Revista Salud y Bienestar
¿QUÉ ES LA EPILEPSIA? Cuando la mayoría de personas escuchan la palabra “epilepsia”en su mente aparece la escena de una persona que cae al suelo inconsciente, tiene sacudidas incontrolables, babea y pierde el control de la vejiga. Sin embargo, este tipo de crisis, que es la crisis convulsiva generalizada, es sólo un tipo de epilepsia. Hay muchos otros tipos de epilepsia, cada uno acompañado de un conjunto diferente de síntomas. La epilepsia es un trastorno del cerebro en el cual sus células, que se llaman neuronas, transmiten a veces las señales en una forma anormal. Las neuronas envían señales a otras neuronas y músculos para producir pensamientos, sentimientos y acciones. La epilepsia altera la actividad normal de las neuronas y puede causar sensaciones, emociones y comportamientos extraños, espasmos musculares y pérdida del conocimiento.
¿ Que hacer? • Manténgase calmo y trate de calmar a los demás.
• Ponga algo blando debajo de la cabeza de la persona afectada y evite que se golpee.
• Despeje el área de objetos peligrosos con los que esa persona pueda lastimarse.
• Aflójele la corbata, si la usa, la camisa o cualquier otro impedimento alrededor del cuello.
• Busque algún documento de servicio médico o identificación entre las ropas del paciente.
• Delo vuelta suavemente, colocándolo de costado, para que la saliva fluya y no entorpezca la respiración.
• NO ponga nada en su boca.
• NO le tome la lengua con una cuchara ni ningún objeto duro. No existe peligro de que se trague la lengua.
• NO trate de hacerlo volver en sí, echándole agua encima o dándole de tomar agua.
• No lo inmovilice por la fuerza para mantenerlo quieto, salvo en caso de que corra riesgo de golpearse.
• Quédese a su lado hasta que la respiración se le normalice y la persona se haya recuperado.
• Dígale a las otras personas que es Epilepsia y que no se trata de un drogadicto o un alcohólico.
• Cuando esté recuperado háblele en forma suave, con voz serena y amistosa.
• Ofrézcale ayuda para volver a su casa o al centro de atención médica.
¿QUIÉN PUEDE PADECER EPILEPSIA? La epilepsia es una enfermedad neurológica que puede afectar a personas de cualquier edad, sexo, raza, clase social o país. En el mundo se estima que 50 millones de personas padecen
epilepsia. Los niños y las personas mayores son los que tienen mayor riesgo de padecer la enfermedad. Mucha gente piensa en la epilepsia como una enfermedad exclusivamente de niños y gente joven, pero no es así. La epilepsia es una enfermedad frecuente en las personas mayores y, según las estadísticas, 15 de cada 1.000 personas mayores de 75 años sufren epilepsia.
DISCRIMINACIÓN SOCIAL Y FALTA DE CONOCIMIENTO DE LA
ENFERMEDAD
La falta de conocimientos sobre la enfermedad ocasiona que muchos pacientes con epilepsia sufran discriminación y estigma social. Van algunos ejemplos:
En una encuesta realizada en China , el 72% de los padres declararon estar en contra de que su hijo se casara con una persona epiléptica.
En Indonesia la epilepsia suele considerarse como el castigo de fuerzas oscuras desconocidas. En Uganda y otros países se considera, que la epilepsia es contagiosa, por lo que no se les deja comer con los demás. En Argentina aun hoy se discrimina en muchos aspectos.
UNA BREVE HISTORIA DE LA EPILEPSIA La epilepsia es una enfermedad tan antigua como la humanidad. Para los pueblos primitivos la epilepsia era el castigo de los dioses o la posesión del enfermo por un demonio o espíritu maligno. El término “epilepsia” deriva del griego epilambaneim, que significa “coger por sorpresa”. La medicina griega fue la primera en intentar despojar a la epilepsia de la aureola misteriosa y sobrenatural y de incluirla entre las enfermedades físicas. El famoso Hipócrates, 460 años antes de Cristo, en su obra titulada “Sobre la enfermedad sagrada”, explicaba que la epilepsia no es más divina ni más sagrada que cualquier otra enfermedad y tiene un origen tan natural como las demás, localizando su origen en el cerebro. A finales del siglo XIX se inicia la era moderna de la epilepsia. John Hugling Jackson, neurólogo inglés, establece en 1873 la definición de la epilepsia que ha permanecido vigente hasta la actualidad. Jackson definió la epilepsia como “una descarga súbita, rápida y excesiva de las células cerebrales”.
En 1912 se empiezan a comercializar los primeros fármacos antiepilépticos. Unos años más tarde, en 1929 Hans Berger registra por primera vez en papel la actividad eléctrica cerebral, lo que se conoce como electroencefalograma. En 1939 se descubrió el primer fármaco para el tratamiento de la epilepsia. Durante los años siguientes se desarrollan nuevos fármacos antiepilépticos que mejoran notablemente las posibilidades de tratamiento para estos pacientes. Por otro lado continúan mejorándose también las técnicas de diagnóstico; así en 1972 el ingeniero británico Hounsfield descubre la tomografía computarizada (TC) y en 1974 se instala el primer aparato de TC. Además, en 1983 se instala en Europa el primer aparato de resonancia magnética con fines clínicos. Estas dos pruebas de imagen, especialmente la resonancia magnética, han revolucionado el diagnóstico de la epilepsia. En los últimos quince años el campo de los fármacos antiepilépticos ha experimentado un importantísimo avance con la comercialización de nuevos compuestos eficaces y seguros para el tratamiento de la epilepsia.
Se sigue avanzando en tratamientos, tenemos esperanza que los gobiernos ayuden en las investigaciones para una cura o al menos un medicamento que logre controlar las crisis. Fuente: SEN
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Seguir luchando y no bajar los brazos ante la epilepsia refractaria