Hemos podido entrevistarle y además os invitamos a ver su film por la cara y antes que nadie.
“Elvira ha sido nuestra película más completa desde el punto de vista de producción. Tiene un hilo narrativo continuo, con una protagonista absoluta que cuenta la historia de una chica suicida compulsiva que da con un método, el llamado método Sansik, con el que consigue controlar sus deseos de morir”En este último año, Elvira es la cuarta película que estrenas, ¿cómo habéis podido producir tanto material?
Todo es fruto de una varita mágica que tengo… Básicamente es porque teníamos mucho atraso de postproducción. En esto del cine independiente, como no hay dinero para pagar a un montador, pues los que colaboran conmigo van montando las películas en sus ratos libres, esto hace que el proceso se alargue meses o años. En los casos de Despedida de soltero y Elvira, que fue la segunda peli que rodamos, las posproducciones se han alargado dos años. Así es como han coincidido las cuatro películas en el mismo año.
Te hemos visto en tu faceta de actor tanto en Despedida de soltero como en Amor verdadero, ¿cómo llegas al mundo del cine?
Siempre he sido un apasionado del cine. Pero antes que nada me siento actor. De hecho en Elvira también interpreto. Lo que pasa que hace unos años, cansado de presentarme a casting, de hacer pruebas y de ir de acá para allá, llegó un momento en que unos cuantos amigos también actores y yo decidimos que si queríamos salir en una peli lo mejor es que la hiciéramos nosotros porque no nos cogía para trabajar ni dios. Entonces yo escribí un guion y entre nosotros nos empezamos a buscar la vida contactando con gente que nos ayudaron con la parte técnica y nos rodamos nuestra película, así nació Despedida de soltero. Lo que pasa es que yo, a raíz de aquella experiencia que me fascinó, seguí adelante y ahí estamos.
Siendo el director, el guionista y en ocasiones también actuando, ¿cómo te planificas?, ¿cómo es tu sistema de trabajo?, ¿siempre es el mismo o va variando en cada una de las historias que te planteas rodar?
Va variando. Hombre, en la primera película, la versión del guion que decidimos rodar era desde el punto de vista de la producción muy pretencioso porque no tienes ni idea, y estaba repleto de tiros, muertes, persecuciones de coches… Hasta que llega el día en que hay que rodarlo y, claro, ahí vienen los problemas porque no hay dinero. Entonces el siguiente guion, ya desde la escritura lo vas armando para que su rodaje se ajuste a los medios con los que cuentas. Pero claro, esquivas los problemas que se plantaron en el primero, pero te enfrentas a otros nuevos. En el tercer guion empiezas a tener claro lo que sí se puede y lo que no. Y ya en el cuarto y en el quinto empiezas a tener claro que tiros no, que rodar en un hospital es muy difícil, persecuciones de coches ni hablar, porque la última vez ya estrellamos uno, rodajes con mucha gente tampoco, porque los vecinos llaman a la policía… Y vas creando al final un estilo que es lo que puedes rodar: conversaciones a dos, determinados interiores y exteriores…
Hace unas semanas se emitió en el programa de televisión Días de Cine un reportaje sobre cine “low cost” en el que participaste junto a otros directores de cine, Norberto Ramos del Val, César del Álamo… ¿qué piensas de esa etiqueta de que tanto se habla?
No dejamos de ser un grupo de gente que queremos hacer cine y no tenemos otro remedio que hacerlo con poco dinero. No hay ninguna corriente, sólo somos gente que ama el cine, que queremos contar historias y hacerlo en cine es lo principal para ellos. Y lo van a hacer, con 100, con 200, 20.000 o con 30.000 euros. Lo van a hacer. Lo vamos a hacer.
En este último año hemos visto cómo se están cerrando casi cada día salas, también cierran sus puertas las productoras, la subida del IVA ha sido un golpe para el sector. Esta situación de crisis ha suscitado un debate sobre cuál va a ser el futuro que le espera al mundo del cine. ¿Tienes alguna postura en este debate?
Bueno, yo parto de la idea de que las crisis son cojonudas. Las crisis son épocas de cambio. Las crisis reestructuran, transforman y nos llevan de un sitio a otro. No me preocupa mucho a dónde nos lleve, pero me parece bueno que las cosas se ventilen.
Pero, en medio de este panorama, ¿encuentras más dificultades para que tus películas lleguen al público?
La mayor dificultad del cine independiente no es hacerlo, que también es complicado, pero nos vamos apañando. La máxima dificultad a la que nos enfrentamos es poder mostrar nuestro trabajo. No hay manera de acceder a las salas de cine comercial, ni a las distribuidoras desde la nada. Para ellos la nada es que la peli no cuente entre el reparto con caras conocidas. Pero bueno. Vamos buscando las maneras.
¿Por qué crees que el público debería ir a ver Elvira este otoño al cine?
Precisamente Elvira, bueno todas son especiales, pero ésta por el momento en que se rodó, siendo la segunda película, el grupo de gente que nos juntamos estábamos más unido, curramos casi un año en el rodaje de una manera muy particular, con mucho cariño en lo que hacíamos muy particular. Y eso se nota en la película, se nota en el trabajo actoral, se nota en el trabajo de cada una de las personas del equipo técnico y estoy seguro que eso se va a notar en la pantalla y que va a gustar.
Por Elena María Sánchez
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