Entrevista | Ballena: “Si algo no tenemos son prejuicios a la hora de componer”

“Lo principal es tener los oídos abiertos y ser muy críticos, pero a la vez llevarnos muy bien”

[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo
A la primera escucha queda muy claro que Ballena no es una banda más; no es solo estribillos, estrofas y a por lo siguiente. Son diferentes, especiales y sobre todo cercanos, muy cercanos. Su disco Navarone ha despuntado desde su lanzamiento (de la mano del sello ideal para ellos, Subterfuge) como una obra al alcance de muy pocos artistas y siendo nada menos que su debut la valoración ganó muchos enteros. El grupo formado por Miguel Rueda, Juande Jiménez y Alejandro Hidalgo en Málaga surgió con una espontaneidad que bien explica el espíritu casual y emotivo de sus composiciones. 

Estas tres bestias pardas de la escena pop malagueña (las tablas y el colmillo retorcido se notan) tienen muy claro como afrontar este proyecto, que partió con muy buen pie, y no morir en el intento y eso saltó a la vista en cada una de sus respuestas ante nuestros cuestionamientos en esta esta entrevista que nos permitió escarbar en sus pensamientos, motivaciones y planes. Desde Málaga Ballena nos han obsequiado con generosidad de detalles en una conversación que recomendamos se lea con Navarone como soundtrack.Ricardo Portmán: Encantado de poder conversar con vosotros. Lo primero ¿Cuál es el estado de ánimo de Ballena en este inicio de año?Miguel Rueda: ¡Igualmente! Muchísimas gracias por el interés, estamos encantados de hablar con vosotros. Nuestro estado de ánimo no podría ser mejor, el feedback que nos llega del disco, ya sea por críticas de prensa o el boca a boca de parte del público que se nos acerca después de los conciertos, es muy bueno y la relación con el sello es idílica, así que no podemos pedir más.  Tenemos un buen puñado de fechas interesantes donde presentar “Navarone”, que es también algo muy ilusionante.RP: Navarone es vuestro disco debut ¿Cómo os sentís con el álbum? ¿Es el disco que esperaban/soñaban? MR: “Navarone” es un disco gestado mitad en el local de ensayo y la otra mitad en el estudio de grabación, no queríamos llegar con todo al estudio demasiado atado o cerrado, era importante poder “jugar” durante la grabación y divertirnos. Nuestras expectativas se vieron superadas día a día mientras se registraba y luego durante las mezclas y con la llegada del máster. Nos sentimos muy contentos con el resultado, el sonido de cada instrumento, la textura en general… Quizás ahora subiríamos un poco las voces, pero “Navarone” es nuestro primer hijo y lo amamos tal cual ha quedado.RP: Vosotros tres sois músicos que con una larga experiencia han unido fuerzas ¿Cómo se dio la génesis de la banda?Juande Jiménez: Los tres nos conocíamos desde hace años, de la escena musical malagueña, pero apenas habíamos tocado juntos. Todo se gestó durante una noche muy loca del festival Canela Party de 2016. Entre disfraces y copas se habló todo el asunto y se decidió cómo sería nuestra colaboración: una banda sin líderes, una cooperativa creativa en las que todas las voces tienen el mismo valor. Luego buscamos local de ensayo, reservamos el estudio para unos seis meses después, y ¡a componer! Creo que si nos hubiesen contado aquella noche de fiesta cómo transcurriría esta aventura, no nos lo habríamos creído…RP: Dicen que el diablo sabe más por viejo que diablo ¿Cuánto le debéis al bagaje acumulado para llegar al ya reconocible ‘sonido Ballena’? JJ: Todas las bandas en las que has tocado, todos los discos que has escuchado, todas las chicas que te han dejado… Todo influye cuando te pones a hacer canciones. Para nosotros lo más valioso, más incluso que el impacto directo de nuestras experiencias musicales individuales, son los años de local de ensayo y estudio. En los grupos, la psicología y la comunicación son realmente lo que lo sostiene todo, más si cabe que las capacidades musicales de cada uno. Tenemos claro que lo principal es tener los oídos abiertos y ser muy críticos, pero a la vez llevarnos muy bien. Sin eso todas las bandas se hunden, y afortunadamente es algo que tenemos muy presente los tres (lo hemos vivido en el pasado); ésa es la clave para que la elaboración de nuestro primer disco haya sido un verdadero placer. El “sonido Ballena” del que hablas ha sido fruto de todo eso, de poner del revés las ideas de cada uno hasta que había un consenso estético, a veces a las buenas y otras a las no tan buenas, pero siempre con un abrazo y una sonrisa al final.RP: ¿De cuáles fuentes musicales bebe la banda? ¿Cuál es vuestro referente menos obvio?JJ: Creo que en nuestro caso hay muchos referentes no obvios ya que aunque todos escuchamos pop y nos gusta, no es quizá la música que más oímos. Por ejemplo a Ale le gusta mucho el progresivo y el post rock, y bebe mucho de eso en los arreglos, y yo, por ejemplo, he tocado mucho rock, pero también en big band y combos más jazzeros… Lo que tenemos en común es el amor por las melodías, y es lo que intentamos poner en evidencia en nuestros temas.   RP: Siendo españoles tenéis un registro en líneas generales bastante más anglo que muchos de vuestro pares…MR: Somos españoles y nos gustan muchas bandas españolas, pero en general los tres oímos mucha más música anglosajona, es cuestión de gusto solamente. Hoy en día las bandas españolas suenan cada día mejor y los directos son espectaculares, somos fans de un montón de grupos nacionales, a pesar de eso supongo que es normal que nuestro sonido se dirija hacia lo que más escuchamos.RP: Sin embargo, rizando el rizo, os sacáis de la manga Tropisálida, una canción de tono brasileño… MR: Si algo no tenemos, son prejuicios a la hora de componer. La melodía de “Tropisálida” viene de una música que compuse en el 2003 para un cortometraje de una amiga, siempre me quedé con esa melodía en la cabeza y cuando la tocamos juntos en el local fluyó hacia una dirección muy tropical, muy bossa (siempre respetando el género), en seguida Ale y Juande completaron el tema y lo hicimos “muy Ballena”. En la intro toca la guitarra Alejandro de Lori Meyers, es un gran instrumentista y controla muchísimo de Bossa, así que le pedimos su colaboración y quedó una intro muy cool. Como él mismo decía “te lleva al lobby de un hotel de los setenta tomando un gin tonic en copa de balón…”.RP: En Ballena quien tuvo el giro más brusco en cuanto a su rol fue Miguel, al tener que asumir por primera vez la voz principal ¿Fue tan difícil como se presume?MR: Bueno, a decir verdad fue menos difícil de lo que pensaba. Durante la grabación a medida que se acercaba el momento de cantar las canciones me iba poniendo más nervioso, temía no estar a la altura, se lo comentaba constantemente a Jose (JASS) nuestro productor, le decía en broma “está quedando todo muy bonito y cuando toque cantar lo voy a estropear”, él me animaba mucho y, llegado el momento clave de cantar, me oía tan bien y me hizo sentir tan cómodo que disfruté mucho de la grabación de las voces. Algo que estuve temiendo durante toda la producción se convirtió en uno de los mejores momentos, nos quedamos solos en el estudio (Ale y Juande tuvieron que volver a sus trabajos) y hay canciones como “Portugal” o “Los Cañones de Navarone” donde se me saltaban las lágrimas cantándolas.RP: ¿Cómo afrontan el proceso creativo? ¿Llegáis con ideas preconcebidas al local o apeláis al jamming?JJ: Las dos cosas. Ha habido temas que han llegado al local con casi una estructura de mano de alguno de nosotros, y otros que han surgido de un riff aislado o una melodía de voz. Lo que sí es cierto es que, cualquiera que fuese el germen, en todos los casos pasaba por el filtro de la banda (¡que es un filtro muy cabrón!), en el que todo se cuestiona, se deshace, se deforma, se vuelve a componer, hasta que queda al gusto de todos. Ale y yo pasamos del bajo o la guitarra a la batería y vamos armando los ritmos, Miguel suelta la guitarra y coge el bajo… Es un baile de instrumentos en el que surgen ideas nuevas, puentes, melodías, siempre con el objetivo de que la canción sea coherente y que “entre” bien. No nos gustan los puzzles, en los que uno trae un estribillo, otro una estrofa, se unen y ya está. Entendemos la composición del tema como un trabajo con cohesión de principio a fin en el que todos tenemos que estar de acuerdo. Esto además hace que sintamos todas las canciones como propias, independientemente de la autoría de la idea inicial. Es un proceso largo y lento, porque los tres somos muy exigentes, pero nos gusta el resultado.   RP: Las letras son de una aparente sencillez pero terminan calando hondo ¿Qué las inspiran? ¿Cuánto tienen de autobiográficas?MR: Hay de todo, aunque en su gran mayoría son bastante autobiográficas y hablan del amor, de mis hijos, o situaciones difíciles como la muerte de mi padre… También hay historias totalmente ficticias o inventadas; “Aerobic Cristal” por ejemplo es ficción. En general necesitaba que las letras hablaran de cosas reales, creo que eso le da más emoción al conjunto. Eso que dices de que “calan hondo” es cierto, me lo han dicho y estoy seguro que es por eso, porque son historias reales en su mayoría, algunas de ellas vistas con el humor y tono ácido que da la distancia. Alguien me dijo una vez que no se me daba bien escribir letras y que lo mío era el bajo y los coros, hubo un tiempo que me lo creí, luego me di cuenta de que con trabajo se consigue todo. “Primo Donna” habla de eso, de no hacer caso a los malos consejeros. Mi amigo Cristóbal siempre dice acertadamente “consejitos vendo que pa’ mí no tengo”.RP: Las sesiones de Navarone ¿Fluyeron como esperaban? ¿Cómo fue el ambiente en el estudio?JJ: La grabación fue una continuación lógica del trabajo en el local de ensayo. Las sesiones del local habían sido muy intensas y laboriosas. Nos habíamos puesto fecha para grabar prácticamente en el primer ensayo, meses atrás, sin saber qué material tendríamos llegado el momento de meternos en el estudio. Fue una especie de ejercicio de confianza, una prueba de fe. La verdad es que llegados al estudio, los temas estaban bien trazados, aunque había mucho hueco a la creatividad. Fue una suerte encontrarnos en un entorno tan familiar, en Peligros (Granada), donde compartíamos una casita, convivíamos y trabajábamos constantemente. En pocas horas, nuestro técnico y productor José se convirtió en un miembro más de la banda, entendía la esencia de cada canción, y sobre todo, el tipo de producción y sonido que queríamos darle a cada tema. Teníamos muy claro que cada canción debía ser tratada individualmente, buscando un sonido y una atmósfera diferentes, y que la cohesión del disco se debía conseguir luego por medio de la mezcla. José también trabaja así, por lo que todos estábamos en la misma longitud de onda. Es un trabajo mucho más duro, porque con cada tema se empieza casi de cero, se vuelve a afinar la batería completa, se cambia de guitarras, de bajo, de amplis, de pedales… Pero mereció la pena. Luego vinieron las sesiones en Málaga, donde grabamos todos los coros, percusiones, teclados, vientos y demás arreglos. Realmente fue un placer ver cómo los temas crecían ante nuestros ojos. RP: La grabación se vio enriquecida por nombres ilustres: Paco Román (Neuman), Raúl Bernal (Dolorosa, Loquillo), Daniel Guirado (Pájaro Jack), Alejandro Méndez (Lori Meyers)…MR: Hemos tenido la suerte de contar con algunas colaboraciones de lujo, que sin duda engrandecen los temas. Y todas (a excepción de Daniel que ya lo teníamos en mente para las percusiones) surgieron de manera espontánea en el estudio, por ejemplo Raúl, se tenía que pasar por el estudio y Jose le dijo:  “¿te animas a meter unos teclados?”. Y sin escuchas previas de los temas y sobre la marcha improvisó unos Rhodes y Hammonds preciosos en “Portugal” o en “El Policía del Estilo”, fue impresionante verle grabar con esa precisión…O lo de Paco, estábamos haciendo guitarras de “Sagres Mini” y no nos pegaba un solo standard, sino más bien algo luminoso y con ruido a la vez y se nos vino a la cabeza la manera de tocar de Paco Román, con una creatividad brutal…esos golpes de reverb del ampli…y aceptó y nosotros flipando claro. Con Alejandro fue algo parecido, Ale, controla mogollón de guitarra brasileña rollo bossa, etc…sabíamos que una intro suya le venía  al tema como anillo al dedo a un tema como “Tropisálida”, vino, la escuchó y en menos de una hora ya había grabado un par de arreglos increíbles y estábamos tomándonos una cerveza en una terraza…RP: ¿Recuerdan la primera escucha conjunta del álbum terminado? ¿Qué sintieron?MR: Pues realmente no hubo una escucha conjunta. Desafortunadamente somos todos gente muy ocupada, así que el máster nos lo íbamos pasando y comentando, ya fuese por teléfono o por mensajes. En cualquier caso estoy seguro que de todos sentimos cosas parecidas: mucha satisfacción y la sensación de que casi sin darnos cuenta habíamos dado a luz algo muy especial. Se lo enseñábamos tímidamente a nuestros amigos y parejas, y todos nos decían incrédulos “oye, esto suena muy muy bien”. Fue un nacimiento muy bonito. RP: ¿Cómo se dio el fichaje con Subterfuge? ¿El disco ya estaba grabado para entonces?MR: Siempre hemos sido muy fans de Subterfuge, aunque conocía a Carlos Galán desde tiempo atrás con otras bandas, nunca habíamos podido trabajar junto así que cuando tuvimos el máster de “Navarone” teníamos clara una cosa, no íbamos a marearlo entre discográficas: sería Subterfuge o la autoedición. Si Subterfuge hubiera dicho que no, igual se hubiera intentado en un par de sitios más… Pero gracias a Dios, no tuvimos que recurrir a eso, el disco les gustó mucho y fichamos. Es un sueño hecho realidad, un sello que admiramos desde siempre. Para nosotros en España es “EL SELLO”, es como estar en un garaje de Seattle y que te fiche SUBPOP, pero a la española.RP: ¿Hubo unanimidad sobre El Policía del Estilo como single inicial?MR: Bueno, la unanimidad en Ballena es casi una utopía, los tres somos muy diferentes en casi todo, eso es bueno porque nos enriquecemos unos de otros y a la vez a veces complica ciertos aspectos. A todos nos encantaba “Policía del Estilo” pero no todos la veían como single, en estos casos o bien votamos o dejamos que la discográfica decida. Ahora mismo creo que fue Carlos de Subterfuge quien la veía como un tema especial para empezar… En cualquier caso, nunca llega la sangre al río.RP: ¿Cuál es el tema que consideran que mejor os representa?JJ: Nunca se pregunta si quieres más a papá o a mamá… En realidad para nosotros todos los temas son representativos de lo que hay detrás de Ballena. Hay temas más norteamericanos, tipo “Trío de Pedernal”, “Lolalé” o Primo Donna”, que parecen definirnos más, aunque en realidad estamos muy cómodos en los medios tiempos, como en “Taxígrafo”, “Portugal” o “Cañones de Navarone”. Como decía, todos los temas son especiales y todos son “muy Ballena”.RP: Ahora toca lanzarse a la carretera ¿Cómo se compagina la vida laboral/familiar con la vida de banda?MR: No es nada fácil, aquí (sobre todo Juande y yo que somos los que tenemos hijos) nuestras mujeres son una pieza imprescindible, sin su apoyo, esto sería imposible; no solo tocar en directo, sino también grabar un disco o ensayar. Desde aquí darles nuestro agradecimiento y reivindicar su lugar en Ballena como parte activa de la banda en la sombra. Obviamente tenemos que seleccionar muy bien las fechas que elegimos, intentar que sea en fin de semana, etc… Hacer uno o dos conciertos al mes como mucho. Pero dentro de estas limitaciones, todo está fluyendo de manera muy natural.RP: ¿Cuál es el hábitat ideal de Ballena: el escenario o el estudio?JJ: Los tres somos unos fanáticos de los instrumentos y del material musical y de estudio. Cuando estamos grabando, nos sentimos como niños en un parque de atracciones, así que en ese sentido estamos como pez en el agua en el estudio. A pesar de eso, creo que la respuesta a tu pregunta es el escenario. Nos encantan los directos. Siempre nos hemos emocionado en conciertos de buenas bandas, y ése es nuestro objetivo, conseguir que los que vengan a vernos se vayan con la sensación de haber presenciado algo especial. Como quien dice, acabamos de empezar a tocar juntos en directo, pero creo que tenemos los ingredientes para conseguir transmitir lo que queremos sobre el escenario. En directo además vamos acompañados de Sixto Jiménez (teclados, percusiones y coros) y Alfonso López (bajo y coros), dos músicos experimentados de la escena de nuestra ciudad que, lo que es más importante, son muy buenos amigos nuestros.  
RP: Navarone ha estado en varias listas de los mejores discos del año (no ha faltado en la nuestra) ¿Estos reconocimientos son un impulso para lo nuevo o un lastre por las expectativas creadas?MR: Es siempre un impulso, estamos sorprendidos y agradecidos del recibimiento tan bueno y unánime del disco, pero estamos además de acuerdo en que el disco lo merece, ha habido muchísimo trabajo detrás de “Navarone”, pero tenemos los pies en el suelo y somos realistas, sabemos dónde estamos. Disfrutamos cada pequeño paso hacia delante y tenemos claro que tenemos que mejorar poco a poco. Seguimos también trabajando en canciones nuevas. Para nosotros que el disco esté publicado estando las cosas como están en el mundo discográfico es ya un gran éxito… Todo lo que va llegando demás son preciosos regalos.RP: Para cerrar ¿Cuál es el siguiente gran paso de Ballena?
JJ: Pues para nosotros el siguiente gran paso –o los siguientes- son todos los directos que estamos programando para la primera mitad de este año. Tenemos varias fechas en festivales de verano, y telonearemos a grandes artistas nacionales, donde nos verá mucha gente ante la cual debemos defender el disco. Como hemos dicho antes, el directo es muy importante para nosotros, y queremos que la gente se lleve un muy buen recuerdo de Ballena. Ese es nuestro siguiente desafío, y nos encanta. | 

Fotos: David Vilavedra







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