No es nuevo el hecho de que los animales de compañía sean fuente de salud: las personas mayores que disfrutan de la presencia en sus vidas de perros y gatos experimentan menos estrés y tienen menos necesidad de acudir a la consulta del médico.
Los especialistas han aceptado que la presencia de animales junto a seres humanos produce los siguientes efectos benéficos: paliar el sentimiento de soledad, estimular la comunicación verbal, ayudar a centrar la atención, estimular el ejercicio, hacer reír, favorecer el contacto físico y las demostraciones de afecto, ampliar los contactos sociales…
En la equinoterapia el caballo cumple una finalidad terapéutica, la de contribuir a la integración y socialización de las personas que sufren una discapacidad física o psíquica, o un trastorno del comportamiento.
En ningún caso el objetivo de la equinoterapia es que el paciente aprenda a montar a caballo.
* El caballo es utilizado como mediador, por ser dulce, socialmente aceptado y adaptado, que transporta, que permite entrar en contacto con un ser que no juzga o no da opiniones…
* El contacto con el caballo, tocarlo, acariciarlo provocan una comunicación estrecha entre el paciente y el animal.
* No siempre es necesario montar el caballo y los no jinetes también pueden practicar la equinoterapia porque el caballo es a veces utilizado simplemente para establecer un contacto, tocarlo tiene mayor importancia en este tipo de terapia.
* La terapia con caballos ha dado buenos resultados incluso entre pacientes para quienes la terapia psicológica tradicional no fue exitosa .
Para algunas personas que se han enfrentado a situaciones difíciles, la equinoterapia bien podría ayudarles a volver a tomar las riendas de su vida.
Los caballos, una vez más al servicio del hombre. Pero en esta ocasión para vivir, mejorar y crecer juntos.
Fuente fincamontegallardo.com