"Alguien que es capaz de llevar hasta el final el desafío de no utilizar la A la letra más utilizada del español, será igualmente capaz de luchar por aquello que más quiere”
Por Carmen Fernández Etreros.
Primera semana de calor primaveral en la que hablamos con Rodrigo Muñoz Avia que acaba de ganar el Premio Edebé de literatura infantil 2015 con su novela El signo prohibido. Una novela muy dinámica en la que su curioso protagonista Jorge toma la decisión más difícil de su vida tras la desaparición de Aleksandra, su amiga de clase: hablar sin la letra «A», hasta que la chica regrese o él la encuentre. Por eso comienza a investigar la misteriosa huida de Aleksandra, en la que sus orígenes rusos parecen jugar un papel importante. Su amiga ha dejado pistas para Jorge, que apuntan a que no se marchó por propia voluntad.
P.¿De dónde surge la historia de El signo prohibido? ¿Cómo se te ocurrió?
R. Surge de una simple idea anotada hace mucho tiempo en mi cuaderno de notas: "escribir una novela infantil con alguno de los juegos del lenguaje característicos de Georges Perec". En concreto me atraían los lipogramas, textos en los que voluntariamente se omiten aquellas palabras que contienen una letra determinada. En mi caso intenté escribir la novela entera sin usar la letra A, pero el resultado era críptico y enrevesado, poco adecuado para el lector infantil. Así que opté por que sólo fuera Jorge, el protagonista de la novela, el que no utilizara la letra A en sus diálogos.
P. ¿Cómo se te ocurrió el personaje de Jorge, este inteligente y tozudo niño que toma la decisión de hablar sin la letra «A» hasta que regrese su amiga Aleksandra?
R. La clave para esta novela fue entender que el juego con el lenguaje que proponía tenía que tener alguna vinculación con lo que le ocurriera al protagonista. Jorge se propone no decir la letra A hasta que no sepa qué ha pasado con su amiga desaparecida. Es un gesto de protesta, una suerte de promesa, que le da fuerza interior para luchar en lo que quiere. La definición de este personaje, que me encanta, vino de la mano de la propia premisa de la novela: alguien que es capaz de llevar hasta el final el desafío de no utilizar la letra más utilizada del español, será igualmente capaz de luchar por aquello que más quiere.
P. ¿Qué papel tiene el padre de Jorge en la novela y su interés por los libros de George Pérec?
R. Las relaciones padre-hijo son siempre muy potentes en mis novelas, muy determinantes. Me lo proponga o no, acaban ocupando un lugar importante en el desarrollo de la historia. En el caso de El signo prohibido, el padre es un referente muy fuerte para Jorge. Es librero y un gran amante de la obra de Georges Perec. A la hora de construir la novela yo necesitaba un personaje que introdujera esta figura del escritor francés, ya que Perec no es un autor que forme parte del mundo de los niños ni es especialmente indicado para ellos. Pero la relación que se va construyendo en la novela entre el hijo y el padre (que le apoya y comprende en su lucha) me parece muy bonita.
P. ¿Por qué decide Jorge seguir buscando a su amiga a pesar de que parece que se ha marchado por su propia voluntad y de que sus padres y la policía se lo desaconsejan?"Estamos hechos de lenguaje, y esto es algo que Jorge intuye. Es la revelación de la novela, la fuerza que puede darnos el lenguaje".
R. Porque él conoce a Aleksandra mejor que nadie y hay muchas cosas que no le encajan en su desaparición. Lo que más le extraña es que si Aleksandra se ha ido voluntariamente no se haya despedido de él ni le haya contado nada. Jorge no sería nuestro héroe si no tuviera tesón y no tuviera esa capacidad de analizar lo que ha ocurrido propia de los mejores detectives. Esto es algo que me apeteció mucho incorporar a esta novela, un elemento detectivesco que pudiera convertir la lectura en algo trepidante para los niños.
P. Las ilustraciones de Javier Andrada Guerrero ayudan a comprender la novela, ¿cómo habéis trabajado juntos para crear a los personajes?
R. En realidad la elección del ilustrador y el posterior seguimiento de su trabajo, al menos en este caso, lo hace el editor. Yo lo único que puedo decir es que las ilustraciones que ha hecho Javier Andrada son maravillosas y perfectas para el tono urbano, actual y ligeramente intelectual de la novela. Ante todo, me encanta cómo ha dibujado al personaje de Jorge. Cae bien nada más verlo.
P.¿Qué pueden aprender los pequeños lectores de esta novela? ¿El valor de la amistad, la importancia de confiar en los padres…?
R. Sí, yo creo que es una historia de amistad y también de amor, porque si no es amor lo que une a Jorge y Aleksandra, se le parece mucho. También invito a pensar a los lectores sobre aquello que nos hace fuertes o puede hacernos fuertes en la adversidad. Y aquí es donde entra en acción el que para mí es el protagonista del libro: el lenguaje. Estamos hechos de lenguaje, y esto es algo que Jorge intuye. Es la revelación de la novela, la fuerza que puede darnos el lenguaje.
P. ¿Cuáles son tus planes de futuro como escritor?
R. Escribir, escribir, escribir, no hay otros planes posibles. Este año 2015 saco tres libros. Es la cosecha de lo sembrado en años anteriores. Pero ahora toca volver a sembrar. Estoy empezando una novela para adultos, pero en esta ocasión no estoy dispuesto a abandonar la novela infantil por demasiado tiempo. Iré alternando entre una y otra con más ganas que nunca.
Publicado en Top Cultural