Revista Diario

Érase una vez un buenos días sonriente

Por Bergeronnette @martikasprez
La petite duerme en la misma habitación que su hermana. Ella en la cuna, su hermana en la cama. De un tirón. En cuanto re-cena, o se toma el postre, la llevo a la cuna. Suele dormirse a los dos o tres minutos de dejarla.
Érase una vez un buenos días sonrienteDesde el otro día, tiene ella también un fantasmita de luz y color. Porque el de su hermana, lo cogía, lo chupaba y lo mordía. Aunque ninguna de ellas necesita la luz de noche, a la petite le encanta dormir abrazada a él.
Hay días que se despierta ella y me llama para que vaya a buscarla. Y otros días, que me despierto yo antes que ella, pero igualmente voy a buscarla. Desayuna a oscuras. La cambio de lado, y me busca. Y cuando acaba, elige una postura y duerme un ratito más.
Esta mañana, su padre ha estado haciéndole cosquillas con la boca en la mejilla y en el cuello. Ella, con los ojos cerrados sonreía sin cesar. Y hasta ha soltado un par de carcajadas. Le gusta el juego desde por la mañana.
Este momento ha sido especial. Ella tranquila y sonriente, y el padre todo mimoso con ella.
Al ratito la he despertado, la he llevado dormida al baño para lavarle el culete, y ella, todavía con los ojos cerrados (pero despierta), se abraza a mí y me golpecitos en la espalda como queriendo darme los buenos días. Estos son los momentos que no quiero olvidar nunca. Érase una vez un buenos días sonriente

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