Érase una vez / Once Upon a Time (3ª temporada)

Érase una vez tuvo una primera temporada maravillosa. Personajes de cuentos mezclados y conviviendo juntos en el mundo actual, flashbacks al pasado donde realmente se narraba la historia en cuestión, una ambientación mágica, de auténtico cuento de hadas. Y una segunda decepcionante, personajes olvidados, poco cuidado en los efectos especiales, trama desordenada y confusa. Pudo haberse convertido en una de mis series favoritas, pero ahora, la verdad, tiene que mejorar mucho para que lo sea. La tercera temporada ha conseguido salir airosa, afortunadamente; estoy bastante contenta, ya que han conseguido salvar aquel desorden en la trama, dividiéndola en dos: la primera relacionada con la historia de Peter Pan, la segunda con la de El maravilloso Mago de Oz.

Si aún no habéis visto ningún capítulo de la serie, mi recomendación es que entréis en esta entrada sobre las dos temporadas anteriores. Que no os eche para atrás ese bajón que tiene. Érase una vez es una serie que merece la pena ser vista si habéis crecido entre cuentos populares. Si hay algo de lo que me he dado cuenta en esta temporada es del ingenio que tienen los guionistas de la serie al unir los diferentes cuentos, al darles un aire diferente a cómo los conocemos, y ese es un aspecto que me encanta. Además, hay varios personajes que hacen unas interpretaciones soberbias y de los que es imposible no encariñarse.

Si habéis visto la dos temporadas anteriores pero aún no os habéis atrevido con esta última seguid leyendo un poco más.

Henry fue secuestrado por Tamara y Greg y llevado a Nunca Jamás a la fuerza, donde le espera Peter Pan porque él sabe que Henry tiene el Corazón del Verdadero Creyente. Emma, Garfio, Regina, Mary Margaret, David y Gold unen sus fuerzas para recuperar a Henry. Mientras tanto, en el Bosque Encantado, Mulán, Aurora y Felipe encuentran a un herido Neal al cual ayudarán para que vuelva a reencontrarse con su familia. En Storybrooke Bella protege la ciudad para que no venga más gente de fuera, aunque no consigue impedir la llegada de Ariel y de dos hombres extraños que darán mucho que hablar.

Fuente: Wikipedia

Ésta es una idea general de lo que trata el principio de la tercera temporada. Como veis, el primer capítulo comienza justamente después del final de la segunda. Con toda la familia principal embarcándose a Nunca Jamás para recuperar a Henry daba la sensación de que la historia iba a dar un cambio radical. En su mayor parte lo ha sido pero sin perder la propia esencia de la serie. Seguimos conociendo más sobre el pasado de los personajes en el Bosque Encantado y qué relación tienen con Peter Pan y compañía. Me ha sorprendido muchísimo la infancia de Rumplestiltskin y cómo está relacionada con Peter Pan. La adaptación del cuento de Barrie al principio me chocó, puesto que no me esperaba que lo transformaran en algo completamente diferente a como se conoce, pero el actor que lo interpreta, Robbie Kay, me convenció y me ha gustado mucho su participación en la historia. En cuanto a la trama de la midseason no voy a hacer apenas alusiones porque estarían llenas de spoilers, sólo diré que está relacionada con El maravilloso Mago de Oz. Rebecca Mader, interpreta a la Bruja Mala del Oeste y me ha encantado tanto su historia como el personaje en sí. Ya sabéis que es uno de mis personajes favoritos de la novela de L. Frank Baum y, sobre todo, en la película de Víctor Fleming y estoy muy satisfecha con el resultado.

Sin embargo, hay algunos aspectos de la trama que me han parecido cogidos con pinzas, como esa manía que tienen los guionistas de relacionarlo todo con la familia principal: llega a ser poco creíble, aunque debido al contexto y a cómo tratan el tema, lo acabo aprobando. Pero Érase una vez sigue arrastrando lo que tanto me disgustaba de la anterior temporada: personajes que aparecen momentáneamente y que luego desaparecen, para volver a aparecer en una o dos ocasiones, como por ejemplo Roja, Aurora, Príncipe Felipe, etc. (lo de estos dos últimos en la segunda mitad de temporada no tiene nombre).  Sí, ya sé que siendo secundarios ese es su papel, pero la primera temporada abrió un mundo de posibilidades y con la segunda y tercera temporada se han centrado tanto en la familia principal y en aquellos personajes que más juego dan con los principales (es decir, Hook/Garfio), que han olvidado a los anteriores; en definitiva, ha dejado de ser una serie coral. Una lástima.

Y hablando de personajes, en esta temporada sin duda hay un par que han ganado varios puestos entre mis favoritos (Regina y Rumplestiksin). Ellos son Garfio, que con su carisma y su picardía consigue sonsacarnos más de una sonrisa –y carcajada-,  y Robin Hood por la relación que tiene con Regina que por fin han decidido darle más importancia. Él tiene ese algo que te hace pensar que es un personaje con muchas posibilidades. Cruzo los dedos para que así sea. En cuanto a los personajes principales, la familia, como yo los llamo, se descubren oscuros secretos, tendrán que tomar importantes decisiones y en mayor o menos medida van evolucionando y uniéndose más como la familia que es.

¿Y cómo ha acabado esta temporada? Por un lado el final me ha gustado, pero por otro no. El no es porque hay personajes que en vez de evolucionar, siento que vuelven a cómo eran en la primera temporada, y porque la misma trama me ha parecido que en la próxima temporada será algo repetitiva (espero que no); y sí, porque han mostrado un personaje del que se centrará la cuarta temporada, muy innovador y del que creo que todos estamos deseando ver más (me abstengo de decir quién es por si todavía hay alguien que todavía no lo sabe, aunque lo dudo). Veremos qué nos depara, lo que está claro es que el cuento aún no ha terminado…