Entrevista a Sigmund Freud

Entrevista a Sigismund Schlomo Freud, conocido entre la comunidad psicoanalítica como Sigmund Freud. Galardonado con el doctorado Honoris Causa.

Por Charles. Un simple estudiante.

El día de ayer, 14 de abril de 1909, tuve el honor de conversar con el famoso psicoanalista Sigmund Freud, en la Universidad de Clark, E.U, en una ceremonia donde le fue otorgado el Doctorado Honoris Causa por sus aportes al campo del psicoanálisis. Después de la ceremonia, supliqué a Freud que me concediera una entrevista. Tuve mucha suerte de conseguirlo, y aquí se las presento.

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Charles: Doctor Sigmund Freud, primero que nada, le agradezco sobremanera el privilegio de esta entrevista. Esperemos que sea de su agrado, y que, mediante esta, nos permita conocer mejor el campo en el cual ha trabajado.

Freud: Por supuesto. Soy todo suyo. ¿Qué desean saber?

Charles: Doctor, háblenos un poco de su vida.

Freud: Bien. Espero que no me quiera usted recostar en un diván, Charles. Es una broma.
Freud hace una pausa para sacar un cigarrillo del bolsillo y darle dos caladas.

Nací en Freiberg en el año 1856. Tuve una infancia que ahora consideraría problemática y un medio estimulante para dedicarme al psicoanálisis. Crecí en el seno de una familia judía. Por aquellos años la situación no era sencilla, y en mi familia no faltaron los mismos problemas que aquejaban a la sociedad de ese tiempo.

Charles: ¿Quiere decir que su infancia no fue sencilla?

Freud: No, en lo absoluto. Mi familia padeció de diversos problemas económicos. Mi padre era un jornalero que ganaba apenas lo suficiente para darnos de comer. Jamás tuve una relación con él, aunque no se lo reprocho. Todo muy distinto con mi madre, ella era una mujer excepcional. Pero bueno, pese a tales adversidades, ingresé a la Universidad de Viena a los 17 años e inicié mi carrera en Medicina.

Charles: ¿Por qué decidió usted dedicarse a la Medicina?

Freud: Desde pequeño quise dedicarme a la Medicina. Mi misión en esta vida es el servicio. Mi pasión es ayudar a las personas con sus padecimientos. En definitiva, para esto he nacido.

Charles: Grandioso, doctor Freud. ¿Fueron fáciles sus años como universitario?

Freud: El camino fácil es el que emprenden los mediocres, Charles. Debo decir que siempre me enfrenté al enemigo declarado de los hombres con ideales: el fracaso. Una y otra vez me encontré con grandes obstáculos, pero siempre me planté firme en mis convicciones y perseguí aquello que hoy me tiene lleno de satisfacción.

Charles: ¿Es cierto lo del antisemitismo? ¿Tuvo conflictos al respecto?

Freud: Por supuesto que sí. Fui rechazado en incontables ocasiones por ser judío. ¡Una inepta barbaridad!

Charles: Adentrándonos en su trabajo, doctor, ¿cuáles fueron sus primeras investigaciones?

Freud: Entre 1885 colaboré con el doctor Theodor Meynert en el Hospital General de Viena. Un año después, abrí mi primera consulta. Es entonces cuando inicio mi primer estudio riguroso. Emprendí una investigación sobre la utilización de la cocaína con fines terapéuticos. La cocaína podía servir como tratamiento del asma, migraña, estimulante mental, o incluso, como ayudante para eliminar la adicción a la morfina. Fue una investigación que suscitó diversas controversias y fui blanco de ataques mediáticos por ello.

Charles: ¿Qué nos puede decir sobre la llamada “cura de charlas”?

Freud: Es en términos generales es el instrumento mediante el cual indagamos en el inconsciente de los pacientes. Preguntas bien planteadas por el psiquiatra buscan respuestas y palabras del paciente que arrojen luz sobre los padecimientos de la parte más profunda del yo interno.

Charles: Es a partir de entonces cuando se le empieza a conocer como el Padre del Psicoanálisis. ¿Cuál es su obra escrita más importante?

Freud: Sin duda La Interpretación de los Sueños fue el parteaguas de la psiquiatría. Cuestionada y aplaudida por muchos, mi obra fue motivo de constantes estudios y fue reconocida por estudiosos de gran renombre.

Charles: En 1909 se le atribuye a usted el título de Creador del Psicoanálisis, ¿está usted de acuerdo con ello?

Freud: Mis estudios así lo avalan. El psicoanálisis, señorito Charles, es el gobernante de lo inconsciente en la sociedad. Mi especialidad abarca el estudio de las enfermedades nerviosas ocasionadas por conflictos sexuales inconscientes que se originan en la niñez. No soy, por supuesto, el que descubrió el inconsciente, mas bien, fui el primero en describir el papel que éste juega en la psique humana. Nacen, a partir de nuevas investigaciones, mis escritos sobre la hipnosis y el error freudiano, e inicia un nuevo empuje respecto al tratamiento de padecimientos mentales graves.

Charles: Doctor Freud, su trayectoria ha sido calificada como meramente filosófica. ¿Qué opina al respecto?

Freud: Pueden señalar lo que mejor les parezca. Yo no soy dueño de las mentes de nadie. Desde hace unos años decidí adentrarme en lo más oscuro de la psique humana, en buscar y encontrar soluciones a terribles padecimientos mentales que sufren miles de personas, y, hoy por hoy, puedo decir con toda la satisfacción del mundo, que en la vida existen dos maneras de ser feliz: una es hacerse el idiota, y la otra, serlo. Soy un hombre que dedica sus fuerzas y su pasión al servicio de los demás, a solucionar los problemas reales de la gente. Mi psicoanálisis va más allá de meras palabrerías filosóficas.

Charles: Vaya que es usted un hombre admirable, doctor Freud. Doctor, doy por terminada esta breve conversación. Muchas gracias, doctor Sigmund Freud, el Padre del Psicoanálisis.

Freud: Un placer, Charles.