Érase una vez...

...en un país del lejano Oriente llamado Siria, que unos artesanos fabricaban muebles de bellas maderas talladas, con incrustaciones de nácar. 
"Cuentos" aparte, hay que decir que desde la antigüedad, esta actividad se extendió hacia el Este llegando hasta Persia e India y, hacia el Oeste hasta África y Andalucía. Así os lo conté en el post Al Andalus, en el que presenté nuestra artesanía andalusí, de tradición hispano-árabe.
Y así, desde el origen de estas técnicas, concretamente desde Damasco y gracias a El Palacio damasceno, nos llegan estas maravillas que son piezas con categoría de arte, en forma de espectaculares y exquisitas mesas, consolas, aparadores, escritorios, sillas, butacas, sofás, espejos, camas, armarios..., de diseño único. 




























En el mobiliario tapizado, las auténticas "telas Damasco", que tanto han hecho y hacen por la decoración  y que son igualmente originarias del pueblo sirio...












Universos de cuento para mil y una noche en camas de ensueño...

Este post está dedicado especialmente a Marisa, Alberto y Nadja, que acercaron hasta mí la cultura, el arte y la magia de este país. Fotos: El Palacio damasceno