Ayer asistí a una conferencia sobre lo que se conoce como “violencia obstétrica“. Se desarrolló en la Universidad Madres de la Plaza de Mayo, un centro social situado en pleno centro de Buenos Aires, en la misma plaza del Congreso de los diputados. Unas instalaciones espectaculares que entiendo que la madres han conseguido tras años de lucha.
El evento tuvo como ponente a Vivian Camacho, médico cirujano boliviana, indígena orgullosa y representante del Movimiento Mundial para la Salud de los Pueblos. Inició su discurso con un emotivo acto de denuncia de lo que ha sucedido con el presidente del país andino, Evo Morales. Lo explica muy bien el periódico argentino Página 12 bajo el título de “Vestigios de colonialismo que genera humillación”.
La discusión trató sobre embarazo, parto, crianza natural, etc. “Elegir cómo queremos parir”, insistió Camacho. Se describió la tecnificación del nacimiento y las mujeres y algunos hombres presentes se preguntaron si el embarazo situación de riesgo y acordaron que hoy la mujer es un objeto más de la consulta. La realidad nos permite afirmar que no van desencaminadas y que Bolivia, Argentina, España y demás padecen al misma epidemia de deshumanización del parto.
La interculturalidad que intenta imponer la medicina hegemónica sin respeto por las culturas indígenas y sus modos de entender la salud también fueron bien criticados ante un auditorio que hubo de cambiar de sala pues la primera se quedó pequeña (y la segunda también). El parto natural es un acto involuntario. Confiar en la naturaleza y permitir que el bebé se abra camino ha de regir el acto del nacimiento.
Se habló de muchas cosas concretas; de cómo la posición de la mujer tumbada para parir es antinatural porque la pelvis termina en “subida” y eso dificulta que el bebé encuentre la “salida”. Es correcta la posición vertical pues se ayuda de la fuerza de la gravedad. Bélgica, Holanda y Alemania son los países, según Vivian Camacho que más parteras y partos en casa ofrecen.
También se citó el trabajo impresionante del obstetra francés Michel Odent y la importancia de la oxitocina natural, hormona del amor frente a la adrenalina como hormona del peligro, la que se segrega en situaciones de riesgo como un parto inducido o no respetado.
Bueno, termino que he quedado con Vivian -que también es una vieja lectora de este blog aunque no nos conociéramos- en el Museo del Bicentenario; hay un cuadro de Sequeiros que nos han recomendado. Os cuento.