Época pos terrorista: Justicia al reves

Pablo Ferreyros Quiñones
columnista
Algo que hace poco nos indigno a mi y a muchos otros peruanos fue la resolución de de la CIDH de abrir un proceso judicial a los militares que participaron en la operación militar Chavín de Huantar (una de las mas exitosas de la historia de nuestro país) y que el ministerio de justicia se manifestara a favor.
Menos mal, hace dos días me entere de que esta acusación no procedería, gracias a la negativa del ex vicepresidente Giampietri y del titular de justicia pero también debido a lo infundada que era dicha acusación. La denuncia se dio por que habría un presunto asesinato extrajudicial (no por defensa propia) pero curiosamente quien realizó esta acusación era un japones izquierdista que había venido acá a estudiar a los comunistas peruanos y que según declaraciones de otros rehenes habría salido antes, por otro lado y no habría estado en el momento de la presunta ejecución. Ademas debemos recordar que esta era una operación militar en la que los comando estaban arriesgando su vida y en caso de que hubieran matado a algún terrorista, no habría sido solo en defensa propia sino en defensa de la patria.
Pero con que se haya invalidado esta acusación no es suficiente pues ha habido muchas otras demandas que si trascendieron y hoy hay muchos miembros de las fuerzas armadas injustamente encarcelados. Digo injustamente por que en la época del terrorismo vivamos en una guerra interna en la que como todas las guerras, era necesario matar al enemigo, por muy duro que suene. Sendero Luminoso ya estaba en la capital, en la cual explotan bombas todas las noches y faltaba poco para que tomaran en poder de esta. Y para los que hablan de derechos humanos, los terroristas cometían violaciones muy graves (a estos y también a las mujeres) como obligar a las madres de un pueblo de la selva a matar a sus propios hijos o incinerar a todos los habitantes de un pueblo de la sierra en los hornos de la panadería; estos actos exigían medidas urgentes, incluso la pena capital.
Sin embargo ahora tenemos en la cárcel a quienes arriesgaron su vida por nos otros mientras que muchos terroristas siguen libres, muchos otros han sido liberados tras cumplir una ridícula condena ( en el gobierno de Paniagua se libero a muchos que no habían cumplido ni diez años de cárcel ) y muchos siguen siendo liberados. Pero por si fuera poco, muchos terroristas reciben cuantiosas indemnizaciones, Lori Berenson, por ejemplo recibió 300 mil soles. Esto significa que con nuestros impuestos indemnizamos a quienes mataron a muchos de nuestros compatriotas mientras que las ni las viudas y huérfanos de los héroes que dieron su vida por nosotros ni los militares mutilados en combate han recibido un sol en indemnizaciones.
Estamos encarcelando a quienes arriesgaron su vida por las nuestras mientras que soltamos e indemnizamos (o dejamos impunes) a los terroristas. El terrorismo esta renaciendo en el VRAE y en el Huallaga pero si seguimos así, podemos dar por sentado que muy pocos militares se van a arriesgar a luchar por nosotros como hace veinte años.