La obesidad es el paradigma de una enfermedad nueva, epidémica y no infecciosa que desencadena diabetes, hipertensión y trastornos cardiovasculares. Reducirá la esperanza de vida de las nuevas generaciones respecto a las anteriores si la actitud de la población no cambia.
Las tecnologías de la comunicación ya están generando trastornos en la juventud y no sabemos su impacto futuro: adicciones, trastornos del sueño y del estado de ánimo, mayor violencia o cambios en las relaciones personales y sociales. También se han puesto de relieve situaciones antes “ocultas” como maltrato, abusos sexuales y, a partir de ahora, problemas relacionados con la pobreza.