Epidemiólogo sueco explica la estrategia de Suecia en controlar coronavirus

Epidemiólogo sueco explica la estrategia de Suecia en controlar coronavirus - Como gran parte de Europa impuso severas restricciones a la vida pública el mes pasado para detener la propagación del coronavirus, un país se destacó.

Suecia no entró en el cierre ni impuso políticas estrictas de distanciamiento social. En cambio, implementó medidas voluntarias, 'basadas en la confianza': aconsejó a las personas mayores que evitaran el contacto social y recomendó que las personas trabajen desde casa, se laven las manos regularmente y eviten viajes no esenciales. Pero las fronteras y las escuelas para menores de 16 años siguen abiertas, al igual que muchas empresas, incluidos restaurantes y bares. Si llega una vacuna de coronavirus, ¿puede el mundo producir lo suficiente?

El enfoque tiene críticas agudas. Entre ellos hay 22 científicos de alto perfil que la semana pasada escribieron en el periódico sueco Dagens Nyheter que las autoridades de salud pública habían fracasado e instaron a los políticos a intervenir con medidas más estrictas. Señalan el alto número de muertes por coronavirus en hogares de ancianos y la tasa de mortalidad general de Suecia, que es más alta que la de sus vecinos nórdicos: 131 por millón de personas , en comparación con 55 por millón en Dinamarca y 14 por millón en Finlandia, que han adoptado bloqueos.

El arquitecto de la estrategia es Anders Tegnell, epidemiólogo de la Agencia de Salud Pública de Suecia, un organismo independiente cuyas recomendaciones de expertos sigue el gobierno. Tegnell habló con Nature sobre el enfoque.

Epidemiólogo sueco explica la estrategia de Suecia en controlar coronavirus

Creo que se ha exagerado lo único que es el enfoque. Como en muchos otros países, nuestro objetivo es aplanar la curva, frenar la propagación tanto como sea posible; de ​​lo contrario, el sistema de salud y la sociedad corren el riesgo de colapsar.

Esta no es una enfermedad que se pueda detener o erradicar, al menos hasta que se produzca una vacuna que funcione. Tenemos que encontrar soluciones a largo plazo que mantengan la distribución de infecciones a un nivel decente.

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Lo que cada país está tratando de hacer es mantener a las personas separadas, utilizando las medidas que tenemos y las tradiciones que tenemos para implementar esas medidas. Y es por eso que terminamos haciendo cosas ligeramente diferentes.

Las leyes suecas sobre enfermedades transmisibles se basan principalmente en medidas voluntarias, en responsabilidad individual. Establece claramente que el ciudadano tiene la responsabilidad de no propagar una enfermedad. Este es el núcleo desde el que comenzamos, porque no hay muchas posibilidades legales de cerrar ciudades en Suecia utilizando las leyes actuales. La cuarentena se puede contemplar para personas o áreas pequeñas, como una escuela o un hotel. Pero [legalmente] no podemos bloquear un área geográfica. Miles de pruebas de coronavirus no se utilizan en los laboratorios de EE. UU.

¿En qué evidencia se basó este enfoque?

Es difícil hablar sobre la base científica de una estrategia con este tipo de enfermedades, porque no sabemos mucho al respecto y estamos aprendiendo como lo estamos haciendo, día a día. Cierre, cierre, cierre de fronteras: en mi opinión, nada tiene una base científica histórica. Hemos examinado varios países de la Unión Europea para ver si han publicado algún análisis de los efectos de estas medidas antes de que se iniciaran y no vimos casi ninguno.

Cerrar las fronteras, en mi opinión, es ridículo, porque COVID-19 se encuentra ahora en todos los países europeos. Tenemos más preocupaciones sobre los movimientos dentro de Suecia.

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Como sociedad, estamos más interesados ​​en empujar: recordando continuamente a las personas que usen medidas, mejorando las medidas donde vemos día a día lo que necesitan ser ajustadas. No necesitamos cerrar todo por completo porque sería contraproducente.

¿Cómo toma decisiones la Agencia Sueca de Salud Pública?

Alrededor de 15 personas de la agencia se reúnen cada mañana y actualizan las decisiones y recomendaciones de acuerdo con la recopilación y el análisis de datos. Hablamos con las autoridades regionales dos veces por semana.

El gran debate al que nos enfrentamos en este momento es en torno a hogares de cuidado para personas mayores, donde registramos brotes muy desafortunados del coronavirus. Esto explica la tasa de mortalidad más alta de Suecia, en comparación con nuestros vecinos. Las investigaciones están en curso, porque debemos entender qué recomendaciones no se han seguido y por qué.

Los restaurantes en Estocolmo hasta ahora han permanecido abiertos durante la pandemia. Crédito: Jonathan Nackstrand / AFP / Getty

El enfoque ha sido criticado por ser demasiado relajado. ¿Cómo respondes a estas críticas? ¿Crees que arriesga la vida de las personas más de lo necesario?

No creo que exista ese riesgo. La agencia de salud pública ha publicado modelos detallados, región por región, que llegan a conclusiones mucho menos pesimistas que otros investigadores en términos de hospitalizaciones y muertes por cada mil infecciones. Ha habido un aumento, pero hasta ahora no es traumático. Por supuesto, estamos entrando en una fase de la epidemia en la que veremos muchos más casos en las próximas semanas, con más personas en unidades de cuidados intensivos, pero eso es como cualquier otro país. En ninguna parte de Europa se ha podido frenar la propagación considerablemente.

Sobre las escuelas, estoy seguro de que van a permanecer abiertas a nivel nacional. Estamos en medio de la epidemia y, en mi opinión, la ciencia muestra que cerrar las escuelas en esta etapa no tiene sentido. Tienes que cerrar las escuelas bastante temprano en la epidemia para tener efecto. En Estocolmo, que tiene la mayoría de los casos de Suecia, ahora estamos cerca de la cima de la curva, por lo que cerrar las escuelas no tiene sentido en esta etapa. Además, es fundamental para la salud psiquiátrica y física que la generación más joven se mantenga activa.

Los investigadores han criticado a la agencia por no reconocer completamente el papel de los portadores asintomáticos. ¿Crees que los portadores asintomáticos son un problema?

Existe la posibilidad de que los asintomáticos sean contagiosos, y algunos estudios recientes lo indican. Pero la cantidad de propagación es probablemente bastante pequeña en comparación con las personas que muestran síntomas. En la distribución normal de una curva de campana, los asintomáticos se encuentran en el margen, mientras que la mayor parte de la curva está ocupada por síntomas, los que realmente necesitamos detener.¿Cómo mata COVID-19? La incertidumbre está obstaculizando la capacidad de los médicos para elegir tratamientos

¿Crees que el enfoque ha sido exitoso?

Es muy difícil saberlo; es muy temprano, de verdad. Cada país tiene que alcanzar la 'inmunidad de rebaño' [cuando una alta proporción de la población es inmune a una infección, lo que limita en gran medida la propagación de personas que no son inmunes] de una manera u otra, y vamos a alcanzarla de una manera diferente.

Hay suficientes señales para mostrar que podemos pensar en la inmunidad del rebaño, en la recurrencia. Hasta el momento, se han informado muy pocos casos de reinfección a nivel mundial. No sabemos cuánto durará la inmunidad del rebaño, pero definitivamente hay una respuesta inmune.

¿Qué habrías hecho diferente?

Subestimamos los problemas en los hogares de ancianos y cómo se aplicarían las medidas. Deberíamos haber controlado esto más a fondo. Por el contrario, el sistema de salud, que está bajo una presión inusual, siempre ha estado a la vanguardia.

¿Estás satisfecho con la estrategia?

¡Si! Sabemos que COVID-19 es extremadamente peligroso para las personas muy mayores, lo que por supuesto es malo. Pero mirando las pandemias, hay escenarios mucho peores que este. La mayoría de los problemas que tenemos en este momento no se deben a la enfermedad, sino a las medidas que en algunos entornos no se han aplicado correctamente: la muerte entre las personas mayores es un gran problema y estamos luchando duro.

Además, tenemos datos que muestran que la epidemia de gripe y el norovirus de invierno disminuyeron constantemente este año, lo que significa que nuestro distanciamiento social y lavado de manos está funcionando. Y con la ayuda de Google, hemos visto que los movimientos de los suecos han caído dramáticamente. Nuestra estrategia voluntaria ha tenido un efecto real.

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