Revista Infancia

“Érase una vez una princesa que se salvó sola”, porque no necesitamos ningún príncipe

Por Patadita Paloma Micó @pataditablog
“Érase una vez una princesa que se salvó sola”, porque no necesitamos ningún príncipe

Un libro maravilloso que te atrapa desde la introducción, en la que la autora Sara Cano manifiesta su deseo de que este libro pase de moda y no sea eterno, muy al contrario de lo que todo escritor o escritora quisiera, porque espera que algún día este libro sea leído y todas las situaciones que presenta se vean como algo antiguo y lejano, porque entre todos y todas por fin hayamos escrito un cuento nuevo de verdad.

“Érase una vez una princesa que se salvó sola”, porque no necesitamos ningún príncipe

El nuevo libro de la colección "El Futuro es Femenino", "Érase una vez una princesa que se salvó sola" es un libro juvenil con diez cuentos que hablan de situaciones injustas que viven las mujeres. Pero no solo se trata de mujeres, se incluyen historias con otro tipo de componentes, como la discriminación por raza u orientación sexual. En realidad estos relatos tienen un denominador común y es el machismo, y las violencias y discriminaciones que provoca.

Este libro pone de manifiesto que las princesas nos podemos salvar solas y cambiar el rancio cuento, porque las princesas que molan, se salvan solas; Frase que quiere hacer ver a toda la sociedad el papel que durante siglos se nos ha dado a las mujeres, de débiles, de no poder decidir por nosotras mismas y de tener que ser responsabilidad o posesión de alguien.

Si vemos el machismo como lo que es, algo estructural, nos damos cuenta que todas las personas que no sean un hombre blanco y heterosexual estarán discriminadas de alguna manera y subyugadas al colectivo que ocupa la cúspide de la pirámide patriarcal; Las mujeres, las niñas, los homosexuales y personas de otras etnias o razas, siempre estarán por debajo.

Todos estos colectivos que sufren desigualdades están representados en este libro con cuentos cortos que te remueven y te enseñan la realidad de esta estructura social, con anécdotas con las que yo me he sentido muy identificada. Quien no quiera ver esta injusticia de trato en estas historias tan claras y tan bien contadas, es porque tiene una venda de privilegios que le impide empatizar con los que no los tienen.

Podemos encontrar muchas moralejas escondidas en este libro, como que los complejos son muchos y muy diferentes, y que hay que callar a ese espejito y al resto con nuestra seguridad y autoestima;

“Érase una vez una princesa que se salvó sola”, porque no necesitamos ningún príncipe

Que no se deben normalizar agresiones o acoso hacia las niñas, que todas hemos sufrido ese tipo de comportamientos, y que ya es hora que se les de la importancia que tienen;

“Érase una vez una princesa que se salvó sola”, porque no necesitamos ningún príncipe

Que si los hombres se pusieran en nuestro lugar, se darían cuenta de lo que pasamos a diario por el simple hecho de ser mujeres, la discriminación y la presión que la sociedad ejerce sobre nosotras;

“Érase una vez una princesa que se salvó sola”, porque no necesitamos ningún príncipe

Que si nos unimos las mujeres somos muy poderosas, la importancia de la sororidad y dejar atrás esas rencillas que el patriarcado impone;

“Érase una vez una princesa que se salvó sola”, porque no necesitamos ningún príncipe

Que el miedo que sentimos cuando andamos solas por la calle tiene que terminar, que merecemos respeto y vivir tranquilas sin temer sombras a nuestra espalda.

“Érase una vez una princesa que se salvó sola”, porque no necesitamos ningún príncipe

Que la libertad sexual es para todos, heterosexuales y homosexuales, y la orientación sexual de cada persona es respetable, no un objeto de burla;

Que tenemos vecinas y vecinos que son de aquí, aunque sus padres no lo sean, y que los prejuicios que tenemos logran que nos perdamos conocer a personas maravillosas

“Érase una vez una princesa que se salvó sola”, porque no necesitamos ningún príncipe

Que podemos elegir libremente nuestros referentes, sean hombres o mujeres, y vestirnos como nos de la real gana;

“Érase una vez una princesa que se salvó sola”, porque no necesitamos ningún príncipe

Una extraordinaria edición con ilustraciones maravillosas de Agustina Guerrero, María Hesse, Ana Santos, Aitor Saraiba, Naranjalidad, Lady Desidia, Laura Agustí, Elena Pancorbo, Amaia Arrazola y Alex de Marcos, que se reúnen en este precioso volumen para ilustrar cuentos con una visión feminista.

Además el 3% de los ingresos que genere la venta de este libro, será donado a la ONG Intered que promociona el derecho de una educación de calidad.

A las niñas se las bombardea con ideas en las que se las muestra más sensibles, más débiles, que necesitan ser rescatadas a ser posible por un niño, porque ellas solas no pueden. Por eso libros como este son empoderantes para las niñas y para las no tan niñas que intentamos deconstruirnos a diario y lograr que las desigualdades desaparezcan.

Pero también es un libro que nos da la posibilidad de contar de manera concentrada a muchos hombres, amigos, compañeros de trabajo, parejas, etc... situaciones que vivimos y de las que ellos no tienen experiencias. Un libro para empatizar y hacer algo para cambiar el cuento.

Aquí puedes encontrar el libro Érase una vez una princesa que se salvó sola.

¿Crees que es necesario que estas situaciones y desigualdades se conozcan?

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