El visionario sin acción es el soñador, que solo sueña con cosas que hacer, objetivos que alcanzar, sin hacer nada. Y el operario sin visión, sin plan, es el pollo sin cabeza, corriendo a todos lados sin saber a dónde vas, dando tumbos y cambiando de actividad sin darnos cuenta.
Nada más que añadir. ¿Dónde está el equilibro para ti?