Erase una vez un juguete

Un juguete por rey. Tres juguetes cada una. Y punto. Pero la petite es muy pequeña aún para elegir, así que su carta a escribimos entre ambos padres. Una muñeca como las de su hermana, ya que no para de cogérselas y jugar con ellas, y no siempre l'aînée las quiere compartir. Y ya. Hasta que decidí auto-regalarnos una cajita de 5mimitos. (Pero esto me da para un post entero, y no tengo las fotos, así que, lo siento Ana y compañía, pero tendréis que esperar un poco más.)

El día anterior tuvimos que acercarnos a comprar unos puzzles para unos/as amigos/as de l'aînée a un centro especializado y el padre de las Genovevas vio esto
Y me tocó pedírselo a SS.MM.
Salí de la tienda... Nada contenta. Había realizado un gasto, que a primera vista no era necesario, por una cosa que, -estaba segura-, se llenaría de polvo en la repisa de los juguetes.
¡Y cuán equivocada estaba! Se emocionó con las figuras de playmobil de 5mimitos, y estuvo jugueteando con el libro gritón. Miró de reojo a su muñeca china y con un osito en la mochila, la tocó, la abrazó, se alegró...
Pero cuando vio a Minnie en su coche, no hubo ningún otro juguete en su mundo. Esta muñeca que debe medir algo más de 10 centímetros de alto tiene piezas intercambiables, que lógicamente no tenemos aún (y recalco aún), tanto el lazo, como el vestido y los zapatos son de quita y pon. Muy fáciles de poner y de quitar.

Había dos sets: uno con Minnie y Daisy y dos vestidos intercambiables. Y el de la petite. Elegí bien. A mi hija le encanta Minnie. Y además le gustan los juguetes de arrastre.
Cuando vuelve de la guardería, coge su muñeca con el coche, lo arrastra un poco, coge a Minnie, y se la lleva de paseo por toda la casa. Ha sido todo un acierto. Su mejor juguete. El que menos esperaba que le fuera a gustar.