Revista Diario

Erase una vez... Un visto y no visto

Por Bergeronnette @martikasprez
Leyendo la técnica ninja de salir al campo, me recordó un episodio de la petite que no pensaba contar. Más que nada, porque si me lee dentro de unos años, no querrá saber nada de mí. De su adoraba mamá, ahora. Erase una vez... un día entre semana de un cálido mes de octubre. Teóricamente iba a ser un día normal. Madrugar, guardería una, colegio otra, trabajo una, vacaciones otro. Pero el tercer punto cambió, y provocó que el papá de las queridas Genovevas se fuera de paseo con ellas. Paseo que terminó en la cafetería con los tíos. Y con un zumo en vaso y con pajita para la petite. Ahí es nada. Erase una vez... Un visto y no visto Cuando llegamos a casa todos, la petite tenía el pañal empapado. El pantalón empapado. Y la silla del coche también acabó con algo de humedad "pipera". "Cosas que pasan", piensas. "Además, no es la primera vez. Tarda en cambiarle el pañal. Ni siquiera los dodot aguantarían los ríos de pipí de la petite. Por mucha publicidad de 12 horas que indiquen. ¿Quién en su sano juicio mantiene un pañal mojado 12 horas? Ni aunque duerma toda la noche lo aguantaría(n). Pero, no nos desviemos del tema, que luego llega el Lobo Feroz y se equivoca de puerta. Y vez de llamar a la abuelita, llama al fontanero. Decía pues, que la desnudamos, quitamos el peso muerto del pañal, y mientras ayudamos a su hermana mayor a quitarse la camiseta, Genoveva pequeña se queda mirando, se toca la nariz y...
Breve inciso para comentar que la petite cuando se toca la nariz como si fuera un timbre es porque va a hacer caca o está en ello...
Así que, Yvette se toca la nariz y de repente, algo cae al suelo. Y acto seguido se escucha el llanto desconsolado. Y una pequeña plasta de regalo cae por sus piernas. Corriendo la cojo en volandas y la llevo al baño para meterla en la ducha y limpiarla. Hasta aquí el cuento. La realidad es que la ducha que es uno de los momentos más felices y divertidos de su día fue horroroso. No dejó de llorar viendo sus piernas manchadas. Y tal vez, el susto provocó que se le cortara el momento. El rato, tal y como le comenté a Alba en su post de hoy, es divertido una vez ha terminado. Pero el susto, los llantos, el refunfuñar del padre al tener que limpiar el suelo no son nada agradables. ¿A alguna le ha pasado esto con pipí o con caca? ¿Qué habéis hecho? 

Volver a la Portada de Logo Paperblog