Revista Talentos
La copa quebrada nunca tornará a ser una,
y el vino vertido no ha de regresar.
El sol que te alumbra, fiel a su destino,
en su entraña de fuego se consumirá.
Así en el universo todo muta y huye,
y lo que hoy ha sido nunca más será,
pues en su avanzar progresa el desorden,
y en el desorden yace su posibilidad.
Los minutos pesan y la gravedad duele,
hace lento el paso y duro el caminar.
Con cada pisada llega un tiempo nuevo,
y todo cuanto ha sido va quedando atrás.
Ama lo fugaz y cuida el instante,
que el cielo de ahora más no ha de brillar,
apura tu vino mientras se derrama,
que a la copa rota nunca volverá.
Mariaje López
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