Para esta ocasión entrevistamos a la joven escritora madrileña Paula de Vera, quien nos hablará de ella misma y de sus novelas en una extensa entrevista con la que se puede conocer un poco más a esta prometedora escritora de fantasía.
Fue en 2014 cuando consiguió publicar su primer libro, Los Hijos de los Dioses. Actualmente cuenta con tres libros en el mercado, ambos pertenecientes a la trilogía Los Hijos de los Dioses, y La Hija del Oráculo, que pertenece a una nueva serie, Landeron.
Esta entrevista se encuentra en la revista BadaGame Octubre nº 6 Especial Aniversario. Para acceder a ella hacer clic aquí o en la imagen.
-Antes de nada, muchísimas gracias por permitirnos hacerte esta entrevista. ¿Puedes presentarte un poco con tus palabras para los que no te conozcan?
Me llamo Paula de Vera, soy de Madrid de toda la vida aunque mi sangre, digamos, es castellana –concretamente burgalesa-. Tengo 25 años, soy licenciada en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid y ahora mismo estoy estudiando un máster en Producción y Sanidad Animal.
Tengo muchos hobbies pero si tuviese que destacar alguno, serían los libros, las películas de animación, la música hip-hop y el mundo del caballo.
-¿Cómo fueron tus inicios en el mundo de la literatura? ¿Y cómo ves el futuro en este sentido?
Comencé a los 13 años, animada por otra amiga que también quería escribir su primera novela. Antes de eso había hecho algún cuento para el colegio, pero nada más. A partir de ahí, escribí guiones e historias para cortometrajes, poemas y entré tanto en el periódico del instituto como en el taller de escritura del mismo, llamado El Hilo Azul y que estaba conducido por aquel entonces por una de mis profesoras de literatura, Pura Silgo, a la que agradezco un montón sus enseñanzas y consejos en este complicado mundo de tinta y papel.
También a modo de anécdota diré que me presenté a la Ruta Quetzal y a Madrid Rumbo al Sur, así como a otros concursos de cuento y relato corto, pero no gané ninguno. La competencia, aunque no lo parezca, es muy muy dura y hay mucha gente que escribe muy bien, así que en ese sentido solo me queda seguir mejorando, jeje.
Respecto al futuro, lo que comentaba: quiero poder seguir escribiendo ya sean novelas, fanfics o lo que se tercie –también tengo un blog donde escribo reseñas y reflexiones- y seguir mejorando y aprendiendo cosas nuevas cada día.
-Actualmente tienes publicados dos libros de la misma serie, Los Hijos de los Dioses. ¿Qué podrías contarnos sobre ellas?
Los Hijos de los Dioses es un proyecto de trilogía –el tercer tomo está en proceso creativo todavía- en el que nos encontramos a cuatro protagonistas, jóvenes terrícolas madrileños normales y corrientes, que de un día para otro se ven envueltos en el mundo de la magia cuando los Cuatro Elementos se reencarnan en ellos. A partir de ahí, se verán en el centro de un mundo en el que nunca habían creído: la magia. Pero no estarán solos. Los Hijos de los Dioses conforman la Comunidad Mágica más grande del mundo conocido, y serán los encargados de proteger a los Elementos de aquellos que no están muy de acuerdo con que sus espíritus anden “saltando de cuerpo en cuerpo” cada vez que sus anteriores portadores mueren.
Inicialmente, cuando concebí la historia con 17 años, confieso que no iba a ser una trilogía. Pero cuando por fin terminé el primer manuscrito cinco años después, sí que es cierto que quizá dejé un final muy abierto a posibles continuaciones. Y así fue como surgió la idea, primero de un segundo tomo, y después del broche de oro que, espero, supondrá el tercero. Ah, y no he descartado aún escribir alguna precuela o spin-off, depende de cómo se dé el rodaje de la saga. De momento, tiene buena pinta.
-¿En qué te inspiraste para crear Los Hijos de los Dioses?
Pues es algo muy curioso que cuento siempre y que a casi todo el mundo le sorprende. Por aquella época, digamos 2006 o 2007, estaba muy en boga entre la gente de mi edad la telenovela argentina juvenil Rebelde Way. Confieso que, entre unas cosas y otras, tampoco vi demasiados capítulos, pero los que pude ver fueron suficientes para hacerme concebir una idea quizá algo descabellada: ¿y si los cuatro componentes de una banda musical juvenil, como podían ser los Erreway, de repente se viesen envueltos en el mundo de la magia a través de obtener los poderes de los Cuatro Elementos? ¿Y si además hubiese magos y brujas en el mundo, concretamente en Madrid, y cada uno de ellos tuviese un tipo de poder asociado a un signo del zodiaco y al dios mitológico que da nombre al planeta que, según la astrología, rige dicho signo? Así comenzó el primer boceto de la historia. Cuando por fin lo escribí definitivamente, pulí el asunto de los signos del zodiaco y las influencias planetarias, y así surgieron las diez Casas de Hijos de los Dioses.
-A pesar de lo que la gente pueda pensar, el nuevo libro, La Hija del Oráculo, pertenece a otra serie llamada Landeron. Es algo poco habitual el empezar nuevas series sin terminar las empezadas. ¿Se debe a algo en especial?
Lo cierto es que, cuando terminé el segundo tomo de Los Hijos, ya tenía pensado intercalar otra novela entre este y el tercer volumen. Por una parte, estaba ligeramente saturada del mundo “hijodiosero” como quien dice, y por otro lado me parecía buena idea que los lectores vieran otro estilo escrito por mi pluma, otra historia que, aparte de todo, pretendía ser más cortita y tener volúmenes más reducidos, de 200 a 300 páginas. La novela candidata a ocupar este puesto inicialmente no era La Hija del Oráculo, sino el primer tomo de otra trilogía de ciencia ficción a la que llevaba dándole vueltas un tiempo. Pero tras escribir unos capítulos, entre la falta de tiempo y de conocimiento sobre la materia, decidí que aún no estaba preparada para enfrentarme a ese proyecto dedicándole el tiempo que merecía.
Sin embargo, allá por noviembre del año pasado, apareció la convocatoria de un concurso enfocado a escritores de entre 12 y 25 años. Y entonces caí en la cuenta de que La Hija del Oráculo ya la tenía escrita, desde hacía diez años, aunque guardada en un oscuro rincón de una memoria externa para el ordenador. De hecho, en su día escribí los dos primeros tomos y la mitad del tercero de Landeron –sí, se nota que me gustan las trilogías, ¿verdad?-. Así pues, decidí recuperar el manuscrito, revisarlo, corregirlo y enviarlo al concurso. No gané, por supuesto, pero una persona muy cercana a mí se leyó la novela y me dijo: “oye, está muy bien la idea, pero quizá deberías darle una vuelta. Se nota que el estilo que tenías a los quince años no es el que tienes ahora”. Y a ello que me puse, robando ratitos al día cuando podía –generalmente después de cenar, jaja- para reescribir el primer tomo.
Personalmente, espero que los lectores no me lo tomen en cuenta. De hecho, esta novela también está enfocada a todos aquellos que quieren leerse una novela mía pero por juventud o por temor a tantas páginas, quieran empezar con algo más “suavecito”. Son menos de 300 páginas.
-Debo reconocer que la aparición de Landeron fue una sorpresa. ¿Qué podrías decirnos del primer volumen? ¿Tiene similitudes con Los Hijos de los Dioses?
La trilogía de Landeron cuenta la historia de una princesa que, siendo apenas un bebé, tiene que ser rescatada de las garras de la muerte y ocultada en una lejana tierra para que sus enemigos no la descubran. Sin embargo, cuando cumple quince años, un desgraciado accidente hará que todo su mundo se vuelva del revés y deba plantearse qué hacer con su futuro: si seguir siendo una desconocida oculta en un país que no es el suyo, o recuperar el trono de su país. A partir de ahí se irán sucediendo los acontecimientos e irá ganando tanto amigos y también enemigos. Hasta ahí puedo leer.
-De todos los libros publicados, ¿cuál es tu favorito? ¿Y cuál fue la que te ha costado más?
No sé si tengo algún favorito. Una vez me dijeron que eso era como preguntarle a una madre a qué hijo quería más, y creo que no sería capaz de responderte. ¡Si estoy enamorada hasta de mi fanfic de Willow!
Respecto a la segunda pregunta, creo que el que más me está costando, ahora mismo, es el tercer tomo de Los Hijos de los Dioses, llamado “La Puerta del Destino”, fundamentalmente por dos motivos: falta de tiempo, y necesidad de hilar muy fino para que no quede nada al azar ni descolgado. Quiero cerrar la trilogía como se merece.
-¿Puedes recordar, en esencia, cuál ha sido el comentario que más te ha gustado de tus novelas? ¿Y el peor, o el más injusto?
No sabría elegir porque hay varios comentarios que me han hecho mucha ilusión, pero confieso que me hizo gracia cuando alguien comentó en su reseña que “Cora se merecía un guantazo; o mejor, dos”.
El peor te puedo decir que fue un comentario hecho en la reseña del primer tomo de Los Hijos en un blog de una chica que conozco. Lo firmaba un Anónimo que afirmaba que el primer libro le había encantado pero el segundo le resultó aburridísimo, se arrepentía de haberlo comprado y le decía a la gente que no cometieran el mismo error. Yo respeto que a la gente no le gusten mis novelas, pero prefiero saber quiénes son los que lo opinan y ver argumentos de peso al respecto. Esa clase de críticas dañinas nos hieren a nosotros y dan mala imagen del que lo hace, en mi opinión.
-¿Has hecho algún personaje a tu imagen y semejanza? ¿Hay alguno que sea igual a algún allegado tuyo?
En las novelas que he escrito hasta ahora casi siempre he metido algún alter ego mío, pero es cierto que prefiero que la gente descubra cuál es. Pista: generalmente se parece a mí más en el físico que en la actitud.
Y sí, confieso que en Los Hijos de los Dioses y Landeron me inspiré tanto física como comportamentalmente en algunos conocidos y amigos para crear a los personajes. Aparte de que en Los Hijos, sus respectivos signos del zodiaco me sirvieron para encajarlos a cada uno en una Casa.
-De momento todas las novelas tienen un corte fantástico. ¿Te ves tocando otros estilos?
Mucha gente me hace esa pregunta, y reconozco que en relato corto y poesía he tocado estilos más realistas, pero de momento creo que he vivido poco para poder escribir otras cosas. Eso sí, no creo que nunca escriba histórica –no tengo paciencia para investigar- o ensayo –creo que no sabría ni por dónde empezar, es un género que tengo un poco en nebulosa, la verdad- ni novela negra –me cuesta mantener la intriga en mis relatos, lo sé-. (Risas)
Igualmente, debo decir que aunque escriba fantástica o ciencia ficción, me gusta tomar elementos prestados de otros géneros. Un poco de misterio, algo de romance y, sobre todo, formas de ser de los personajes lo más realistas posibles. Es decir, quiero que mis personajes tengan una personalidad, una forma de ser, pero tampoco van a ser nunca ni los más buenos ni los más malos. Siempre busco el equilibrio.
-De todos los certámenes y concursos literarios, ¿llegaste a la final de alguno? ¿Y de cuál tienes mejor recuerdo?
Llegué a la final de Madrid Rumbo al Sur, aunque luego no pasé las pruebas finales para ir al viaje.
Gané un concurso de poesía del Taller de Escritura El Hilo Azul, y también conseguí que un guión de cortometraje escrito a medias con una amiga ganase el certamen de la sección fuera de concurso del FICI (Festival Internacional de Cine Infantil y Juvenil) en el año 2005.
-¿Podrías decirnos algunos de tus libros favoritos?
Tengo muchos favoritos, pero como mis lectores saben, muchos de ellos son de Laura Gallego. Quizá porque fue su pluma la que me empujó también en gran medida a animarme a escribir mis propias historias. Como clásicos de culto tengo “El Señor de los Anillos”; también me gusta la trilogía de “La Ciudad de las Bestias” de Isabel Allende, y me encanta la saga “Los crímenes de Fjällbacka” de Camilla Läckberg. También he leído algunos libros de Marc Levy y me gustan mucho por lo cortitas y emotivas que son las historias que cuenta.
-¿Qué tal ha sido tú experiencia con el mundo editorial?
Yo, al contrario que otros cuyo trabajo respeto muchísimo igualmente, abogué desde el principio por publicar con una editorial. Sabía que llegar a las grandes era casi misión imposible, pero cuando te metes a investigar en este mundo te das cuenta de que hay muchas editoriales pequeñas o medianas en las que te hacen sentir como en casa. Cierto que no pueden ofrecerte grandes condiciones, pero el hecho de que te permitan opinar sobre cosas como la maquetación y la portada, para mí es casi más importante que tener una tirada de 10.000 libros y que, en el momento que llegas a verlo, te han cambiado casi hasta la historia que habías escrito. Conozco casos de gente a los que les han cambiado títulos, portadas y hasta capítulos enteros. La verdad, no me parece justo para el escritor que le den una palmadita en la espalda y le digan “ya verás tu 10% de derechos de autor… cuando te llegue”. Creo que esto es un trabajo de equipo, y el autor debe poder opinar sobre su producto pues, al fin y al cabo, lo ha creado él/ella.
-¿Sueles meterte en blogs literarios para elegir lecturas? ¿Y cuál es tu sincera opinión sobre ellos?
De vez en cuando, aunque pocas veces. Eso sí, estoy suscrita a la newsletter de más de uno, aparte de a la de la Casa del Libro y alguna librería más.
Me parece que, ahora mismo, los blogs son la mejor plataforma que tenemos los escritores para darnos a conocer. Son los nuevos medios de comunicación y tienen un factor humano y desinteresado tremendo, puesto que no cobran por publicar las reseñas –al menos, los que yo conozco-. Es una labor de colaboración, el autor cede su libro, el blog hace la reseña, promociona al autor y la novela, y a cambio el autor o su editorial pueden compartir el enlace al blog, lo que a este puede reportarle más seguidores. Es una cadena de favores y yo estoy encantada con la labor que hacen.
-¿Tienes pensado probar alguna vez la autopublicación, por ejemplo en Amazon?
De momento no, sobre todo sabiendo que en las editoriales con las que estoy trabajando hay gente muy preparada que puede decirme sin coste alguno qué falta, qué sobra o qué hay que corregir ortotipográficamente en la novela, aparte de diseñarte la cubierta completa, que tampoco es moco de pavo. Aparte de que es gente que conoce bien el mundo editorial y te puede asesorar sobre las posibilidades de mercado de la novela, aparte de ayudarte con la difusión.
-Y ya para terminar. ¿Algún consejo para los que tengan vocación escritora y no se atrevan?
Últimamente siempre que me hacen esta pregunta, me viene a la mente el mismo recuerdo. Hace poco, un amigo que escribe rol me preguntó: ¿Qué consejos podríais darnos los que escribís de verdad? Y yo lo primero que pensé fue: publicar no significa escribir de verdad. Hay muchos escritores con muchísima fama que, lo siento, pero no escriben bien. En cambio, hay mucha gente que escribe por afición estupendamente y no se animan a dar el salto porque parece que “los grandes” no les van a hacer caso. Reitero: no creo que lo grande sea la panacea de nada. Lo importante es que quien escriba, crea en ello y esté convencido de lo que hace, que disfrute con ello y transmita lo que el corazón le pide. Ya sea fantástica, romántica, terror, ciencia ficción, novela histórica… Lo primero que yo me preguntaría es: ¿qué quiero contar y cómo quiero contarlo? Coger cuaderno y bolígrafo, y empezar por la primera frase. Puede que se quede en eso… o puede que no. El tiempo dirá.
Además, recordando las palabras de otro buen amigo y compañero escritor, “esto es como un virus”. Es decir, aunque escribas y lo dejes, volverás… y lo sabes.
-Muchas gracias por tu tiempo, y esperamos que la nueva serie sea todo un éxito.