Revista Historia

Epopeya de la Hispania romana

Por Ilustrado

Objeto de deseo de las grandes potencias mediterráneas, la tierra ibérica recoge la sangre de las milicias de Cartago y Roma en su batalla por la supremacía del mundo conocido. Tras el triunfo de Escipión sobre el rival más poderoso de su tiempo, la lengua latina, el saber clásico, el derecho, los dioses del Olimpo, el cristianismo y los estandartes de los ejércitos unen las regiones peninsulares en su destino común.
De la mano del Imperio romano, la península Ibérica conocería la paz y el despertar de las ciudades con su red de alcantarillado y su estampa de anfiteatros, foros, termas, acueductos y monumentos. Como en el resto del universo romano, la urbe pasa a ser protagonista de la vida económica y política de Hispania y, allí donde no llega, las minas y los latifundios, las guarniciones militares y los viejos poblados indígenas ocuparían su lugar.
Así lo escribió en el año 98 d.C. el gran poeta bilbilitano Marcial:

Gloria de nuestra Hispania, Liciano,

cuyo nombre enaltecen los celtíberos,
¿Por qué me llamas hermano a mí,
que desciendo de celtas y de iberos
y soy ciudadano del Tajo?

Y siglos más tarde Agustín de Foxá en su Iberia romana:
Roma nos trajo el árbol e impreso en la columna,
los dispersos instintos sujetos al Derecho
y sometida el agua salvaje al acueducto
y el grifo al alfabeto.
Nos diste la medida, el número, la forma;
el verso, que la espuma del aullido en la caza,
y rosa de pudores nos desnudaste a Venus
entre las pieles ásperas.
Trajiste la comedia, la noble agricultura,
el arado y la estatua, la oratoria y el vino;
nos diste emperadores y en germen nos trajiste
oculto a Jesucristo.


 Epopeya de la Hispania romana
ACUEDUCTO DE SEGOVIA
La Hispania romana sufriría una guerra civil entre César y Pompeyo. Este conflicto interno fue tratado como una epopeya por Marco Anneo Lucano, nieto de Marco Anneo Séneca. Son diez cantos de contenido histórico y político y de calidad poética que sitúan como héroe al republicano Catón de Útica. Posiblemente, Lucano fue el primer hispano en cantar a los vencidos en una guerra civil, temática que se ha mantenido hasta nuestros días.
El siglo IV conocería la poesía del calagurritano Prudencio. Derrocho más de veinte mil versos con los que ensalzar las tierras y las ciudades de Hispania, reunidos en el Cathemerinon liber (Libro de los himnos), y en el Peristephanon (Libro de las coronas de los mártires). La influencia de Prudencio se mantuvo en la Edad Media y llegó hasta el Barroco, donde se percibió en los autos sacramentales o en la obra de Calderón de la Barca.
Epopeya de la Hispania romanaRUINAS ROMANAS DE BAELO CLAUDIA (TARIFA)
A esta Hispania fecunda en literatos y emperadores como Trajano, Adriano y Teodosio elogió en prosa el poeta romano Claudiano:
¿Qué podrá decir la voz humana digno de tus tierras, oh Hispania? Rica en caballos, fértil en cereales, preciosa en minas, y sobre todo fecunda en Píos Príncipes. De ti los siglos recibieron a Trajano; de ti a Adriano, fuente de donde por adopción fluyeron los Elios, Antonino y Marco Aurelio, de ti nacieron Teodosio, y los dos jóvenes hermanos Arcadio y Honorio. Cada Provincia conquistada por Roma entregó sus dones para el Imperio: Egipto y el África, trigo para los campamentos; la Galia, fuertes soldados; la Iliria, sus caballos; cosas todas que se hallan por todas partes. Sólo Iberia dio un nuevo tributo a la Lacio: Los Augustos. Ella engendra los que han de regir el mundo.
Epopeya de la Hispania romanaTEATRO ROMANO DE MÁLAGA
También la decadencia de las ciudades hispanas sería objeto de literatura poética. A principios de del siglo V el edificio político de Roma se resquebraja. Hispania se convierte en una hoguera de pillaje y luchas entre rivales bárbaros por el control de los antiguos territorios de las metrópolis. Atrás van quedando las urbes con cultura clásica esculpida en monumentales estaturas y con su historia de trágico teatro. A esta urbe hispana en decadencia Dionisio Ridruejo dedica En Mérida:
Fuiste en la tierra creación conclusa
y libertad del hombre edificada,
distinta y sin futuro, al fin pasada
y desterrada al fin y al fin ilusa.
De un tiempo usó la eternidad tu musa,
mas fuiste con el tiempo amortajada
y la materia fue materia de nada
y ni aun recuerdo la razón confuse.

Epopeya de la Hispania romanaRUINAS ROMANAS DE ITALICA (SANTIPONCE)
El derrumbe del Imperio y las ruinas de Itálica, donde las manos del tiempo esculpirían el fracaso de Roma, inspiraron en el siglo XVII estos versos a Rodrigo Caro:
Este llano fue la plaza; allí fue templo; 
de todos apenas quedan las señales. 
Del gimnasio y las termas regaladas 
leves vuelan cenizas desdichadas; 
las torres que desprecio al aire fueron 
a su gran pesadumbre se rindieron. 
Este despedazado anfiteatro,
impío honor de los dioses, cuya afrenta 
publica el amarillo jaramago, 
ya reducida a trágico teatro,
¡oh, fábula del tiempo!, representa 
cuánta fue su grandeza y es su estragon.


Epopeya de la Hispania romanaRUINAS ROMANAS DE AMPURIAS (GERONA)

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