Hoy entrevistamos a Blai Taberner, un joven viajero catalán con muchos países visitados a sus espaldas a sus 19 añitos. En su blog “Una vida en mil viajes” relata con un estilo fresco sus aventuras viajeras y el tono personal de sus artículos contagian su auténtica pasión por esto de viajar. ¡Conócelo!
1. ¿Cuál fue tu primer destino de viajes y cómo te picó realmente el gusanillo de viajar?
Comencé a viajar de pequeño con la familia y el primer destino fuera de las fronteras de mi país fue París en Francia. Allí, como otros muchos niños me maravillé con Eurodisney y la magia que rodea todo lo que allí sucede.
No obstante, el primer gran viaje que realicé y que me marcó para el resto de mis días ha sido el que hice en 2009 a China, allí descubrí qué era exactamente conocer nuevas y distintas culturas y a apreciarlas y nutrirme de ellas. Desde entonces no habría vuelta atrás…
2. ¿Qué te llevó a decantarte por Asia en tu gran viaje?
A partir de ese viaje a China me di cuenta de que Asia, o al menos esa gran parte de Asia que corresponde a China me había gustado y a partir de aquí vinieron varios viajes más a Asia. Por todo ello sentí que el destino de mi pasado viaje de 7 meses tenía que ser ese continente del que aún me quedaban –y siguen quedando- tantas cosas por descubrir. Además, en Asia es relativamente barato viajar comparado con otros continentes como América.
3. ¿Qué momentos de tu gran viaje por Asia recuerdas con más cariño? ¿Y los que menos?
Recuerdo con muchísimo cariño los días que pasé en Beijing, que entre los 7 u 8 que pasé en enero, al inicio de mi viaje, más los casi 20 que pasé en junio suman casi un mes en una ciudad que jamás dejará de sorprenderme. Además, todo ese tiempo lo pasé en un hostel en el que me acabé sintiendo como en casa y por unos días dejé de viajar.
En cambio, los momentos que su recuerdo me gusta menos son sin duda todos los agrios instantes que inevitablemente un viaje tan largo también conlleva. Transportes incómodos y eternos, estar enfermo, timos y estafas y sobre todo inseguridad en algunos lugares y momentos son los que menos me gusta recordar.
4. En tu blog nos hablas de muchísimos países interesantes. ¿Puedes comentar lo que más te gustó o impactó de algunos de ellos?
Letonia: Tan sólo pasé unos días conociendo la capital de este país báltico, Riga, pero sin duda fue una urbe que me gustó especialmente por tratarse quizás de una ciudad mucho más moderna de lo que esperaba y que cuenta con un centro histórico que puede rivalizar con la famosa Tallinn, unos kilómetros al norte y en Estonia.
Rusia: Era la segunda ocasión que visitaba este país y sinceramente, tras una mala experiencia durante la primera, regresar me hacía sentir algo de temor. No obstante, el cambio fue absoluto y sólo me ocurrieron cosas buenas los días que allí pasé en enero. Concretamente en San Petersburgo conocí la ciudad de la mano de sus habitantes y pude sentir la hospitalidad rusa que había creído inexistente. Eso hizo que Rusia esté ahora entre uno de mis objetivos más próximos, para conocer el país más grande del mundo con cierta profundidad.
Tailandia: El paraíso de los mochileros pero también del viajero que busca confort, buenas playas y relax. Un país para todos los gustos, presupuestos e intereses en el que es imposible aburrirse. El mejor recuerdo que me llevé de Tailandia fue aprender a bucear en una de sus islas, en concreto Koh Tao, la más idónea para ello. Una experiencia inolvidable, una puerta abierta a otro mundo…
Malasia: Lo que más me sorprendió de este país fue su increíble mezcla étnica presente en cada una de sus ciudades y calles. Chinos, malayos e indios (entre otros, claro) conviven haciendo de la sociedad de Malasia un brebaje mágico que toma mil formas, olores y gustos. Y es que si algo va a recordar el viajero que visite este país va a ser precisamente su enorme variedad de exquisitos y económicos manjares que probará. Mmm… se me hace la boca agua sólo al pensar en Malasia.
Filipinas: Sin duda, un país curioso en mi opinión. Un país asiático pero cristiano, un conjunto de islas paradisíacas que aguardan mucho más que aguas turquesas y corales multicolores. Desde las tribus del norte hasta los vestigios históricos de la Segunda Guerra Mundial, no hay duda que hay que descubrir Filipinas. Me costó encontrar un lugar que realmente me encantara (la competencia con otros países del Sudeste Asiático es muy fuerte) pero finalmente me rendí a los pies de El Nido. No voy ni a intentar describirlo, mejor que cada uno lo busque y se deje fascinar.
China: ¡Ay, China! A veces cansina, a veces emocionante pero, sin duda, uno de mis países favoritos y en el que he pasado más tiempo. Casi 3 meses me han dado para descubrir muchas zonas diferentes del país pero si tengo que escoger me quedaría sin duda con mi amada Beijing y con la remota zona del Xinjiang y en concreto Kashgar, un lugar recóndito a las puertas de Asia Central que poco o nada tiene que ver con la China de nuestro imaginario y que sin duda ofrece un choque cultural más extremo.
Japón: Pese a que muchas veces se relaciona a este país con China, es un mundo totalmente a parte. A parte de China y del resto del mundo, y es que Japón va a ser una experiencia única para cualquiera que se acerque hasta allí. La vibrante e infinita Tokio no dejara indiferente pero si lo que se quiere es experimentar un poco del Japón tradicional no hay más que tomar un tren bala (o un autobús nocturno si como yo, se viaja en un presupuesto muy ajustado) y conocer Kioto. Una joya a caballo entre el Japón moderno y tecnológico, y el Japón más místico y antiguo. Me quedo con esta mezcla que a priori parece tan imposible pero que el país nipón ha sabido absorber tan bien.
Indonesia: Una enorme sorpresa. Tan enorme como la cantidad de lugares que hay en este país que requiere de meses de exploración para poder ser visto por completo. A parte de la clásica y no por ello poco interesante isla de Bali, en Indonesia también hay para todos los gustos y presupuestos. Alguien interesado en playas sentirá que Indonesia es su lugar. Alguien interesado en culturas ancestrales sentirá que Indonesia es su lugar. Alguien interesado en el relax sentirá que Indonesia es su lugar. Alguien interesado en la fauna sentirá que Indonesia es su lugar. Y es que en Indonesia hay para todos, literalmente. Yo me quedo sin duda con la isla de Sulawesi, repleta aún de grupos étnicos cuyas formas de vida nos siguen pareciendo totalmente misteriosas.
5. ¿Cuál será tu próximo destino y qué esperas que te aporte esta nueva aventura?
Mi próximo –y presente- destino es Centroamérica, una zona del mundo en la que todavía no había estado y de la que me estoy llenando grandes experiencias hasta el momento.
En un viaje de un mes entre Ciudad de Guatemala y Managua espero impregnarme de la rica cultura (o culturas mejor dicho) que en esta istmo de tierra entre el Pacífico y el Atlántico uno puede encontrarse.
Está claro que tras conocer en profundidad Asia, tocaba un cambio, y pese que mi primera opción era África, finalmente me decanté por el continente americano.
6. Siempre hay algún objeto especial que acompaña al viajero durante sus viajes… ¿cuál es ese objeto que siempre en la mochila y del que no puedes separarte en tus viajes?
Totalmente de acuerdo. Y en mi caso este eterno acompañante es siempre un cuaderno y un bolígrafo para anotar, dibujar, pegar y relatar todo lo que me venga a la mente en estos momentos de constante descubierta. No obstante, la cámara, como intento de fotógrafo que soy, tampoco me deja nunca de lado.
7. Seguro que más de una vez te han dicho eso de «Ojalá yo pudiera hacer lo mismo». ¿Qué consejo le darías a los jóvenes que se plantean eso de viajar pero no se atreven?
No puedo más que decirles que lo intenten. Que se lancen a descubrir el mundo y que vean por ellos mismos como éste es un lugar lleno de buenas personas a pesar de lo que los telediarios digan. En el mundo la mayor parte de la gente tiene un corazón enorme y en casi todas partes uno será bien recibido. Además, podrá vivir situaciones, experiencias y momentos que si no es viajando jamás tendrá la oportunidad de vivir.
Y es que como bien sentencia una canción de Manel, la vida que nos hemos perdido simplemente no existe; así que a vivirla y no dejar escapar ninguna oportunidad por culpa de ningún miedo.
8. ¿Sigues algún blog de viajes? ¿Cuáles recomendarías a nuestros lectores?
Sigo muchísimos blogs de viaje, me encantan, me apasionan. Cuando viajo o planeo (cada vez lo hago menos, sinceramente) acostumbro a recopilar toda la información por medio de este medio ya que proporciona siempre una información certera, actualizada y en primera persona de gente que viaja del mismo modo que lo hago yo.
Pero no sólo leo blogs de viaje cuando viajo, sino que lo hago de forma habitual como aquel que lee una revista o un libro. Y es que muchos de los blog, como el mío mismo, tienen el objetivo de entretener a parte de dar información, con lo que leerlos es siempre una puerta abierta a dejar volar la imaginación y trazar en mapas mentales nuevas rutas que te lleven a conocer los entresijos y recovecos de este mundo.
9. Y por último, ¿piensas que el viajero nace o se hace?
Mucha gente empeña horas en clasificar a la gente que viaja en categorías según su manera de viajar, la duración de sus viajes, la dificultad de acceso a los lugares que viaja… En mi opinión viajero es todo aquel que siente anhelo por conocer el mundo y que a su manera, ritmo y posibilidades va cumpliendo este sueño. Es por ello que sinceramente creo que el viajero se hace. Viajero es aquel que viaja y punto. Y cada uno va a viajar según su forma de ser, con lo que siempre lo hará de verdad. Todo viajero es un viajero de verdad.
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