**
La propuesta argumental es interesante: un futuro distópico en el que se han anulado los sentimientos de las personas bajo el pretexto de que provocaron la Tercera guerra mundial. Para conseguir un férreo control de la población el gobierno obliga a ponerse inyecciones diarias que adormecen los sentimientos y dispone de una eficaz policía llamada los Clérigos de Grammaton que eliminan cualquier disidencia. A priori un argumento tan interesante como inquietante en los tiempos que corren. Además visualmente la película pretende ser una nueva "Matrix" con coreografías de acción que recuerdan a aquella. El caso es que todo naufraga y se queda a medio camino de lo que podría haber sido. Particularmente la puesta en escena, decorados, etc me parece de serie B, pero acaba siendo eso lo de menos ya que durando poco más de hora y media se hace larga y repetitiva. La trama me pierde en varias ocasiones sin que llegue a importarme qué les pase a los personajes y el argumento está trufado con enfrentamientos que me parecen meros fuegos de artificio. Me decepcionó bastante.