Hola a todos y todas, unlibroparaleer ha conseguido entrevistar a Noemí Sabugal, cuya última novela Al Acecho fue reseñada en este blog.
Tras una pequeña biografía de la autora podréis leer esta interesante entrevista. Gracias por tu amabilidad Noemí.
Noemí Sabugal, (Santa Lucía de Gordón, León, 1979), licenciada en periodismo por la Complutense de Madrid ha trabajado para diversos medios de comunicación, tiene una novela anterior El asesinato de Sócrates, que fue finalista del XI premio de novela Fernando Quiñones.
ENTREVISTA
• Me gustaría conocer un poco a Noemí Sabugal en su día a día, cuando no es escritora, si tiene alguna otra pasión o entretenimiento.
No soy muy original, no hago tai chi ni patchwork. Dedico todo el tiempo que puedo a leer y a ver películas. Veo con fruición series como The wire, Los Soprano, Treme o Breaking Bad, leo cómics, voy al teatro, escucho música (blues, Sabina) y me voy de tapas. También me apasiona viajar, por supuesto.
• Como periodista que es, está claro que lo suyo es escribir. Pero, ¿qué le empujó a dar el salto a la literatura?
La literatura ya estaba ahí, como una especie de marca de nacimiento. Siempre me gustó sumergirme en los libros y eso me llevó al periodismo y a enfocarme hacia la prensa escrita. El salto lo llevaba ejercitando durante años. Ahora veremos si soy capaz de nadar y llego al final de la piscina sin ahogarme.
• Explíquenos cómo es su metodología de trabajo. ¿Le van surgiendo ideas, sabe de antemano qué novela quiere escribir, escritora diurna o nocturna, de café y cigarrillo?
Cafeína sí, por favor. Nada de cigarrillos. Escribo cuando puedo y donde puedo. He escrito mucho en trenes y autobuses, de día y de noche. En cafeterías y hoteles. Pero prefiero escribir en una habitación bien iluminada y con tiempo por delante. En cuanto a la preparación de la novela, sí, más o menos sé qué quiero escribir pero siempre hay personajes que crecen o desaparecen antes de lo que yo pensaba. Una novela no es una operación matemática, es un organismo vivo que pasa por sus gripes y sus subidones y hay que acompañarla. Para las ideas surgidas en cualquier momento y lugar siempre llevo una libreta a punto para cazarlas.
• ¿Cómo encaja las críticas que va recibiendo? ¿Son un estímulo para usted?
Claro, es muy curioso ver qué piensan los demás de lo que haces. Creo que el escritor debe olvidarse de todos para hacer bien su trabajo, debe escribir aquello que esté en sintonía con sus gustos y obsesiones porque así no traicionará su esencia ni su estilo; pero siempre es interesante ver cómo puede haber muchas lecturas distintas de un mismo libro.
• ¿Quién es la primera persona que lee y valora sus novelas o borradores?
Mi pareja. Tiene buen ojo.
• Al acecho es su segunda novela; supongo que al tener ya experiencia con la anterior, ha sido más fácil estructurar todo el proceso de creación, o por el contrario, ¿debe exigirse más uno mismo?
Por supuesto, y con esta novela espero haber dado un paso más. Es más compleja y ambiciosa que la anterior, no sólo por los temas que trata: la República, el comienzo de la guerra civil y el compromiso político, sino también porque tiene más voluntad de estilo, digamos. Mezcla una primera persona y a un narrador omnisciente pero ligado al personaje principal, y alterna el pasado y el presente para contar la misma historia.
• ¿Qué ha aprendido del mundo literario en este tiempo? ¿Le ha dado más alegrías que decepciones?
La verdad, me ha dado más alegrías. El mundo literario es un nombre que se refiere a algo que nadie sabe muy bien qué es. ¿Es el mundo formado por los escritores y los lectores, o los ‘saraos’ de las presentaciones y ferias del libro? ¿Participa del mundo literario aquel escritor que es médico de lunes a viernes y el sábado presenta sus novelas? ¿O el que no las presenta nunca? Supongo que es un mundo cuyos límites no están muy claros, pero que se refiere sobre todo a la fauna editora-escritora y ahí, como en cualquier otro sector, hay de todo.
• La ambientación y documentación de la novela son excelentes, ¿fue lo más duro o le gusta empaparse con toda esa información? ¿Por qué eligió esa etapa de la historia de España?
Gracias por esa apreciación. Fue duro, sí, mucho. Siempre me ha interesado la historia de la República y de la guerra civil porque sigue teniendo sus consecuencias en la sociedad de hoy. Todas las familias españolas vivieron la guerra y para todas tuvo algún coste. Además quería situar la historia en esos últimos meses de la República para mostrar cómo todo se vino abajo, cómo cambió la vida de los españoles de un día para otro. La República fue una oportunidad perdida, un crío que no llegó a hacerse adulto, como ocurre con las niñas que aparecen asesinadas en la novela y que se presentan como una metáfora de ese hundimiento de las ilusiones y el futuro.
• El perfil del inspector Julián Fierro refleja personalidad y está muy bien dibujado. ¿Le resulta sencillo forjar la naturaleza de los personajes?
Es una obsesión para mí. Necesito estar ‘enganchada’ a ese personaje, ser él en lo bueno y en lo malo. Julián Fierro es un tipo que creo que a muchos lectores les ha desconcertado porque en un momento en el que las distintas creencias sociales y políticas son más evidentes que nunca y están presente en todos los sectores de una sociedad española muy dividida, Fierro es alguien que trata de mantenerse indiferente. El mundo se derrumba a su alrededor y él no quiere verlo, sólo se compromete con las niñas, con encontrar a su asesino. No quiere ser un “estúpido héroe”, no quiere repetir los errores de su padre, no cree que la lucha sirva para nada. Pero no es posible estar ciego por siempre, claro. Esa falta de compromiso ha chocado a muchos pero ahí está la clave, sirve para que el lector se pregunte: ¿y yo, qué habría hecho?
• Háblenos para los que no la conozcan de su última novela. Preséntenosla.
Al acecho es una novela sobre el hombre al acecho del hombre y que plantea (espero) más preguntas que respuestas. Ocurre en Madrid y comienza en marzo de 1936, después de que el Frente Popular haya ganado las elecciones. En ese escenario se va a desarrollar una historia con dos frentes: varios asesinatos de menores y la convulsión de todo lo que ocurre en el país en ese momento (atentados, manifestaciones, huelgas, un inminente golpe de estado). El nexo común a ambos temas es Julián Fierro, inspector del cuerpo de Investigación y Vigilancia, un personaje complejo que no quiere ver lo que está ocurriendo pero que al final tendrá que abrir los ojos.
• La mente de un escritor siempre está funcionando. ¿Tiene ya planes de futuro?
Aparte de cenar esta noche y desayunar mañana… sí, estoy escribiendo una novela. Es una historia de segundas oportunidades que se desarrolla en estos tiempos que estamos viviendo. La vida de un tipo que debe reinventarse de nuevo.
• Y para terminar y como soy muy curioso, me gustaría saber qué lee ahora Noemí Sabugal.
Pues estoy leyendo el manuscrito de la novela inédita de un amigo. Es una historia de ciencia ficción que me está gustando mucho (al margen, por supuesto, de la condescendencia que parece imponer la amistad) y he acabado dos obras de teatro de George Bernard Shaw: Pigmalión y Trata de blancas. Si la gente supiera lo divertido que es leer teatro, se animaría más a hacerlo. Y a verlo, claro.
Gracias por su tiempo y un cordial saludo de unlibroparaleer.
Gracias a ti y a todos los lectores del blog.