Revista Cómics

Entrevista a manuel gago quesada

Publicado el 13 septiembre 2012 por Jonathanstriker

ENTREVISTA A MANUEL GAGO QUESADA
Como todos vosotros sabéis, queridos amiguitos, con el final del verano siempre llegan los tradicionales coleccionables de kiosko. Así, hace apenas un par de semanas hemos podido ver en TV un curioso spot de Planeta DeAgostini, que anunciaba a bombo y platillo una sugerente reedición de los cuadernillos originales de El Guerrero del Antifaz, el mítico personaje de Manuel Gago.
ENTREVISTA A MANUEL GAGO QUESADA
Con motivo de tan sonado lanzamiento, este blog se ha puesto en contacto con Manuel Gago Quesada, hijo del genial artista, quien ha tenido la gran gentileza de concedernos una entrevista exclusiva para hablarnos del citado coleccionable, y de paso, compartir con todos nosotros una serie de interesantes recuerdos sobre la figura de su célebre padre, tanto a nivel artístico como a nivel humano. Veréis que cosas tan interesantes nos cuenta...
TMB: En primer lugar, muchas gracias por tener la amabilidad de conceder esta entrevista a The Mystic Bubble. Ya le adelanto que no me cabe la menor duda de que a los lectores del blog les parecerá muy interesante. Dicho esto, me parece obligado pedirle que comience explicándonos como nació -tal como lo contaba su padre- el concepto de El Guerrero del Antifaz, (sin duda su creación más famosa), y también le agradecería si pudiese concretarnos como dio finalmente el salto a Editorial Valenciana.
MGQ: El Guerrero del Antifaz nació de la inspiración que le produjo a mi padre la lectura de la novela Los Cien Caballeros de Isabel la Católica, de Rafael Pérez y Pérez. Personalmente, pienso que la anterior afirmación puede inducir a cierta confusión, porque lo que esa novela realmente inspiró al autor fue la situación del personaje en una época de la historia de España, pero no más que eso.
Mi padre ya había realizado cuadernos para la Editorial Valenciana y otras cuando ideó la figura de un caballero cristiano que iba a poner su espada al servicio de la cristiandad en una época en que la presencia de los musulmanes en España era ya muy reducida. El personaje y su historia se gestó mientras su autor convalecía en un hospital de Albacete, aquejado de tuberculosis. Pidió que le llevaran una tabla para dibujar a su habitación del hospital y allí comenzó todo. El título de la obra no surgió instantáneamente. Valoró los títulos de Un caballero cristiano, Un caballero español, y finalmente lo bautizó como El Guerrero del Antifaz. Lo presentó a la Editorial Valenciana, que tuvo muchas dudas sobre la acogida que tendría el personaje, pero finalmente el editor decidió probar. Los primeros episodios no tuvieron una periodicidad asegurada, pero al ver el éxito que la obra iba a producir tras la venta de los primeros ejemplares, decidió que la publicación sería periódica.

ENTREVISTA A MANUEL GAGO QUESADA

1º número de la serie


TMB: Háblenos ahora un poco acerca de la figura de su padre, no sé, por ejemplo si solía trabajar en casa, y si es así que recuerdos tiene de sus rutinas, que rincón de la casa empleaba para hacerlo, como procedía, si mostraba sus creaciones a sus más allegados y les pedía opinión... en fin, ya sabe a lo que me refiero. Anécdotas en general. Algo que me imagino debió ser absolutamente mágico de vivir en primera persona, tal y como debió de vivirlo usted.
MGQ: Mi padre era un hombre sencillo, afable y generoso hasta límites impensables por la mayoría de las personas. Los primeros recuerdos que tengo de él son nuestras idas y venidas por la Alameda, los viajes a Albacete para curar mi tos ferina, enfermedad que padecí a los tres años, y que recuerdo perfectamente. Posteriormente, ya lo recuerdo siempre sentado ante su mesa de trabajo, durante todo el día y buena parte de la noche. Trabajaba en casa, exceptuando algunas temporadas en que prefirió hacerlo en un estudio que alquiló. Esto ya sucedió en los años 60, cuando tuvo que recurrir a contratar a un ayudante porque estaba desbordado de trabajo.
En casa, trabajaba en la habitación más soleada de la vivienda, que era su estudio de trabajo. Escuchaba la radio todo el tiempo. Yo solía estar a su lado viéndole dibujar, me resultaba fascinante. Finalmente, optó por comprarme una mesa de dibujo más pequeña que la suya y la puso en su habitación. Allí pasaba yo horas muy felices. Me gustaba estar junto a él. Fui un mal estudiante, y mi padre, muy consentidor de mis caprichos.
Como dibujaba más páginas semanales que cualquier otro de sus colegas, el viernes por la tarde mi madre y yo le ayudábamos rellenando de tinta china con el pincel las cruces y antifaces del superhéroe. Yo también coloreaba las portadas por su reverso, para que los profesionales de la editorial supiesen que colores tenían que aplicar.
Sus costumbres eran muy sencillas, realmente no tenía tiempo para distracciones. Aún así, nos llevaba a la playa, a la feria, a la Alameda… fueron tiempos inolvidables para mí.
TMB: Tengo entendido que hasta hace bien poco, los derechos sobre la obra de su padre, Manuel Gago, se encontraban en una especie de limbo legal que impedía completamente cualquier proyecto de reedición de la misma (u otros proyectos, como por ejemplo cinematográficos, que me consta que también los hubo). ¿Podría explicarnos por tanto que condiciones contemplaba el contrato del artista con Editorial Valenciana, como quedó exactamente la situación al cierre de ésta, que pasos dieron uds. (los herederos) desde entonces, con qué resultados, y cual ha sido el detonante que en fechas más recientes ha desbloqueado tan compleja situación?.
MGQ: El tema de los derechos de autor es muy complejo y difícil de explicar en este caso. Resulta que en 1946, y sin permiso de mi padre, el propietario de la Editorial Valenciana registró a su nombre, como creación suya propia, en el Registro de la Propiedad Industrial el título El Guerrero del Antifaz incluyendo un dibujo hecho por mi padre. Ese acto constituyó un delito de usurpación de propiedad ajena, que jamás fue denunciado. Para consolidar su acto, un año después el editor le hizo firmar a mi padre un contrato en el que le obligaba a cederle todo lo que había dibujado para él desde el año 1942. A cambio, le duplicaba sus emolumentos y se comprometía a proporcionar al autor de la obra “trabajo vitalicio” en su empresa, a condición de que “lo que el señor Gago le presentase para su publicación reuniese la suficiente calidad y esmero”. Desde mi punto de vista, ese contrato no era válido por leonino, pues ¿Quién había de juzgar la calidad y el esmero? El editor, por supuesto, y le bastaba con decir que el trabajo del dibujante no le gustaba para no publicárselo. Sin embargo y para mi asombro perpetuo que erradica cualquier otro asombro que la maldad humana pudiera proporcionarme hasta mi muerte, abogados, jueces, otras personas… consideraban que eso era un contrato en toda regla.
Bien, si los derechos estuvieron en el limbo, ahora lo siguen estando, por cuanto unos jueces de la Audiencia Provincial de Valencia sentenciaron, contradiciendo la sentencia de un primer juez honesto, que “que el señor Puerto tenía derecho en 1946 a registrar a su nombre el personaje del señor Gago, por cuanto este último le había cedido previamente ese derecho mediante sendos contratos, en 1947 y 1949”. Para esos jueces, 1947 y 1949 eran previos a 1946. Para el resto del universo, 1946 es anterior a 1947 y no digamos ya a 1949.
Para recurrir esa sentencia, “nuestra” abogada nos pedía de entrada 24.000 euros., un simple aperitivo para ella. Después vendría su minuta “principal”. No podíamos reunir esa cantidad ni siquiera entre los cinco afectados, aparte de que aunque lo hubiésemos hecho, no nos hubiera servido para nada, al menos hasta llegar al Tribunal Supremo, y ahí quién sabe. Por lo tanto, el limbo sigue igual que antes, pero dado que tanto VEGAP como Planeta DeAgostini se han dado cuenta, tras estudiarlo con sus respectivos servicios jurídicos, de que la sentencia judicial era injusta y además transgredía la Ley de la Propiedad Intelectual, la han dejado de lado y han reeditado El Guerrero, con el convencimiento de que ni los herederos del usurpador ni los jueces saldrán de sus escondrijos.
También hay actualmente un empresario llevando a cabo un proyecto cinematográfico de gran envergadura. Sus abogados, un excelente equipo que trabaja en un bufete muy conocido de Madrid, le aseguraron que todo lo que los Puerto tienen no les sirve para nada, por ser contrario a derecho.

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En cuanto a los pasos que dimos los herederos de Manuel Gago para recuperar lo nuestro, fueron varios los intentos, pero todos los abogados que elegíamos, acababan poniéndose misteriosamente a favor de la acaudalada familia Puerto. Comprendimos que tenían los tentáculos muy largos y que nunca conseguiríamos nada en un país corrupto hasta sus mismas entrañas.
Queda el tema de los originales, unas veinte mil páginas, nuestras también según la Ley de la Propiedad Intelectual. Al cierre de la editorial, estas páginas fueron cargadas con nocturnidad y alevosía en un camión, que desde la calle Calixto III número 25, en Valencia, los trasladó a Madrid. El paradero de dichos originales, de los que una peña de impresentables siguen obteniendo mucho dinero mediante su venta ilegal, tanto bajo cuerda como en exposiciones por todo lo alto, sólo lo conocen los herederos de la Valenciana y un sujeto que vive en Madrid, del que no voy a proporcionar ni siquiera sus iniciales, pues tiene la fea costumbre de amenazar de muerte a quienes se atreven a ir contra sus “derechos” y los derechos de sus amigos valencianos antiguos propietarios de aquella editorial, y yo a mi edad ya no estoy para que me molesten unos malnacidos.
ENTREVISTA A MANUEL GAGO QUESADA

TMB: Todo parece indicar que el actual coleccionable de Planeta DeAgostini consiste en una reedición bastante fiel del original (si obviamos el tema del coloreado). Me refiero al hecho de que no sea una edición censurada y manipulada, como sí lo fueron ciertos precedentes que aún están en la memoria de todos nosotros. A título personal... ¿qué opinión le merece el resultado de esta reedición (incluyendo el referido coloreado)?. ¿Le parece la edición "definitiva", una en la que por fin se haga justicia al personaje, o por el contario cambiaría algo de la misma?.
MGQ: El coleccionable de Planeta a mí, personalmente, me gusta. Ya he leído que tiene partidarios y detractores. Estos últimos, critican duramente la calidad de la reproducción de las portadas, sobre todo. También el precio, que estiman excesivo. Claro, hubiese sido deseable que las portadas hubiesen estado impresas en diferente papel, pero eso hubiera sido muy complicado para el editor, posiblemente inasumible. Que la edición sea coloreada, me parece muy bien. La verdad es que Planeta nos preguntó sobre todos y cada uno de los aspectos de la reedición que iban a llevar a cabo. También es la única reedición legal desde 1980, realizada con permiso de los herederos del artista, del que no necesito ser hijo para calificarlo como genial.
Me hubiese gustado que las portadas hubiesen quedado perfectas, pero… comprendo que hubiese sido demasiado pedir. Sí, creo que esta es la reedición definitiva de El Guerrero del Antifaz.
Ahora falta el proyecto cinematográfico, que es muy ambicioso realmente...
TMB: Discúlpeme la indiscrección, pero, uds. como familiares y herederos de la obra... ¿están obteniendo (al fin) una retribución económica (merecida, por otra parte) por dicha reedición?. Lo digo, más que nada, porque era un tema que ya clamaba al cielo...
MGQ: Sí, esta reedición ha sido justamente retribuida. Cuando firmamos el contrato con Planeta, a todos nos pareció bien la cantidad que íbamos a obtener. Desde luego que el tema de las reediciones ilegales clamaba al cielo. No es que nos hayamos quedado contentos como para lanzar cohetes, pues hay muchos facinerosos que van a quedar impunes en este mundo, pero algo es algo. Planeta DeAgostini ha sido la única empresa editora que ha procedido como las personas honradas deben proceder.
TMB: Pregunta polémica: ¿qué le diría ud. a ese sector del público que considera que las aventuras de El Guerrero del Antifaz tienen tintes "fascistoides"?. Sabrá que es una opinión bastante extendida...
MGQ: El Guerrero del Antifaz no tiene ningún tinte “fascistoide”, y de paso aprovecho para desmentir con rotundidad que el héroe se lo “montaba” con Fernando, como también algunos, aún más retorcidos, han asegurado. El Guerrero luchó por la justicia desde el comienzo de su andadura. Mi padre lo ideó a sus dieciocho años, en una época en que la censura era muy molesta para cualquier tipo de creación que aspirase a tener calidad, y miraba con lupa todo lo que se editaba. El hecho de que el enmascarado fuese un cristiano que luchaba por los ideales de la cruz, ayudó mucho a que la censura tolerase ciertas escenas, como las de mayor violencia y las eróticas, las de las bellas moras que también rodeaban siempre al caballero cristiano. Esta manga ancha de la censura para con El Guerrero contribuyó a su éxito. Es posible que los curas y los militares pensasen que el enmascarado simpatizaba con ellos. Nada más lejos de la realidad. Yo creo que los que han tachado de fascistoide a El Guerrero del Antifaz son seres a los que simplemente les ha corroído la envidia en mayor o menor medida. Quizás gente retorcida, con ganas de llamar la atención y de paso obtener unas pesetas por sus escritos.
TMB: ¿Y a los que ven una rivalidad de El Guerrero con El Capitán Trueno?. ¿Le parece justificada, o es un absurdo?.
MGQ: La rivalidad de El Guerrero con El Capitán Trueno la veo un tanto ficticia. Cierto que El Guerrero tiene sus partidarios y Trueno los suyos, pero se trata de personajes que comenzaron su andadura en épocas distintas. El Guerrero lo hizo al principio de los años 40, y Trueno fue el héroe de los 50. En los 50, El Guerrero había perdido cierta fuerza. Lo mejor de su historia transcurrió durante sus primeros años, son de entonces los mejores personajes y tramas de la serie. Después todo se hizo más rutinario. Entonces Trueno irrumpió con fuerza y se ganó su espacio. Son personajes e historias diferentes para dos épocas diferentes. El Guerrero se adaptaba más a que lo leyesen también los adultos. Las historias de Trueno eran más infantiles, más livianas, incluyendo las escenas cómicas del “Cascanueces” y Crispín. En El Guerrero había más austeridad, más drama. La tragedia siempre perseguía al héroe.

ENTREVISTA A MANUEL GAGO QUESADA

Un encuentro tan imposible como deseado. Por Ambrós.


TMB: También tengo entendido que ud. trató en una época de continuar el trabajo de su padre justo donde éste lo había dejado. ¿Podría explicarnos exactamente en que consistió aquel proyecto, y por que finalmente no llegó "a buen puerto"?. Creo que de materializarse podría haber sido algo muy interesante...
MGQ: Bueno, no puedo evitar una sonrisa al leer la expresión de que mi trabajo no llegó A BUEN PUERTO. Claro que no llegó a buen puerto, porque Puerto es el apellido de esos editores de la Editorial Valenciana. Tras la broma, paso a contestar la pregunta.
Yo tuve interés en continuar las Nuevas Aventuras del Guerrero del Antifaz por cuestiones esotéricas, más que por otras razones. Resulta que en mi niñez, solía tener una pesadilla recurrente. Tiene que ver con los números 11 y 111. Si intentase relatar aquí el contenido de dicha pesadilla, que tuve en varias ocasiones, precisamente a mis once años, y la relación que, muchos años después, comprendí que tenía con el trabajo de mi padre, me tendría que extender folios y folios, lo que no me parece adecuado por respeto a esta entrevista y al entrevistador en primer lugar. Quien se interese por lo que acabo de decir, le ruego que visite mi página web www.magalibros.com donde encontrará amplia información al respecto.
Continúo con la pregunta. Cuando falleció mi padre a la edad de 55 años, en su mesa de trabajo quedó incompleto el número 111 de las Nuevas Aventuras del Guerreo del Antifaz. Entonces comprendí el significado de mi pesadilla de la infancia, y muchas más cosas que siempre habían rondado por mi mente.
El editor Puerto me llamó para que continuase la serie que mi padre dejó sin finalizar. Le dije que sí y dibujé, con mucha dificultad, seis episodios cuyos guiones escribí yo mismo. Estaba dibujando el cuarto episodio cuando el editor Sr. Puerto cambió de idea y me dijo que le diese un final a la serie, seguramente porque a su juicio, mi trabajo no llevaba a buen puerto. Finalicé la serie dibujando tres cuadernos más. Nunca publicó mis episodios. Un mes después, comenzó a reeditar El Guerrero del Antifaz mediante aquellos cuadernos de tapas azules que incluían las portadas de los varios episodios que cada fascículo agrupaba (fue aquella serie titulada Homenaje a Manuel Gago). Sin duda era una idea mejor, y ¡¡¡mucho más económica para él!!!

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1º número de la reedición titulada Homenaje a Manuel Gago


Años después, en 1995, el Club Vallisoletano de Amigos de la historieta publicó mis seis cuadernos, todos ellos agrupados en un único tomo, que se tituló Los amigos del Guerrero. Tuvo éxito, la edición se agotó y dicha publicación tiene hoy un precio muy alto en el mercado, porque es muy difícil de conseguir, y al fin y al cabo, se trata de El Guerrero del Antifaz “oficial”, dibujado por mano legítimamente autorizada a ello.

ENTREVISTA A MANUEL GAGO QUESADA

Así dibuja nuestro entrevistado al mítico personaje de su padre...


En 2002, varias experiencias inexplicables desde bases científicas me llevaron a la conclusión de que tenía que hacer algo más acerca de El Guerrero del Antifaz. Escribí y dibujé dos nuevos cómics, a los que di el título de La Última Aventura del Caballero de la Máscara Negra, por aquello del “limbo” registral del personaje . En el primero de estos dos episodios el Guerrero recibe la visita de su creador, Manuel Gago, que le anima a abandonar las armas, pues “Quien a espada mata, a espada morirá”. En el segundo episodio, retoma la espada de nuevo, pues se entera de que su hijo, Adolfito, está vivo en poder del sultán Bayaceto II, y su esposa le conmina a actuar para rescatarlo.
Hice 450 ejemplares de cada uno de los cómics y se vendieron todos. Fue un éxito.
Actualmente, he decidido reeditar esos cuadernos, pues forman parte de la unión de mi trabajo con el de mi padre a través del número 111. Así que La Última Aventura del Caballero de la Máscara Negra tendrá se reedición. Aparecerá en un único volumen, de esmerada presentación y precio asequible. A primeros de noviembre de este año estará a la venta. Espero que sea un éxito.
TMB: Y ya para terminar la entrevista, le agradecería que compartiese con nosotros que opinión le merece el actual panorama tebeístico en España. Muchas gracias por su colaboración. Ha sido un placer.
MGQ: Estoy absolutamente desconectado del mundo actual del tebeo español. Los últimos comics que compré los adquirí en la década de los 80, después oposité a una plaza de profesor de EGB, la obtuve y me olvidé de los tebeos, hasta que escribí y dibujé mi Máscara Negra, por los motivos que ya he señalado en una pregunta anterior. Vivimos en una época más que mediocre, casi suicida en el mundo occidental. Sin el casi. Suicida. Quizás algún día entre en una tienda especializada en cómics y me ponga al día, aunque sólo sea para poder contestar convenientemente a una pregunta como esta última que me ha formulado.

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Manuel Gago Quesada, mostrando un ejemplar de Maga, el final del tiempo. La interesante trilogía literaria que escribió e ilustró recientemente...


Y hasta aquí, nuestra entrevista. Espero sinceramente que haya sido de vuestro agrado. Personalmente me parece muy reveladora. También quiero agradecer nuevamente a Don Manuel Gago Quesada su inestimable participación, así como sus elogios a este humilde blog. Es todo un honor tenerlo desde ahora como seguidor del mismo.


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