El sistema nervioso central (SNC) es la “red de comunicaciones” en el organismo. A través de él, los estímulos provenientes de los órganos de los sentidos se transmiten y reparten a las regiones apropiadas del cerebro. En función contraria, los mensajes del cerebro son transmitidos a través del sistema nerviosos central a las distintas partes del cuerpo y a las glándulas, tanto como a otros mecanismos individuales y colectivos del cuerpo-mente.
El SNC controla todas las funciones involuntarias del cuerpo. Éste se conoce como el sistema nervioso autónomo (SNA). El SNA se subdivide en el sistema nervioso simpático (o píngala nadi en términos yóguicos) y el sistema nervioso parasimpático (o ida nadi).
Justo debajo del cerebro, cubierto por grandes pliegues de corteza cerebral, está el hipotálamo, que es el centro más elevado del sistema nervioso simpático. Fibras del sistema nervioso simpático se esparcen a cada lado de la columna vertebral y conectan los distintos plexos nervisos del cuerpo (o chakras en terminología yóguica).
Enfrentado a una amenaza, el hipotálamo puede enviar impulsos eléctricos a través de los nervios simpáticos,activando así los ojos, las glándulas salivares, el corazón, los pulmones, el estómago, los riñones y el intestino
El sistema nervioso simpático – como su nombre sugiere – simpatiza con las necesidades del cuerpo. Al primer impulso recibido desde el hipotálamo, el nervio simpático inicia la acción; incrementa el ritmo del pulso, la presión arterial y la sudoración; la glucosa en la sangre y el tono muscular; abre los conductos del aire y los párpados y relaja las pupilas.
Al mismo tiempo el sistema nervioso parasimpático disminuye el ritmo del pulso, la presión arterial y la sudoración; normaliza la glucosa de la sangre; hace que los párpados se relajen y que las pupilas se contraigan.
Al contrarrestar las acciones del sistema nervioso simpático, el sistema nervioso parasimpático actúa como un moderador y evita que el sistema nervioso parasimpático se sobrepase. Y “arrastra” de nuevo al sistema fisiológico a la normalidad.
Por eso el yoga confiere una gran importancia al equilibrio de los nadis (sistema nervioso simpático y parasimpático). El parasimpático o ida nadi está ligado al hemisferio izquierdo y el simpático o píngala nadi está ligado al hemisferio derecho.
Los yoguis comprendieron que al controlar o modificar la función de la respiración y, a través de ella, el sistema nervioso, se pueden controlar los hemisferios cerebrales. Por eso desarrollaron el pranayama o técnicas de respiración consciente.
La respiración por la fosa nasal izquierda tiene influencia sobre las actividades atribuidas al hemisferio derecho y la respiración por la fosa nasal derecha tiene influencia sobre las actividades atribuidas al hemisferio izquierdo.
A traves de la técnica respiratoria o pranayama de Anuloma Viloma podemos armonizar nuestros hemisferios cerebrales y equilibrar nuestro sistema respiratorio.
Revista Salud y Bienestar
Equilibrar el sistema nervioso a través de las técnicas de respiración consciente del pranayama yóguico
Por Unrespiro @UnrespiroEsSus últimos artículos
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