Ha sido un placer entrevistarla porque ha respondido a un montón de preguntas sobre la novela, los personajes y otras cuestiones que surgen de la lectura.
Terminado el libro, tenía la impresión de que, además de hablar de la historia, podríamos comentar otros temas que están de rabiosa actualidad y que se tratan directa o indirectamente en el libro: el papel de la mujer, hoy y en el pasado, el síndrome de Peter Pan ¿quién no ha oído hablar de este síndrome?
Muchos temas interesantísimos que se ponen en la mesa en esta historia.Además ¿ sabíais que Peter Pan es mucho más que el personaje de Disney y que influenció mucho a J.M Barrie, su creador? También conoceremos a Lady Cynthia Asquith, autora y secretaria de J.M Barrie, conoceremos a los hermanos Llewelyn Davies aunque sea de forma indirecta y, ¿ quiénes son éstos? Os preguntaréis, ellos inspiraron al autor para crear al personaje que le haría sombra. Y todo lo sabremos a través de una novela entretenida que alterna, una historia que transcurre en el presente con otra del pasado, con personajes reales y ficticios, como David y Moira. Otro gran logro de esta novela es que a pesar de está bien documentada, de notarse la especialidad de su autora (que empapa la novela de sus conocimientos) y que toca temas trascendentes e históricos lo hace de manera amena y al mismo tiempo usa un lenguaje cuidado, una prosa fina y elegante, me ha parecido que la autora sabe trasmitir.Y como no, a través de este cuestionario también conoceremos algo más de Silvia Herreros de Tejada, ¿ quién está detrás de esta historia?
Foto realizada por Ignacio Giménez-Rico
El libro vale la pena y saber un poco más de la autora también.¡Os animo a leer esta entrevista y a leer, La mano izquierda de Peter Pan! 1.-He observado que entre tú y los personajes hay ciertos paralelismos ya que en tu caso recibiste becas para estancias de investigación en Yale y UCLA, dónde trabajaste en el archivo del autor de “Peter Pan”, J.M Barrie. Salvando las distancias, ¿Hay algo de ti en David y Moira?Salvando las distancias, claro, hay algo (y mucho) de mí tanto en David como en Moira. Conozco bien sus entornos porque, efectivamente, he trabajado en las universidades que aparecen en la novela: sobre todo en Yale, con el archivo de J. M. Barrie. Además, como David, yo también estudié Literatura Comparada en Edimburgo. Creo que para el lector es importante visualizar los lugares por los que pasean los personajes de las novelas. Recuerdo leer “El camino de Ida” de Ricardo Piglia (también una novela de campus) e imaginarme perfectamente las fachadas de los edificios, el cielo. En “La mano izquierda de Peter Pan”, hay dos tramas: una en el pasado, que explora la vida de Lady Cynthia Asquith, secretaria del autor de “Peter Pan”; y otra en el presente, en la que David y Moira estudian e investigan a estas personas. La trama de los estudiosos es más estática, y requería mayor descripción visual. Ahí, pues, surgían mis ojos, mostrando la realidad de unos lugares que conozco bien y en los que pasé muchas horas observando la atmósfera.
Aparte de los entornos físicos de los personajes, conozco bien las afecciones de sus almas. También ahí tienen algo de mí. Pero, ¿no existe siempre algo de quién escribe en los personajes? O sea, ¿no hay algo de mí también en Cynthia Asquith, aunque ella sea un personaje real?
Creo que para aportarle verosimilitud y verdad a un personaje hay que escribirlo desde un lugar en el que tú, como escritora, te colocas en su piel y en su cabeza. Por mucha magia que una pueda hacer, es imposible salirse de uno mismo del todo. O sea, todo lo que ellos piensan ha pasado también por mi cabeza. “La mano izquierda de Peter Pan” no es, en absoluto, una novela autobiográfica, pero en conclusión te diría que, aunque David, Moira y Cynthia no se parezcan nada a mí (o sí), todo lo que de ellos se cuenta es verdad.
2.-Una de las cosas que me ha gustado de la novela es que Peter Pan y el síndrome de Peter Pan, están presente en casi todos los personajes de diversas formas. David, por ejemplo, me parece que es incapaz de asumir el rol que corresponde a su edad, no acepta su situación laboral y personal, sigue esperando a que llegue su sueño de ser un experto mundial en J.M.Barrie hasta el punto de inventarse una beca para conseguirlo, fingir ante su familia y amigos, etc. ¿Crees que hoy en día hay muchas personas que sufren el síndrome de Peter Pan? ¿Qué no asumen dejar atrás la juventud sobre todo porque se sienten insatisfechos?
Una de las ideas de la novela era que los tres protagonistas sufrieran el síndrome en distintos grados. El que lo padece de manera más evidente es David, sí. Está a punto de cumplir cuarenta años pero no quiere asumir las supuestas funciones que por tener esa edad, en teoría, le corresponderían. Por lo general, el síndrome de Peter Pan también llamado adultescencia o quizá, simplemente crisis de mediana edad se ha asociado a una afección principalmente masculina cuyo imaginario colectivo se compone de huida del compromiso y actividades vinculadas al afán por agarrarse a la juventud perdida.
Cuando el psicólogo Dan Kiley acuñó el síndrome de Peter Pan en los años 80, lo acompañó de un equivalente femenino, el síndrome de Wendy: según él, padecido por mujeres que no pueden evitar tratar a su parejas de manera excesivamente maternal. En la historia de Barrie, Peter Pan, a pesar de su arrogancia y narcisismo, tiene mucho más encanto que Wendy, encorsetada en un rol único del que nadie le permite salir. Pero, en una era en la que se idolatra la juventud, ¿siguen las mujeres reconociéndose en Wendy o se convierten también en Peter Pan?
Moira y Cynthia padecen el síndrome de Peter Pan porque tampoco ellas están satisfechas de lo que les corresponde hacer por rol, género o edad. La juventud es equivalente a la edad de las oportunidades, de los sueños, de tener tiempo para construirte la identidad de quién quieres ser. Pero, ¿qué pasa si ya no eres tan joven y quieres ser otro? La insatisfacción es un elemento importante de la novela porque me parece que es muy común en mi generación. Nuestros padres, que nos tuvieron en los 70, nos proporcionaron la libertad de hacernos creer que éramos capaces de todo: podíamos salirnos de las expectativas convencionales, ser diferentes, hacer lo que nos diera la gana, ¡cumplir nuestros sueños! Y, claro… ¿podría decirse que así nos pasó?
3.-Dos de los protagonistas de este libro son mujeres, sus historias tienen 100 años de diferencia, por un lado tenemos a Lady Cynthia Asquith que vivió en una época de guerra y postguerra, fue secretaria del autor de Peter Pan, ella misma fue una cronista de su época, escribió historias de terror y por otra, en la actualidad, tenemos a Moira, una exitosa académica que ha conseguido una beca para estudiar el archivo personal de J.M.Barrie. He observado que con cien años de diferencia, ambas mujeres tienen que lidiar con el hecho de ser mujer en el sentido de que este hecho pueda perjudicarlas en el campo profesional. En cuanto a Moira, pese a sus logros, está un poco a la sombra de su famoso marido, en su entorno no se ve con buenos ojos el que decida pasar un tiempo fuera de casa para hacer la estancia, sin embargo, su marido, viaja constantemente por motivos laborales. Aunque damos por hecho los derechos de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad, me parece todavía más increíble que en ámbitos más “ intelectuales “se pueda plantear siquiera que esto sea un handicap. ¿Crees que la mujer tiene un largo camino que recorrer? ¿Has sentido alguna vez que se esperaba algo distinto de ti en comparación con otros compañeros de profesión por el hecho de ser mujer?
En cuanto al rol de la mujer en nuestro tiempo, me interesaba comparar cómo no ha cambiado tanto con respecto al rol de hace cien años, aunque creamos que sí. Los dilemas frente al mundo masculino, en numerosas ocasiones, son los mismos.
En el pasado, tenemos a una mujer aristócrata que se ve obligada a asumir unos roles femeninos de los que, en principio, no duda, pero que no le satisfacen. Tener que dedicarse a su esposo, a su jefe, a sus amigos, a sus hijos, a su familia y a los eventos sociales le quitan tiempo para hacer lo que verdaderamente desea, que es escribir.
En el presente, me interesaba explorar a una mujer supuestamente “exitosa” casada también con un hombre “exitoso”, pero cuyo éxito es considerado por todos muchísimo mayor que el de ella. Esto se debe a dos razones: (la primera) a que él sale en la tele y ella es académica, cosa que en el mundo actual resulta bastante invisible; (la segunda) a lo que se viene llamando “micro-machismos”. El enemigo de Moira no está tanto en el ámbito académico en el que se mueve, sino en su propio entorno personal. O sea, son su familia y amigos los que consideran que ella debería “cumplir” como esposa. Son ellos los que consideran más importante el trabajo del hombre que el de ella. Y ella, como consecuencia, acaba dudando de sí misma. Creo que estos micro-machismos son tan habituales en nuestra sociedad que a veces no nos damos ni cuenta.
4.-Al hilo de la anterior pregunta y ya que me ha parecido que tu historia pone sobre la mesa algunos temas interesantes sobre la mujer me gustaría preguntarte si piensas que hoy en día incluso las mujeres nos ponemos trabas con el tema de la maternidad. En las redes sociales se critica mucho a mujeres que tienen un hijo e inmediatamente va a trabajar, no estoy hablando de conciliación laboral, que es obviamente un tema que genera debate y en lo que hay que trabajar, pero si en el hecho de que parece que está mal que una mujer anteponga aspectos profesionales a su rol de madre a tiempo completo como si este hecho la convirtiera en una mala madre. ¿Qué opinas? ¿Algunas mujeres son las peores enemigas de las mujeres?
El tema de la maternidad y de cómo cada mujer ha de enfrentarse a ella es, desde luego, un tema peliagudo (y sí, no solo por la conciliación laboral). La maternidad (y el embarazo) es un tema sobre el que todo el mundo cree tener derecho a opinar. Y, de repente, el cuerpo de una se convierte en objeto de debate. Creo, sinceramente, que las mujeres deben respetar las decisiones de otras mujeres con respecto a la maternidad, sean las que sean.
En cuanto a lo de ser buena o mala madre, creo que tiene más que ver con la percepción que una misma desea mantener. O sea, en la novela, Moira duda (o tiene miedo) a tener hijos -no solo por dejar atrás su juventud- sino por lo que ello pueda suponer para su imagen. Si ya es la sombra de su marido, ¿no lo será aún más si tiene hijos? Por otro lado, Cynthia tiene tres hijos y en su época y su círculo social, no estaba mal visto que pasara de ellos. Su hijo mayor tenía problemas mentales y ella, en lugar de ser una madre devota que se dedicara a él en cuerpo y alma, se lo quitó de encima. Evidentemente, es una decisión durísima, horrible. Pero, ¿se percibiría de manera distinta si ella fuera un hombre? El dramaturgo Arthur Miller tuvo un hijo con síndrome de Down que recluyó en un asilo. ¿Acaso se le criticó tan duramente por ello? Si te das cuenta, además, la gente de su entorno no criticó a Cynthia en exceso por ello.
Imagen de Amazon
5.-La novela me ha gustado mucho, aunque es cierto que no he sentido demasiada empatía por Lady Asquith. Me parece una mujer muy frívola, fruto tal vez de las circunstancias que vivió, quería ser feliz a toda costa y no entendí muy bien su relación con su hijo. Sin embargo, entiendo que es un personaje muy interesante, hasta el punto de que he hecho algunas búsquedas por internet. ¿Qué te parece este personaje?
Lady Asquith es un personaje tan complejo que a mí me ha fascinado escribir sobre ella. Y eso que soy consciente de que hay lectores que quizá no compartan sus decisiones, motivaciones y la aparente frialdad que la caracteriza. La cuestión de la empatía es complicada. ¿Tiene que caernos bien un personaje para que nos interese? ¿Hemos de respetar cada una de sus acciones? Creo que Cynthia es una mujer que pertenece a un tiempo y a un círculo aristocrático inglés que puede resultarnos muy extraño en el siglo XXI. En ese entorno, estaba bien visto tener amantes, que los hijos los cuidaran otros, y dedicarse a vicisitudes superficiales. Cynthia, además, era una mujer muy ambiciosa con rasgos que -al menos en la ficción- suelen ser más comunes en hombres. En la ficción, las mujeres mayores de 40 años han sido condenadas a la invisibilidad, como si la belleza, la sexualidad o el liderazgo ya no estuvieran a su alcance. Se supone que esto está cambiando. Pero creo que aún puede resultar incómodo, o incluso siniestro o extraño, ver a personajes femeninos en comportamientos que no solemos ver.
Un ejemplo: a Lady Asquith le gusta un chico muchísimo más joven que ella. ¿Tanto nos sorprendería (o incomodaría) si viéramos a un hombre encandilado por una jovencita?
La “mano izquierda” del título se refiere a varias cosas en la novela: entre ellas, al lado oscuro, a la sombra. Lady Asquith tiene su parte de sombra, pero también la tiene Barrie. Y David y Moira. Y los lectores.
Lady Cynthia Mary Evelyn Asquith (née Charteris) 1912by Bassano Ltd Foto de http://www.npg.org.uk
Lady Cynthia Asquith (1914) Edmund Dulac, imagen tomada del blog http://fannycornforth.blogspot.com.es
6.-Confieso que para mí Peter Pan era el personaje de Walt Disney, por tanto su autor me era poco conocido. Gracias a “La Mano izquierda de Peter Pan” he conocido un poco a J.M Barrie y también a Lady Asquith. Leyendo tu libro me di cuenta de que hace unos años había visto una película en la que este autor era el protagonista, “Descubriendo Nunca Jamás”, en la que se relata la relación entre J.M. Barrie y la familia Llewelyn Davies y la gestación de Peter Pan. El autor, tras la muerte de la madre de estos niños, se ocupa de ellos pese a que existen familiares cercanos. ¿Crees que esta situación hubiera sido posible hoy en día? En el libro se habla de que se comentó que J.M Barrie podía ser un pederasta, ¿qué opinas?
La historia de Barrie con los hermanos Llewelyn Davies es verdaderamente fascinante. Los conoció en un parque -los londinenses jardines de Kensington- y sus juegos infantiles, tal y como cuenta la película, inspiraron el personaje de Peter Pan. Anthony Lane, un crítico de “The New Yorker”, escribió lo siniestro que sería esto desde la mentalidad actual: un hombre de cuarenta años entablando amistad con unos niños en un lugar público ahora sería víctima de escarnio inmediato. No obstante, en su momento, Barrie acabó haciéndose amigo también de los padres de los niños y tras la muerte de estos, se convirtió en su tutor… Sin que los familiares directos se quejaran ni interpusieran demandas. Barrie tenía muchísimo dinero y a la familia les interesaba que los chicos mantuvieran un estatus. En cualquier caso, siempre hubo rumores en cuanto al “amor exacerbado” que éste profesaba a sus “hijos adoptivos”. De ahí, los rumores de pederasta o pedófilo.
Si me preguntas por mi opinión, yo no creo que lo fuera en absoluto. Creo que Barrie, por un lado, se sentía más identificado con los niños que con los adultos (destacaba siempre la creatividad de la infancia) y, por otro, tenía un anhelo de paternidad que volcó en estos niños. Peter Pan trata, entre otras cosas, de la inmortalidad: algo que existe de cierta manera si uno tiene hijos. Su relación de padre con estos muchachos proporcionó a Barrie lo que él llamaba “fragmentos de inmortalidad”.
George, John y Peter Llewelyn Davies en el libro The Boys Castaway, un libro de imagines de J.M Barrie de las aventuras de estos niños durante el verano de 1901. Imagen recogida en http://hazlitt.net
7. Este libro me parece que enseña el influjo que el personaje de Peter Pan ha tenido en ciertas personas, e incluso en su creador, que de alguna forma quedó a la sombra del mismo. También la tiene sobre otros personajes ya sea por el síndrome, etc. Pero yo me pregunto, ¿qué influjo ha tenido sobre Silvia Herreros de Tejada?
“La mano izquierda de Peter Pan” no es una novela sobre Peter Pan, sino una novela sobre cómo su sombra ha afectado a varias generaciones. A la mía la ha afectado, sin lugar a dudas. Ahora tenemos cuarenta años y nos sentimos más jóvenes: retrasamos las responsabilidades adultas, vivimos como veinteañeros o treintañeros cuando nuestros padres eran señores y señoras “respetables” a esta edad. De todas maneras, el influjo que tiene sobre mí es, sobre todo, en la percepción de la juventud que, para mí, es una etapa de luz y posibilidades (o al menos, así la recordamos). Creo que en la sociedad actual cuesta mucho dejar la juventud atrás. Escribir esta novela a mí me ha ayudado a crecer.
8.-¿Cuándo y cómo empezó a fascinarte J.M Barrie y Peter Pan? ¿Qué otra obra recomendarías, aparte de Peter Pan?
Me interesó cuando vi lo poco que tenía que ver Peter Pan con la imagen que nos había dado Disney. Mi tesis doctoral trató las adaptaciones literarias y cinematográficas de Peter Pan. Es ahí, en ese germen, donde entré en contacto con el escritor James Matthew Barrie y el fascinante proceso de creación de su criatura. Peter Pan no solo es un reflejo de un niño que no quiere crecer y mantiene la alegría de la infancia, sino que plasma los terrores universales más básicos: el miedo a crecer, la soledad, el sexo, el paso del tiempo, la muerte. En mi libro anterior, el ensayo “Todos crecen menos Peter”, analicé cómo Barrie se había preocupado, de manera consciente, de que su personaje se convirtiera en un mito.
Aparte de “Peter Pan”, recomiendo “El pajarito blanco”: una novela para adultos en la que sale, muy brevemente, un Peter Pan que apenas se conoce, un bebé que vive entre pájaros y hadas. Es una novela sobre un capitán retirado con crisis de mediana edad que se enamora de una joven institutriz y se hace amigo de su hijo… Recomiendo también “Lady Nicotine”, una divertidísima apología al arte de fumar y “Adiós, Miss Julie Logan”, novela gótica.
J.M Barrie y Michael Llewelyn Davis, foto recogida de la web http://www.dailymail.co.uk
9.-Este libro ha sido tu primera novela y pienso que quiero leer más. ¿Estás trabajando en una segunda novela?¡Sí! Ahora mismo tengo dos en la cabeza… Lo que no te cuento es cuál será… Pero habrá segunda novela segurísimo.
****Por último, como hacemos con todos nuestros entrevistados, una serie de preguntas que nada tienen que ver con tu libro.
10 .-La última prenda que has adquiridoUnos vaqueros negros con rotos en las rodillas. Muy síndrome de Peter Pan. 11. -Una tarde o mañana libre inesperada, ¿Qué haces?Una mañana libre, sin perspectivas, me encanta leer y me parece un privilegio porque normalmente es algo que solo hago por las noches. Una tarde inesperada, suelo ir al cine sola. Me encanta perderme en la oscuridad de la sala y sumergirme por completo en las historias de otros. 12.- Nombra la última novela que has leído.“El Número 11” de Jonathan Coe. Una suerte de secuela de otra novela suya, “Menudo reparto”. Las dos, muy recomendables.13. - Un libro que te haya sorprendido y un libro que jamás pensaste que te gustaría.Me sorprendió muchísimo “Oso” de Marian Engel, que publicó Impedimenta hace relativamente poco. Cuenta la historia de una mujer que, durante una investigación en una región muy despoblada, se enamora (con pasión) de un oso. Así, tal cual. Fascinante. Nunca pensé que me fuera a gustar “Siempre el mismo día” de David Nicholls. Había visto la versión cinematográfica (muy de sábado por la tarde en la tele) y me pareció una peli romántica sin más. Sin embargo, la novela me chifló. Me parece una historia de amor delicada, elegante, divertida y melancólica. Y todo ello lleno de una profundidad nada evidente. Un must. 14. -¿Tu comida favorita?La pasta. 15. -¿Tu estación favorita?El otoño. 16. -Nombra un imprescindible en tu bolso o en tú bolsillo.Tengo dos: pilot y pintalabios. 17. -No sales de casa sin…Mirarme al espejo… Nunca se sabe a quién te puedes encontrar… 18. - Qué lecturas recomiendas.Por supuesto, recomiendo “La mano izquierda de Peter Pan” la primera, jejeje. Y una novela maravillosa que me inspiró para la mía, “La trama nupcial” de Jeffrey Eugenides, también sobre estudiantes de literatura.