy poco para poder hacer tu ropa propia. Siempre estoy mirando de reojo: ¡a ver qué otra cosa me interesa! ¡qué es lo siguiente! (Risas) Y eso es, por una parte, una gran virtud porque soy muy curiosa y eso es muy bonito; pero por otro lado, también hay que concentrarse en qué hacer. Porque “quien mucho abarca poco aprieta”, como se dice.Y eso es cierto.
· Cuéntame un poco sobre la historia de Koko Che Jota. ¿Cómo surgió el nombre, la idea?
El nombre se hace en concreto mucho antes de que yo empezara a pintar. Koko Che Jota, en verdad, desde el principio fue una marca dirigida a productos de bolsos, mochilas, accesorios… pero lo dejé un poco aparcado y empecé a pintar, y pintando sucedió que quería plasmar mi arte en otro tipo de objetos. Estaba buscando un nombre sonoro, así que empecé a buscar letras que me gustaría ilustrar, que me parecieran bonitas y que también tuvieran cierto enganche. Es un juego de letras con mi nombre: “C” de “Carolina”, “H” de “Häfner” y “Jota” de “Jiménez”.
· Ya me has dicho que te consideras una artista multidisciplinar, pero si tuvieras que elegir una de las áreas creativas en las que trabajas ¿cómo te gustaría que te identificaran los demás? ¿pintora, diseñadora…?
A ver, tocando todos los palos, para mí lo importante es plasmar mi arte. Salirme del lienzo o de un archivo de Photoshop ¿sabes? Salirme de ese formato y buscar otros objetos para plasmar el arte. Está claro que lo yo quiero es difundir mi arte de diferentes maneras.
· Entonces, te gustaría que te identificaran como una artista bastante versátil, que se adapta al mercado y al medio ¿no?
En realidad no lo sé muy bien aún, nunca me había parado a pensar cómo me gustaría que me identificasen. Pero sí, coincido con que se me pudiera ver como una creativa versátil. Porque la realidad es que estoy continuamente cambiando mi color como una camaleón. Lo importante es que se mantenga la esencia .
· Sobre la relación entre arte y mercado, ¿crees que el mercado condiciona al proceso creativo? Es decir, ¿tú creas para vender, o creas y luego piensas en cómo lo vas a vender?
Creo que lo importante de un artista es siempre expresar lo que lleva por dentro, porque si no ¿para qué sería el arte? ¿no? Solo así puede tu arte llegar a tener su propia identidad.
Si estás continuamente pensando si lo que haces gusta o no, al final quien sale perdiendo es la obra. Ya no es del todo tú. Yo creo que las redes sociales son ya suficientemente esclavizantes para encima ponerte a pensar si tu obra le puede gustar a alguien o no. A ver, hoy en día es importante llevar las redes sociales para adelante y tienes que ser viral porque eso luego te da de comer. Pero creo que el contenido siempre tiene que ser auténtico y leal a ti mismo.
Es verdad que es una lucha continua porque tienes un producto que vender y es difícil. Pero creo que hay que mantenerse súper fiel a uno mismo.
Yo misma me he pillado mirando mis cuadros, haciéndome la pregunta: “¿eso va a gustar o no va a gustar? ¿lo publico o no lo publico?” Y siempre he acabado en el mismo punto y digo: “Bueno, esta soy yo, y si gusta gusta y si no gusta pues no gusta ¡y ya está!”. Si me deja de seguir alguien, ¡perfecto!; si gano un seguidor, ¡bienvenido!
· Vale. Entiendo que lo prioritario es lo que tienes en la mente, en el corazón ¡y que fluya la inspiración! Y ya luego te planteas cómo te lo montas en las redes y cómo lo venderías ¿no?
Tampoco del todo. Soy muy cuidadosa con mis publicaciones. En Instagram cuido las gamas de color, cómo quedan colocadas en la vista del perfil y si tienen sentido unas publicaciones con otras. Pero es verdad que no influye tanto a la hora de crear. Es más a la hora de publicarla. Por ejemplo: termino un cuadro, pero veo que no tendría sentido publicarlo en ese momento porque no armoniza con las publicaciones previas o porque el contexto es diferente. A veces puede ser divertido, pero desde luego no es de mis cosas favoritas e incluso es una rompedora de cabeza. Cada obra es como una parte mía. Para mi sería indispensable publicar algo que ha tenido tanto trabajo y que he creado con toda mi energía para luego publicarlo sin cariño o sin cabeza.
· Eres fiel a tu idea principal, a tu instinto, a tu intuición, por así decirlo…
Sí, confío en mi instinto. Aunque también me equivoco y mucho. Pero ahí están los aprendizajes verdaderos. ¿Qué sería un camino cubierto de pétalos? ¡un aburrimiento! y seguramente no se aprendería mucho, porque lo cierto es que se avanza resolviendo los problemas. Las metas altas molan y si todo es muy fácil hay que complicárselo.
· Qué es primero para Koko Che Jota: ¿la obra o el discurso?¿o ambas?
Creo que va muy ligado. Tiene que estar muy equilibrado porque si el discurso es malo y la obra es buena, luego el conjunto no es bueno. Y yo creo que no hay nada menos satisfactorio para un artista que ver que algo está cojeando. Creo que es muy importante que esté muy equilibrado. Que ninguno destaque demasiado del otro. Ni al revés.
· O sea, que a veces empezarías por el discurso, y otras veces por la obra, por inspiración pura y dura…
Sí. Bueno, cómo sucede la obra puede ser hasta accidental. Hay veces que está planeado, hay veces que no está planeado lo que voy a hacer. Incluso se van creando los discursos en medida que voy creando la obra. Pero el punto final creo que tiene que estar equilibrado.
· Te pasa entonces lo que decía Picasso, algo así como “la inspiración te llegará pero te tiene que pillar trabajando”, ¿no?
¡Uy, Pablo! (Risas) ¡No me atrevería a compararme con uno de los grandes! A ver, yo lo que he observado es que la creatividad es un músculo. Cuánto más lo ejercitas, más fuerte y potente se vuelve. Hay fases muy diferentes en la vida, por lo que el proceso y la inspiración te pueden llegar por caminos muy diversos.
· ¿Qué opinas sobre el desarrollo tecnológico? En concreto, sobre el arte digital que tanta polémica causa actualmente entre muchos artistas que no lo consideran “arte puro”. ¿Qué ventajas y desventajas le ves? En tu opinión ¿lo consideras arte verdadero o no?
¡Han sido muchísimas preguntas muy complejas en una! (Risas)
Con tranquilidad.
Con tranquilidad. Veremos, creo que el arte digital es un arte como cualquier otro.
El arte para mí es puramente una expresión de mi interior que he descubierto que necesito para vivir. Yo en el medio digital es donde más libre me siento, por lo tanto, sería un error no elegirla como mi técnica. Tienes sus ventajas. Por ejemplo: puedes establecer en Photoshop una paleta de color y no tienes que mezclar esos colores una y otra vez. Eso podría ser una ventaja inmensa. Y por otro lado, también tienes la oportunidad de volver a hacer el mismo trazo infinitas veces, puedes hacer “control z” las veces que tú quieras, pero eso al mismo tiempo puede resultar muy complicado.
Yo misma lo he experimentado: teniendo la oportunidad millones de veces puede ser muy complicado. Tengo una carpeta entera de posibles trazos para millones de detalles en un cuadro. ¡Un cuadro se puede hacer eterno! Es una lucha ¿sabes? Se hace muy largo. Tener tantas posibilidades puede ser muy problemático. Eso, por un lado.
Por otro lado, creo que también hay una desventaja muy grande en el arte digital de no hacerlo visiblemente tan digital. Porque a mí, personalmente, el digital no me parece nada atractivo. Obviamente tiene cosas atractivas, si no no lo haría. Pero creo que el arte digital si es muy digital deja de ser bonito. Mi obra es muy natural. Para conseguir un trazo natural, un brochazo, puedo tardar media hora.
· ¿Media hora?
Mmmm… sí ¡Media hora, seguro! (Risas ) Dependiendo en qué parte o detalle sea. Retocando, poniendo claros, oscuros, texturas. Volviendo a la pregunta, sí, creo que es un arte igual que cualquier otro arte. Es una técnica válida igual que cualquier otra. Y luego, por supuesto, tiene la gran ventaja de que yo pinto un cuadro y le hago un estampado a una camiseta pintando el cuadro, y luego ese estampado lo cojo, lo amplío, lo aumento, lo multiplico y saco un estampado que puedo utilizar para blusas, para un pañuelo, para una mochila.
Creo que tiene muchas ventajas, más que desventajas. Al final me representa totalmente, porque dentro de mí vive una creativa multidisciplinar compulsiva (Risas). Además, yo viniendo del mundo de la arquitectura, lo llevo muy interiorizado. Es como mi mano derecha. Para mí, utilizar las herramientas digitales es básico … ¡y más en el 2017!
· ¿Qué le dirías a la gente que no lo considera arte?
Creo que el camino es muy similar de esfuerzo. Creo que lo importante es el resultado. Si a ti te gusta la obra, pues te encanta y la quieres tener. Y si no te gusta, pues eso ya es otro tema. No hay que mezclar esto.
La gente purista son totalmente respetable pero creo que hay que mirar más hacia adelante. Mira, antes la fotografía se veía como algo maligno ¿no?, era como robarle el alma a la persona y sustituir la pintura por un retrato rápido. Creo que eso sucede mucho con la tecnología digital porque es una herramienta muy nueva y todavía tiene que encontrar su aceptación. Pero aún así, creo que es muy rica y que los resultados son los que importan.
Yo utilizo muchísimos trazos fotografiados, escaneados, que yo misma hago. Todos mis cuadros llevan muchísimo fondo manual. Incluso todo el boceto principal lo realizo manualmente antes de empezar con el digital. Son muy ricas y tienen tanto fondo, son impresionantes, nos rodean continuamente, sería una pena pensar que no son válidas.
Yo pienso que si tienes talento da igual que sea un óleo, una acuarela, un lápiz, digital…porque si tienes talento de verdad, lo tienes y eso se nota…
Antes de tocar el arte digital, veía arte digital y me quedaba loca. Quería saber quién era el artista. Si algo es bueno, es bueno de verdad. Hay artistas que trabajan el medio digital ¡y lo hacen de manera increíble! Si una persona dice que el arte manual vale más, compáralo con algo mediocre pintado en natural con algo currado en digital, ¿sigue esa persona pensando que vale menos? ¡No tiene sentido!
· Que la calidad del arte no va de la mano con la técnica ¿no? No porque se trate de un óleo el cuadro tiene que ser bueno ¿no?¡Exacto! Ya. Totalmente de acuerdo.
Lo importante para mí a la hora de vender mi original es asegurar la exclusividad. Por ello vendo mis originales en gran formato con un contrato en el que figura que la obra que van a comprar es la única. Luego, por supuesto, vendo reproducciones en un formato mucho más pequeño. Estas reproducciones van seriadas, es decir, enumeradas y firmadas. Para mí es importante hacer esto porque no todo el mundo tiene ni la pared ni el monedero para una obra original de estas medidas y precio. Quiero que todo el mundo se pueda permitir tener arte en su casa.
· Siguiendo con el tema digital, es una pregunta que personalmente tengo mucha curiosidad de hacerte: ¿cómo descubriste que se te daba tan bien la técnica digital? Ese momento en el que empezaste a sentirte tan cómoda que dijiste “¡Buah, esto es lo mío!”…
Yo creo que eso viene fundamentalmente de la arquitectura. Mis padres eran arquitectos, yo estudie arquitectura. Cuando creces tan cerca de algo se hace tuyo. Eso es así y nadie puede negarlo.
Además tuve en toda mi infancia, mi adolescencia y hasta ahora una obsesión por los colores y los materiales.
Antes de estudiar arquitectura estuve comprando y comprando buenos materiales y buenos papeles… ¡y nunca los tocaba! Me daba mucho respeto el papel en blanco. Me superaba. Entonces, cuando empecé a estudiar me pedían que hiciera bocetos y planos. Que plasmara algo en un medio y descubrí el medio digital porque también teníamos que hacer planos en digital. Así que ya estaba familiarizada con este medio.
Mi padre me regaló una tablet, una Wacom Bamboo, que sigo usando. Es súper pequeña y es con lo que pinto. Es algo súper básico que ahora te cuesta como 40€. ¡Si alguien me viera pintando con esto se reiría de mí! (Risas) Pero la sigo utilizando todos los días porque le tengo mucho cariño, porque sirve, porque funciona para lo que hago y ya está. No necesito nada más.
Bueno, pues ahí empezó el desarrollo digital. Cuando me mudé a España dejé la arquitectura y empecé a pintar. El medio digital siguió ahí y muy presente hasta ahora. Y no creo que vaya a cambiar ¡porque me encanta! Creo que tiene unas texturas que nos son posibles hacer en manual. Todo lo que quiera conseguir en manual, lo hago en manual y luego hago una foto y lo escaneo y lo monto en mi obra o lo intervengo sobre el lienzo manualmente. Creo que es una manera muy rica de desarrollar una obra y muy personal y eso es lo importante al final y lo que le da identidad a una obra.
· ¿Una técnica mixta?
Sí. Y luego también intervenida al final. Imprimo con tintas acrílicas al calor. Se mete la tinta en el lienzo de muy buena calidad, después lo monto en el bastidor y lo vuelvo a intervenir con mano. A veces más, a veces menos, o incluso no se interviene. Depende lo que me pida la obra. Ha sido un desarrollo y creo que es interesante.
· ¿Qué inspira a Koko Che Jota? No me refiero a cuáles son tus fuentes ni tus medios de inspiración, si lo son las revistas, una red social o la calle. Me refiero a cuál es la raíz de tu arte, el discurso de tu arte…
Yo creo que es todo. No hay nada encasillado. No hay una respuesta a eso. Puede ser cualquier cosa. Puede ser la manera que acabas de beber de un vaso ¿sabes? Puede ser un movimiento. No tiene por qué ser algo pictórico, puede ser un sentimiento. Eso por un lado.
Luego por otro, creo que, sobre todo los colores. Yo creo que lo que define mi trabajo es una paleta de color muy clara. Me llaman esos colores. Y si veo algo por la calle, algo en un plato, incluso por las redes sociales, porque obviamente he pasado mucho tiempo ahí y está claro que nos influyen, pero creo que no debería ser la influencia básica porque es demasiado fácil y porque es también muy obvio. Yo lo he hecho al principio, he tirado demasiado de ahí y me he criticado muchísimo. Son cosas que hay que vivir y que también te hacen ser como eres ahora y trabajar de la manera en que trabajas ahora. Justo por esto creo que las redes sociales no deberían de ser tan importantes. Creo que hay mucho mas belleza fuera y en el día a día para tirar de ahí.
· ¿Qué consejo le darías a quienes quieren iniciarse en el arte? Lo que te hubiese gustado que te dijeran a ti…
Creo que mi consejo ha venido de mi propia vida. Fue muy dura la manera en que empecé a pintar. A partir de una pérdida familiar muy difícil. Así que pintar fue como una vía de escape. Se convirtió en una necesidad. Creo que es importante sentir eso. No hay que buscarle el sentido en concreto, pero sentir que lo necesitas es fundamental. Cuando sientes eso creo que es importante seguir ese impulso y no ponerle barreras. Cuando yo descubrí esa necesidad y la satisfacción que me daba, ¡uf!, eso fue como una liberación porque tenía mucho miedo de tocar un lienzo en blanco, un papel en blanco.
Yo creo que lo más importante es perder ese miedo. Ese papel que tú coges para pintar, lo puedes tirar, lo puedes donar, lo puede regalar, lo puedes quemar…puedes hacer mil cosas con ese papel. Que no se convierta en una barrera para tu crecer. Solo se puede hablar de tus propias experiencias en este caso, así que yo hablo del papel en blanco. Para otra persona pueden ser otras mil cosas diferentes. Así que, en general, perder el miedo, ante todo y así se abrirá el camino al crecimiento personal y creativo, que va muy ligado.
El desarrollo de una técnica viene por mucho trabajo. Si tú nunca tocas ese papel en blanco nunca vas a tener un desarrollo. Es muy importante romper esa barrera y perder el miedo. Y luego también, por otro lado, es mucho trabajo. El arte no te llega de un día a otro. Tu seguridad, tu técnica, tu estilo, tu identidad, la manera en la que puedes transmitir… eso llega con el tiempo. No hay otra cosa que tiempo, trabajo y trabajar sin miedo. Esos son los consejos que puedo dar. Que proyecten su arte y de la manera que quieran.
· ¿Últimas palabras?
Pues la verdad que solo se me ocurre algo muy típico, pero algo muy cierto.
Una obra se convierte en algo muy triste si no es vista, comentada y querida. Así que muchísimas gracias a todos los que la queréis, la compartís o incluso la tenéis en casa. ¡Mil gracias a ustedes!
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