Finalizada la liga regular en Segunda División B y traspasado el ecuador de la fase de ascenso a Segunda División, cuando todos los equipos, menos los diez implicados en ese fase de ascenso, han dado carpetazo final a la temporada y los jugadores están de vacaciones, muchos clubes de la categoría de bronce del fútbol español han iniciado una carrera contrarreloj para evitar las denuncias, los impagos y los descensos administrativos. Incluso, la desaparición. Esta temporada, en mitad de la liga, ya han desaparecido tres equipos: Sporting Villanueva y Poli Ejido, en el Grupo IV, y Sporting Mahonés en el Grupo III y hace unos días lo ha hecho público el Montañeros de A Coruña por falta de ayudas. “Nos dijeron que había muy poco dinero y lo hemos dedicado a la cantera”.
Según una circular de la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles), los jugadores tuvieron de plazo hasta el 29 del pasado mes de mayo para denunciar los impagos hasta esa fecha, incluido el propio mes de mayo. En total han sido unas 600 las denuncias presentadas, 200 menos que hace un año. Hasta que no las estudie y las apruebe la Comisión Mixta AFE-Segunda División B, no se podrá hablar de cifras concretas. Esta comisión tiene previsto reunirse a mitad de este mes. Una vez que se hayan estudiado las denuncias, se harán públicas las cantidades y los clubes tendrán como plazo el 30 de junio para evitar el descenso administrativo.
¿Qué ocurrirá entonces? Al igual que la temporada pasada, se sumarán las cantidades que han dejado a deber los clubes descendidos y se dividirá entre el número de ellos. La cantidad que resulte será el precio que tienen que abonar aquellos otros clubes que quieran estar en Segunda B, pero comprando la plaza.El año pasado el costo de cada plaza fue de 390.000 euros. Si no hay cambios, respecto a la temporada pasada, a los primeros que se ofrecerán estas plazas son a los equipos que han descendido de Segunda B, a continuación a los primeros clasificados de Tercera que no han ascendido y, posteriormente, al resto de equipos de Tercera por méritos deportivos.
Es difícil entender que un club de Segunda B que ha descendido pueda permitirse el lujo de invertir la mitad del presupuesto en comprar la plaza. No digamos ya en Tercera División. Pero hay excepciones. Así, el Celta ha anunciado el propósito de comprar una de estas plazas para el Celta B, descendido esta temporada. Con el equipo en Primera, es lógico. Otros, como el Loja de Tercera que ha ascendido a 2ª B, medita si renunciar a la categoría porque tienen un presupuesto que no llega a los 250.000 euros.
Poco a poco se van conociendo los nombres de los clubes que tienen muy difícil su viabilidad o a los que han denunciado la totalidad de la plantilla. Ceuta, Puertollano, Palencia, Lemona, Gimnástica Torrelavega, San Roque de Lepe, son algunos de ellos.
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