Sábado. 16 horas. Teatro de un colegio.
Hoy la petite es la protagonista de un día completo. La guardería Hugolandia a la que ella va desde los 5 meses ha preparado la fiesta de fin de curso y graduación de los niños mayores. Es la primera vez que lo hacen, y para ello han contado con la animadora de los centros Acinte, Alegría.
Nervios, risas, murmullos. Es lo que se escucha en el teatro, donde padres y madres, familiares y amigos se han reunido para ver las actuaciones de los niños.
Llego un poco tarde, dejo a Yvette en manos de la directora, y apenas quince minutos después comienza el acto.
Se da paso a las fotos de los niños hechas a lo largo del curso. Ahí están los chicos mayores trabajando en las clases con las profes, y ahí está el amigo de la petite y mira, ¡esa es mi hija! Las primeras notas de la presentación sonaban, e incluso antes de ver a mi hija, la emoción recorría mi cuerpo. Es mi pequeña.
Después comienzan las actuaciones, la petite sale disfrazada de pollito junto a los demás niños de su clase y las dos maestras. Siguen la música, la coreografía, -algunos mejores que otros- y se despiden.
La cara de emoción al ir a buscarla es genial. Lástima no haber llevado la cámara a su encuentro. Se abraza con su hermana, se abraza a mí. Y en cuanto ve a su padre, le lanza un "¡papá!" que resuena en todo el teatro.
¿Momentos para el recuerdo? Su primera actuación. Sus abrazos. Sus bailes delante del escenario junto a su hermana. La atención de l'aînée hacia ella, cuidándola, y cogiéndola de la mano para que no perdiera.