Revista En Femenino
Entrevista a Sana Ben Achour, presidenta de la Asociación Tunecina de Mujeres Demócratas
Publicado el 13 diciembre 2011 por LilikDiagonal: ¿Cuál es la posición de la Asociación Tunecina de Mujeres Demócratas en relación al nuevo Gobierno de unidad nacional?
Sana Ben Achour: Nosotras somos plurales y no tenemos todas la misma posición en relación a la composición de este Gobierno de unidad nacional. Aunque hay una serie de críticas que hacemos todas nosotras al nuevo Ejecutivo. Creemos que deberíamos hablar de un Gobierno de transición o provisional y no de un Gobierno de unidad nacional, porque todas las tendencias y sensibilidades no están representadas.
Es absolutamente necesario que todos los símbolos y todos los representantes que han estado en el antiguo régimen de Ben Ali sean sacados del nuevo Ejecutivo. El actual primer ministro es del partido del dictador, la Agrupación Constitucional Democrática (RCD) y formó parte del Gobierno con Ben Ali. El RCD ha sido el aparato de represión más importante del régimen.
De todas formas, la esperanza que tenemos todas como feministas es caminar hacia la democracia, poder sentar las bases de unas verdaderas instituciones democráticas, ir hacia unas elecciones libres por sufragio universal directo y, sobre todo, que las mujeres tunecinas puedan encontrar su lugar en las construcción de esta democracia.
D.: ¿Qué esperanza tienen en la rebelión que se está produciendo en Túnez?
S.B.A.: Los tunecinos no han tenido la ocasión de expresarse mediante elecciones, de manera democrática, por eso la presión en la calle es, a nuestro juicio, muy saludable. Después de haber visto correr la sangre, a jóvenes inmolarse, nadie está ya dispuesto a renunciar a este ideal de lucha y democracia. Creo que esa es nuestra fuerza. Lo que realmente nos da esperanza es la revolución, lo que hoy está pasando en las calles.
Ya no tenemos miedo, no hay ese silencio de plomo. Además, las asociaciones feministas, de derechos humanos y otras, más allá de la sociedad civil, han resistido durante años a Ben Ali. Ahora va a constituirse una red de vigilancia democrática. La juventud ha jugado un rol extraordinario, son la esperanza y aunque durante años los hemos considerado indiferentes, ahora están a la cabeza de la movilización.
D: ¿Cuál es la situación de los derechos humanos y, sobre todo, de los derechos de las mujeres en Túnez tras tantos años de represión?
S.B.A.: Desde que empezó el movimiento revolucionario contra el régimen, las mujeres han estado presentes en las calles. Son mujeres de clase media, de las clases populares, universitarias, jóvenes. Todas estaban allí y han participado en esta ola que comenzó el 17 de diciembre, después de que el joven Bouazizi se inmolara. En las manifestaciones ha habido eslóganes que aludían a la exclusión de las mujeres. Es verdad que hay una tendencia política que tal vez cuestionaría las conquistas de las mujeres tunecinas. Pero nosotras nos movilizamos y organizamos el 29 de enero una marcha en la capital, una hermosa manifestación que llamamos: Marcha de Mujeres por la Ciudadanía y la Igualdad en apoyo de la Revolución, y que partió de la plaza de la Independencia en la avenida Habib Bourguiba.
Tenemos voluntad de hacerles evolucionar para ir a una igualdad jurídica, de ciudadanía plena. Con movilizaciones y campañas de sensibilización, creo que las mujeres de los partidos políticos jugarán un rol importante.
D.: ¿Qué actuaciones se plantea la Asociación Tunecina de Mujeres Demócratas en esta fase de transición democrática?
S.B.A.: Nuestro rol en la comisión de reforma de las instituciones va ser muy importante. Durante los últimos 20 años de la dictadura de Ben Ali hemos trabajado en los derechos, la Constitución, sobre la igualdad, la ciudadanía... Tenemos mucho que decir en el camino hacia la democracia, que se reconozca la igualdad de las mujeres, una vida pública digna, democracia y ciudadanía para todas y todos. Ya hemos empezado a trabajar.
Vamos a enviar propuestas y nos estamos reuniendo todas las semanas. Estamos vigilantes. Nosotras queremos participar en la redacción de textos, en la no discriminación de las mujeres, la igualdad de derechos pero también en la igualdad de oportunidades y el reconocimiento de derechos políticos y económicos.
En la actualidad, en la Universidad hay un 60% de mujeres pero luego, en la vida laboral, sólo trabajan fuera del hogar un 20%. El paro afecta especialmente a las mujeres. Todavía hay muchas conquistas pendientes.