Octavi y Sergi Centelles han sido algo así como los hermanos Dalton, unos verdaderos forajidos en Cataluña , víctimas de un linchamiento mediático sin precedentes. Su delito: hacer lo que han creído más conveniente.
-Para el conseller todavía hay partido. "Estamos intentando que la familia abandone su posición de beligerancia", dijo.
-Octavi Centelles (O.C.): Es un tema cerrado. Han tenido 40 años para arreglarlo y siempre han pasado de Agustí Centelles. Han sido prepotentes y despreciativos. Queríamos que el archivo se quedara en Cataluña, soñábamos con que se quedara aquí...
-Sergi Centelles (S.C.): La última vez que hablamos con el conseller Tresserras fue el 27 de noviembre. Después sólo hemos tenido un pequeño careo en Catalunya Ràdio. No hemos sabido nada más de él. No ha llamado, ni se ha puesto en contacto con nosotros.