Revista Opinión

Envejecer

Publicado el 15 diciembre 2015 por Lordagar

¿ Nos preocupa envejecer ?, parece ser que a muchas personas o a todas, si.

Desearíamos que nuestra vida fuera lo más larga posible pero sin los

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efectos negativos del  envejecimiento. La ciencia progresa en este sentido.

Podemos afrontar la vejez con optimismo, si nos centramos en algunas ventajas cómo la de tener una experiencia adquirida, saber tomar decisiones firmes, menos miedo a las perdidas, menos temores, paciencia, prudencia, averiguar quienes somos realmente y conocer nuestro mundo interior.

Las ideas y experiencias de una persona mayor,  pueden ayudar a mejorar la vida de algunas personas. Al hacerse mayor, desde la madurez te respetas más a ti mismo

En la vida padecemos cambios, que nos afectan en todo nuestro organismo, se ve afectada nuestra piel y la regulación de la temperatura se ve alterada, la forma física se pierde pasando a perder fuerza, el nivel de agua de nuestro cuerpo baja, y somos más propensos a deshidratarnos, se

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pierde masa ósea lo que facilita las fracturas, aparece sordera, la agudeza visual se deteriora, los órganos internos disminuyen de tamaño.

Un corazón en reposo sigue funcionando correctamente, pero se adapta menos a los esfuerzos, el estomago ralentiza su funcionamiento, el sistema inmunitario se debilita favoreciendo infecciones y tumores, la función psicomotora se hace más lenta, pero la inteligencia adquirida a lo largo de la vida se conserva.  Todo el mundo tiene olvidos, jóvenes y mayores, y no serian tan importantes si no les diéramos tanta importancia.

Psicológicamente mantenemos nuestra personalidad, pero si esta es débil, podemos tener cuadros de paranoia, hipocondría , manías y depresiones.

Todos estos cambios fisiológicos en la vejez, no significan que ser mayor es ser enfermo, aunque si se es más vulnerable.

El miedo nos debilita e incapacita para ver los problemas, las perdidas y

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limitaciones tal y cómo realmente son, exagerándo demasiado.

El carácter de los mayores no es el mismo en todos, depende de su experiencia vital, dónde ha transcurrido esta y de su personalidad, debemos relacionarnos con la persona y no con un estereotipo.

Frecuentemente son los demás los que se alejan de los mayores, haciendo que estos se sientan rechazados, aunque hay casos económicos y físicos que impiden que los mayores participen en actividades sociales.

El tener ciertas limitaciones, no supone estar enfermo, pero si nos puede molestar; muchas enfermedades se tienen por igual siendo joven o siendo

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mayor, requiriendo más atención de mayor, pero no por ello se enferma más. Ser mayor no es estar enfermo.

Si no se exige mucha fuerza o rapidez los mayores pueden realizar cualquier actividad, con el añadido de que aportaran más responsabilidad y compromiso, teniendo una velocidad menor de aprendizaje pero no menor capacidad para aprender; depende de la paciencia de quien les este enseñando. Al igual que los jóvenes, si no hay motivación, no creen que valga la pena hacerlo.

Realizar alguna actividad física, ayuda bastante.

Casi todos prefieren seguir teniendo una vida sociable y activa, y con un poco de ayuda es posible.

Al estar con una persona mayor, puede asustar ver nuestro futuro y alejarnos emocionalmente de ella y de lo que implica ser mayor.  La relación puede complicarse cuándo ambas partes, se rechazan, uno pide y

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el otro ignora. Aquí no tiene que ver la edad, el que esta amargado y tiene mal humor, es producto de su insatisfacción personal, pero esta con voluntad se puede mejorar; no vale decir que la culpa es del otro.

Según la mitología griega, la diosa Eos se enamoró de Titono, estaba tan ciega por él que acudió a Zeus, el rey de los dioses, para pedirle que hiciera inmortal al príncipe troyano. Zeus aceptó, aunque Eos fue tonta, había pedido vida eterna a su amante, pero se le olvidó pedir por eterna juventud. El resultado fue que Titono envejeció y envejeció, y nunca murió.

Hay que liberarse de los números que no son esenciales: edad, peso y altura.

La vida no se mide por el número de respiraciones, sino por los momentos en que algo o alguien nos quita la respiración.

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Hay una diferencia entre envejecer y hacerse viejo; mientras envejecemos se producen cambios biológicos en nuestra persona, pero hacerse viejo es tan sólo una definición dentro de nuestra sociedad, que crea sentimientos que no tienen relación con el hecho de envejecer.

“Envejecer es todavía el único medio que se ha encontrado para vivir mucho tiempo”

/Charles Augustin  Sainte-Beuve /


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