Es un susto, pero no es lo mismo que el “susto“, esa atribución etiológica de compleja explicación conocida en las culturas americanas. Es el susto que se llevan los padres, primerizos o no, cuando un bebé de pocas semanas tiene un episodio de apnea y aparente pérdida de conciencia que, por esa manía que tenemos los médicos de buscarle explicación a lo que a menudo no la tiene, se vino en llamar “episodio aparentemente letal” incluido en el mismo capìtulo de la muerte súbita.
La Academia Americana de Pediatria lo ha revisado y ha propuesto un nuevo nombre para esa situación tan escalofriante como la de un bebé que deja de respirar y que dura escasos segundos: Brief Resolved Unexplained Events (Formerly Apparent Life-Threatening Events) and Evaluation of Lower-Risk Infants, http://www.aappublications.org/news/2016/04/25/BRUE042516
Toca hilar fino, informarse debidamente, estudiar cada caso en lo que merezca y ofrecer a los padres explicacione simples pero tranquilizadoras, sobre todo si se trata de niños pequeños que no pertenezcan a ningún grupo de riesgo. Y la responsabilidad social de difundir el conocimiento tanto en la consulta como entre el personal sanitario que participa en la atención a los niños, en el centro de salud, en Urgencias o en los equipos de emergencias.