'Epsilon In Malaysian Pale' de Edgar Froesse. Afortunada introducción errónea a Tangerine Dream:

Krautrock, Escuela de Berlín, New-Age, Experimental... Palabras que sirven para acotar y quedar bien cuando te toca hablar de los alemanes Tangerine Dream y de su música. Hace tiempo que dejé de hacer eso. Porque es repetitivo, aburrido, cansa y encima, no aporta nada.A grandes rasgos, Tangerine Dream desarrolló un sonido y unas estructuras (¿se puede uno atrever a hablar de estructura con esta banda?) totalmente ajenas al sentimiento Pop de su época, al corsé de estrofas-estribillos, y se centraron en la búsqueda del eterno infinito. Unas veces sonarán a amanecer y otras a atardecer... Pero siempre será una música inabarcable, etérea y llena de matices. Como una acuarela diluída sobre papel o como el halo de la Vía Láctea.Tal es el caso de 'Epsilon In Malaysian Pale', el segundo disco en solitario de Edgar Froesse, miembro fundador y líder de TD. Publicado en 1975 tras un periplo del artista por las exóticas tierras de Malaysia y Australia, este álbum posee esa capacidad mistérica y elevadora cuasi marciana tan propia de la banda madre junto a un par de detallitos más bien terrenales (el oleaje y la brisa en la pieza "Maroubra Bay") que hacen que éste sea en mi opinión un disco verdaderamente recomendable para introducirse en el apasionante mundo de Tangerine Dream.Con más de cien discos a sus espaldas, personalmente os aconsejo empezar por la llamada 'Virgin Years', su etapa con esa discográfica dio como frutos sus mejores y más celebrados trabajos. 'Phaedra', 'Rubycon', 'Ricochet¡ y ¡Stratosfear' son solamente los primeros hilos en la madeja...¡A disfrutar!