Hace unos meses publicamos el mapa del gas radón (Rn) que es un gas radiactivo de origen natural que tiende a concentrarse en interiores, como en viviendas, escuelas y lugares de trabajo. Es la segunda causa más importante de cáncer de pulmón después del tabaco, aunque casi nadie repare en su existencia. Ahora la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha celebrado la jornada “Radón: un problema de salud pública pendiente de resolver” para abordar el problema de esta sustancia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el gas radón es la primera causa de este tipo de tumores en no fumadores y el segundo en fumadores, después del tabaco. De hecho, una persona que fuma en un ambiente con altos niveles de radón multiplica por 40-50 el riesgo, según ha advertido el director de Grupo Radón de la Universidad de Cantabria, Luis Santiago Quindós.
El radón es un enemigo público silencioso, ya que las personas no pueden saber si lo tienen en su casa al ser incoloro e inodoro, salvo que instalen un medidor.
Durante la citada jornada, Luis Vega, coordinador de Unidad de Edificación Sostenible del Ministerio de Fomento, coincidiendo con que en febrero acaba el plazo para que el Gobierno transponga una directiva europea al respecto, ha admitido que las administraciones públicas han fallado en la concienciación social de los efectos nocivos del radón, responsable de unas 1.500 muertes al año por cáncer de pulmón en España.
Durante la jornada ha participado también un afectado directo del gas radón, cuyos padres fallecieron con 57 y 65 años de cáncer de pulmón habiendo vivido en una casa con altos niveles de este gas en Galapagar. Durante su intervención, ha criticado la inacción de las administraciones públicas ante este problema y ha pedido campañas de sensibilización social, denunciando
que existan ayudas para cambiar la caldera y no para eliminar el radón en las viviendas”.
Vega ha adelantado que el Plan Estatal de Viviendas 2018-2021, que será publicado en unas semanas, subvencionará las actuaciones en el interior de las viviendas para reducir de forma efectiva el promedio anual de concentración de radón a niveles inferiores a 300 Bq/m3 (a partir del cual se considera de riesgo) o que reduzcan la concentración inicial en al menos un 50%.
Quindós, uno de los mayores expertos españoles en esta materia, ha destacado la importancia de informar a la población (sin generar alarma) y ha incidido en que hay muchos trabajadores en riesgo, como los que desempeñan su labor en minas, cuevas turísticas, balnearios, alcantarillas o sótanos.
La técnica del área de Radiación Natural del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Beatriz Robles Atienza, también ha destacado a los trabajadores que realizan su labor en lugares subterráneos como uno de los principales grupos de riesgo y ha señalado que desde dicho consejo
llevan muchos años trabajando con el tema de radón y sentando las bases para el Plan Nacional contra este gas”.
Por todo ello, la responsable del área de Medio Ambiente de OCU, Belén Ramos, ha pedido la inmediata transposición de la Directiva, que debería incluir la obligatoriedad de implantar un plan de acción en un plazo concreto, la necesidad de evaluar mediante indicadores los avances y cómo sensibilizar a la población, sobre todo en las zonas en las que el gas está muy activo, como la Sierra de Madrid, Galicia, Extremadura y Castilla y León.
Además, Ramos ha demandado que se ponga en marcha un protocolo sanitario para descartar un problema de radón cuando se detecte un caso de cáncer de pulmón, así como un protocolo de medición y un proceso de certificación de las empresas que se dediquen a la actuación sobre las viviendas.
Merece la pena, volviendo al principio, que veáis el trabajo que ha hecho la Fundación para la Salud Geoambiental ya que ha recopilado todos los registros existentes sobre la presencia de radón en España, que estaban dispersos y los ha plasmado en un completo mapa predictivo que puede consultarse en la web de dicha entidad.