Dentro del mundo del arte, entre los artistas es una máxima, algo así como el leit motiv, que la única y mejor forma de aprender en equipo es a través del juego, permitiendo estar en un contínuo estado de creación que a diferencia de lo que se puede creer no acaba una vez estrenada la obra, sino que es aquí donde comienza un nuevo punto de partida para emprender una nueva ruta. Porque el juego y el arte que van de la mano no paran, siempre están en contínua progresión de investigación.
Dentro del mundo de los juegos existe una variedad de los mismos casi tan inabarcable como personas puedan participar y desarrollarlo, juegos de construcción, juegos de personajes, juegos de música, juegos de palabras, juegos de historias, juegos de diseño, etc, etc, dado que cada integrante siempre va a poder aportar su punto de vista, una nota, una cualidad que le diferencia del resto y que hará que el juego en el que participan todos, partiendo siempre la acción de la estructura base dada, se desarrolle por caminos en la mayoría de los casos no imaginados, siempre improvisados. Que a través del proceso de puesta en marcha de la actividad de la participación de cada miembro, se llegará a un resultado buscado o no, pero siempre con un bagaje de aprendizaje interno que será el que aporte al equipo las herramientas necesarias para la creación, diseño y planificación de estrategias por donde ir avanzando.
El juego como forma de actividad humana, posee un alto contenido emotivo y motivacional, y por tanto es muy aconsejable que sea utilizado con fines didácticos en cualquier ámbito dentro de las instituciones públicas o privadas, dando siempre resultados excelentes en cuanto a niveles de rendimiento.
Los juegos proporcionan las herramientas y estrategias artísticas necesarias para desarrollar y controlar técnicas que transmitidas a través de los profesionales artísticos transportan a todo un equipo a conseguir potenciar la proyección de su mensaje mucho más allá del ámbito para el que ha sido creado. Obteniendo un efecto boca-oreja mucho más amplio del que la mente humana con sus conocimientos e ilusiones sea capaz de imaginar.
La coherencia del mensaje transmitido durante el desarrollo de un proceso creativo de un equipo inmerso en una actividad lúdica, se basa principalmente en la consecución de todos los integrantes de cumplir con el objetivo y de la escucha al resto de los miembros. Teniendo presente estas dos premisas le resultará casi inadvertido al equipo conseguir el objetivo común, porque el juego como actividad didáctica transforma esa escucha activa de los miembros y la consecución del objetivo en una diversión. Y este factor será clave a la hora de motivarnos a continuar aprendiendo en equipo, creando mensajes que van más allá del mero concepto, mensajes que buscan mover emociones.